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Drenajes pluviales de Lezica despiertan quejas de vecinos

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Desde octubre de 2014 están trabajando en la calle Montalvo del barrio Lezica. Foto: A. Colmegna
Obras de saneamiento en el barrio Lezica, plan de ampliacion y mejora del sistema de drenaje y saneamiento de Montevideo de la IMM, ND 20150311, foto Ariel Colmegna
Archivo El Pais

Durante las obras de drenaje de Lezica, en la calle Montalvo, donde se realizarán dos estanques o embalses de retención para recibir el exceso de caudal de lluvia, al frente de las casas de los residentes no se implantó el cordón cuneta que implica un mejor desagüe y la posibilidad de tener niveles para la construcción de veredas.

Quedaron planchadas de entradas con caída hacia las viviendas, desde el camino que se halla a mayor altura. En ingresos a garajes o jardines, si llueve, se dan inundaciones.

"Estaba programado el cordón cuneta, como canaletas prefabricadas. A pesar de que están los caños grandes que pusieron, por donde va a venir el agua de Peabody hacia los piletones, igual da para poner el cordón cuneta. Eso quedaría prolijo, y no así con las cunetas solas como antes. Al principio nos habían dicho que esta empresa terminaba las veredas y otra vendría a hacer la calle. Ahora hablan de que harán una plaza en donde estarán los piletones. ¿Para qué precisamos una plaza? Nadie la va a usar, cada uno tiene su terreno, su jardín o su fondo y ya hay otra plaza cerca que no va nadie. Cuando llueve es un desastre, acá han pasado más de cien camiones, sacaron toneladas de tierra en donde van los piletones. Hay un pozo enorme pasando la calle Mediodía. También sería bueno que repusieran los árboles que sacaron, plátanos y acacias", dijo a El País la vecina Mabel Porteiro.

"Lo que estamos pasando desde octubre es increíble. Por suerte ha llovido poco pero cuando llovió teníamos que salir con bolsas de nylon en los pies. Son inconvenientes de obra, está bien, pero hay que tratar de ver algunas cosas, dejan escombros o tierra en las propias cunetas", dijo Ana María Acuña, otra vecina de la calle Montalvo.

El residente Fernando Lagos se sumó a los denunciantes. "Antes de esta obra jamás nos entró una gota de agua en nuestras casas; al parecer hay un problema de los encargados del proyecto; a mi entender no tienen claro el trabajo que tenían que realizar y confundieron desagüe con represa".

La arquitecta Tania Turren, encargada del control de la ejecución de los trabajos contratados por la Intendencia de Montevideo, habló con El País en el propio obrador de Montalvo.

Opinión técnica.

"Es muy poca la profundidad para hacer un puentecito en cada entrada porque tenemos un caño de 60 centímetros de diámetro que viene bastante superficial, no podemos ir más abajo; si se hiciera un puentecito con un hueco muy chico terminará obstruyéndose en cada entrada", sostuvo la arquitecta.

En referencia a la colocación de badenes o el cordón cuneta, Turren afirmó que con el perfil de la calle no hay posibilidad de modificarlo. "En Peabody, por ejemplo, hay un caño más grande, de un metro y veinte centímetros de diámetro que pasa por debajo de la vereda. No hay manera de bajar más y hacer una cuneta grande".

El director de la división Saneamiento de la Intendencia, Jorge Alsina, confesó a El País no tener conocimiento de la opción instrumentada en los frentes de las casas de la calle Montalvo. "Tomo nota y se lo voy a comentar a la gente que está en la obra, y si efectivamente hay una carencia allí, veremos cómo resolverla".

A propósito de las obras en general declaró que se terminarán dentro de los plazos previstos, en la medida que no aparezcan "imprevistos", como paros de la construcción o lluvias.

En cuanto a las piletas, el ingeniero Alsina explicó que sobre ellas no habrá ninguna infraestructura muy elaborada, como una réplica de la plaza Seregni. Se acondicionaría la más grande con bancos y en la otra habría una cancha de fútbol 7. "La más chica funcionará cuando los colectores no den abasto y se llene la más grande. No se llenan las dos a la vez. Son lugares que se van a poder utilizar, con una inundación cada cierta cantidad de años".

Tania Turren agregó que la idea de equipar los espacios que se llenarán de agua no está aún aprobada y deberá contemplar la utilización de materiales resistentes. Comentó que a la empresa de construcción se le solicitó dejar la calle en la misma situación que estaba al inicio de los trabajos.

El retiro de muchos árboles, no solo los necesarios para construir las piletas sino los eucaliptos extraídos de las veredas, según Turren se debió a la instalación de los caños.

"Cada árbol que se sacó tuvo el visto bueno de ingenieros de la Intendencia. Vimos videos de 2012, cuando se inundaba de modo impresionante la calle Lezica y Peabody y muchas otras cercanas. Hoy ya vemos que el agua no corre de cordón a cordón sino que es captada y se va por las bocas de tormentas que se hicieron en todas las calles, tanto desde la Aviación como del lado del Colegio Pío", sostuvo la arquitecta Turren.

Saneamiento.

De un lado de la calle Montalvo no existen instalaciones de saneamiento y los vecinos también se quejan de que no se haya incluido la mejora en el plan de obras. "Se juntaron más de cincuenta firmas para que nos conectaran porque incluso a cuatro cooperativas de viviendas que se van a hacer frente a la pileta grande, les van a dejar el saneamiento", contó la vecina Porteiro.

María Ichuste, otra residente de Lezica, fue más allá. "Los vecinos de las manzanas linderas a la obra vierten las aguas servidas a las cunetas que terminarán en los piletones; por ende va a haber un foco infeccioso; por eso la urgencia del saneamiento. Ya hemos hecho cartas, reclamos, juntamos firmas y nos quedamos con veredas rotas; y a vecinos que antes no les entraba el agua, ahora sí".

El director Alsina comentó que el vertimiento de aguas a las cunetas desde las casas que no tienen saneamiento se irá por los colectores.

"En la vereda sur, la opuesta a las piletas, está el límite del saneamiento; hay casas que van a quedar sin el saneamiento. No digo que no sea razonable la solicitud de los vecinos, pero las obras tienen que tener un límite, es así".

Residentes temen que piletones sean un llamador para mosquitos

En septiembre de 2013 comenzaron las obras de infraestructura para evitar las inundaciones que se producen en las calles Lasagna, Morandi, Peabody y Lezica, así como en la manzana delimitada por Peabody, Gioia, Veraguas y Guttenberg. Se construirá un embalse abierto de amortiguación de crecientes y una conducción principal para el entubamiento de la cañada Peabody. Los vecinos temen que esos piletones que dan a la calle Montalvo se vuelvan un llamador de mosquitos.

Esos recintos de retención "se diseñan para recibir el exceso de caudal de lluvia que no pueda ser conducido en el pico de una tormenta por el sistema de drenaje de las diferentes áreas", según dicen los técnicos de la IMM.

"Se pretende así transformar la inundación descontrolada en la vía pública y predios en una inundación controlada y confinada". El proyecto entra en la cuarta etapa del Plan de Saneamiento.

Captación de aguas en tiempos de tormentas

Miles de metros de colectores sanitarios y pluviales, cunetas revestidas, nuevas bocas de tormenta y captaciones pluviales, se vienen construyendo y conectando en la zona de Lezica desde fines de 2013. El sistema se conecta a los dos piletones gigantes de un estanque que da a la calle Montalvo, y es la solución proyectada por la IMM para resolver el problema de las inundaciones urbanas producidas por precipitaciones pluviales intensas. Esas instalaciones de drenaje permitirán una rápida recuperación y secado del terreno luego de lluvias torrenciales. Las últimas obras, empero, motivaron críticas.

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Desde octubre de 2014 están trabajando en la calle Montalvo del barrio Lezica. Foto: A. Colmegna

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