A la oposición le cayó muy mal la decisión de la futura administración de no tenerla en cuenta para integrar la conducción del Codicen, Asse y el Banco de Previsión Social, y se consideraron endebles los argumentos para justificarla.

En particular, preocupa que no se la vaya a tener en cuenta para el Codicen, porque se interpreta que es una señal de que no se buscará una política de Estado en un área en la que los resultados han sido particularmente magros.

En el Partido Nacional la primera línea de la dirigencia decidió adoptar una actitud de cautela. El ex candidato presidencial Luis Lacalle Pou dijo a El País que no hará comentarios hasta que no se concrete su encuentro con el presidente electo Tabaré Vázquez, para el cual todavía no ha sido invitado. Tampoco el excandidato a la vicepresidencia, Jorge Larrañaga, quiso hacer comentarios.

Sin embargo, otros informantes blancos dijeron a El País que hay "cautela y mucha expectativa pero también mucha sorpresa por algunas señales". Por ejemplo, entre los nacionalistas "caló bastante hondo" que el gobierno quiera a Fernando Calloia, expresidente del Banco República, como nuevo titular de la Corporación Nacional para el Desarrollo dada su actuación (muy criticada por los blancos) en todo lo vinculado a la subasta fallida de los aviones de Pluna.

En el Partido Nacional se considera que la actuación durante el gobierno que culmina de sus directores en distintos organismos del Estado "no fue incendiaria, ni mediática, sino civilizada" y, de hecho, en la mayoría de las decisiones adoptadas se acompañó a la mayoría oficialista. A modo de ejemplo, las fuentes destacaron la actuación del consejero del Codicen, Daniel Corbo, como "constructiva". "Los problemas del gobierno en la educación no fueron con nosotros, sino con los sindicatos", señalaron. Tampoco es de recibo para los blancos el argumento de que el contralor quedará a cargo de las organizaciones sociales que esgrimió el futuro vicepresidente, Raúl Sendic, ya que entienden que esa tarea corresponde a los partidos políticos. De todas formas, los blancos no se cierran a participar en el directorio de las empresas públicas.

En esa misma línea, el senador electo del Partido Independiente, Pablo Mieres, dijo a El País que si bien el gobierno está legitimado para excluir si así lo quiere a la oposición, debe considerarse que no es tarea de las organizaciones sociales ejercer el contralor sino de los partidos que representan a la ciudadanía. "Para nosotros es necesario para el buen funcionamiento del Estado que esté la oposición e incluso para la tranquilidad del propio gobierno", comentó.

El senador electo del Partido Colorado, Germán Cardoso, fue directo y dijo que "si hubiese existido tanto contralor de las organizaciones sociales no se habrían dado actos de corrupción que resultaron en procesamientos en ASSE". Cardoso se refería al caso del representante de los trabajadores, Alfredo Silva, en el directorio de ASSE, al que se procesó sin prisión en julio del año pasado por conjunción de interés público y privado por su intervención en una serie de licitaciones en hospitales públicos.

Pero lo que más dolió a la oposición fue su exclusión del Codicen. La educación fue un tema álgido de la pasada campaña electoral y era un área en el que la oposición aspiraba a tener incidencia. Por lo tanto, la novedad de la exclusión del Codicen cayó como un balde de agua fría.

Cardoso comentó que "es un grave error del oficialismo teniendo en cuenta el fracaso que hubo en la educación durante este gobierno; es necesario que haya participación de la oposición para que haya equilibrio y contralor". "No se puede excluir al 52% que no votó al oficialismo en la primera vuelta", consideró. "En la educación se requieren impostergables políticas de Estado y que no solamente exista la visión política del oficialismo", consideró.

En la misma línea, Robert Silva, asesor de Vamos Uruguay y ex secretario general del Codicen, comentó que cuando ocupó ese cargo había varios partidos representados lo cual garantizaba mejores decisiones. "No se preguntaba a qué partido se pertenecía. Esta decisión del gobierno electo es miope. En la educación es muy necesaria la participación de todos los partidos con representación parlamentaria", señaló Silva.

Y el senador colorado José Amorín Batlle considera que es "grave" que no haya representantes de todos los partidos en el Codicen porque es necesario mejorar la educación. Agregó que como el Frente Amplio va "a mantener a las mismas personas que estaban hasta ahora en materia de educación, pareciera que el gobierno no quiere ningún cambio y eso me parece negativo".

Mieres, por su parte, comentó que las señales en la educación hasta ahora "no son auspiciosas" y la no integración de la oposición al Codicen "va en la misma dirección". "Hay una mezcla rara y un gran signo de interrogación. La ratificación de Wilson Netto como presidente del Codicen no representa una señal de transformación aunque hay señales distintas como el nombramiento de Fernando Filgueira como subsecretario de Educación", comentó Mieres.

Para el senador electo del Partido Independiente, Pablo Mieres, los comentarios recientes del presidente José Mujica en el sentido de que le faltó madurez a la oposición son inaceptables. "A lo largo de estos años ha hecho declaraciones más que inmaduras. Él sería el primero que tendría que revisar sus actitudes", consideró.

Saliéndose de la línea de discreción de su partido, el diputado blanco por Rivera Gerardo Amarilla criticó la exclusión de la oposición del BPS, ASSE y Codicen y escribió en Twitter: "Partido Único en entes y representantes corporativistas es desprecio al sistema de partidos y de la democracia republicana representativa".

Oposición lamenta que Vázquez la excluya del Codicen