SIGUE PARADA
El gobierno extrema los esfuerzos para lograr desactivar el ya muy largo conflicto que impide la reactivación de la refinería de La Teja que debió haber vuelto a la actividad el pasado 1° de junio. Cada semana que pasa sin que Ancap pueda volver a refinar le cuesta por lo menos US$ 1 millón.
Ayer las negociaciones comenzaron a las 10 de la mañana en el Ministerio de Trabajo y continuaban al llegar la noche. Las partes no quisieron adelantar los detalles del eventual acuerdo que tratará el próximo lunes la asamblea del sindicato de Ancap para evitar que fracase. "Sigue la negociación" se limitó a decir a El País, Ernesto Murro, ministro de Trabajo.
El centro de la discrepancia es la cantidad de personas que deberían conformar las guardias mínimas una vez que se reabra la refinería en la que prácticamente terminaron los trabajos de mantenimiento que comenzaron el 1 de febrero. Y en realidad las partes están cerca de acordar. Las partes están casi de acuerdo en que podrían ser de 47 personas. Pero la empresa quería dejar constancia que en realidad la cantidad correcta sería 42 basándose en los trabajos de la consultora Solomon Benchmarking.
En el trasfondo del largo conflicto (la paralización de los trabajos de prueba de equipos en la refinería comenzó a mediados del mes pasado) está la derrota que sufrió el sindicato que no pudo evitar que se modificara el funcionamiento del servicio médico de Ancap que tenía más de 50 años de creado y que el gobierno modificó por considerarlo una fuente de privilegios. El sindicato, según dijo su dirigente Gerardo Rodríguez, siente desconfianza hacia el directorio al que acusa de incumplir convenios. "Nosotros fuimos derrotados claramente y el directorio, envalentonado por ese triunfo, quiere resolver de la misma manera el tema de los servicios mínimos", sostuvo Rodríguez. "Fuimos derrotados por el servicio médico pero no estamos vencidos", advirtió Rodríguez el pasado 19 de setiembre.
Mientras la refinería sigue inactiva se debe importar combustible. Ancap sostuvo en un sindicato que "las guardias mínimas establecidas por la administración están respaldadas por el análisis de los ingenieros y técnicos a cargo de las unidades de refinación con décadas de experiencia y responden a las recomendaciones de quienes otorgan las licencias de los procesos físico-químicos empleados y de los proveedores de equipos".