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Docentes suspenden paro en los liceos

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Los docentes rechazaron la propuesta elevada por Secundaria. Foto: M. Bonjour

ALCANZAN UN ACUERDO

El sindicato de profesores y el Consejo de Educación Secundaria (CES) alcanzaron ayer un acuerdo sobre la creación de grupos para 2018, y cesó la amenaza de paro que habían anunciado algunos colectivos de docentes este domingo.

La Federación de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) criticó la falta de criterio técnico para algunos planteamientos que le habían hecho los consejeros del CES, pero valoró co-mo "muy positivo" que, a principios de noviembre ya exista una foto parcial de cómo será el año próximo.

En marzo de este 2017, Secundaria tuvo que crear más de 100 grupos de urgencia ante el aumento de la demanda. Para el año que viene, dijo José Olivera, dirigente de Fenapes, es poco probable que esta situación se repita.

Si bien la apertura y cierre de grupos se terminará de definir en febrero, por los movimientos migratorios y porque aún no están cerradas las promociones de todos los alumnos, se sabe que habrá unos 200 grupos más.

Para el caso de primer año, que es donde iba a existir el mayor recorte fruto de la baja de egreso de Primaria, se acordó que se definirá según criterios de cada liceo y no por una simple ecuación matemática de cantidad global de alumnos.

En el este de Montevideo, algunas capitales departamentales y en particular Maldonado (donde está habiendo una explosión más notoria de la matrícula) son las zonas que, a priori, revisten más complicaciones de cara al año próximo, señaló Olivera.

Las partes seguirán negociando, pues resta por definir, por ejemplo, qué sucederá con las cerca de 5.000 horas de clase de los talleres de adolescentes. Pero eso, dijeron, recién se sabrá en febrero.

La creación de un solo grupo implica, en promedio, $ 1,4 millones. Sin embargo, Secundaria arrastra un déficit presupuestal que superará los $ 250 millones al término de este año. Un ahorro previsto será la eliminación de los talleres de adolescentes, lo que implica una reducción de unas 5.000 horas de clase, y la baja en horas de uso del laboratorio de informática.

En los bachilleratos es donde se reclamaba mayor apertura de grupos. Esto denota que "no se está tomando en cuenta la voz de la comunidad", criticó Alicia Maceira, profesora de Historia en el liceo N° 11.

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