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Delincuencia con "gatillo fácil"

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Al ser detenidos, los rapiñeros dicen que las armas las compraron en ferias. Foto: F. Ponzetto
Armas de fuego incautadas - Operativo policial por intento de hurto con toma de rehenes en local de cobranzas Lara, ubicado en C. Mayo Gutierres y F. Menck, Colon, Mvdeo., foto Fernando Ponzetto, nd 20150807
Archivo El Pais

En 10 días hubo 7 asesinatos y 16 heridos de bala; la Policía recogió 700 vainas en 2015.

Alas 23:00 horas del lunes 7, dos obreros de la construcción recién llegados de Tacuarembó esperaban fuera de una casa en la calle Pedro Cossio y Calera, en Malvín Norte. Dos individuos en moto se acercaron e intentaron rapiñarlos. Uno de los albañiles, de 56 años, se trabó en lucha con un delincuente. Recibió un disparo en el pecho y murió poco después.

El día anterior, tres jóvenes de 25, 18 y 17 años fueron heridos de bala en el cruce de Avenida José Belloni y Antelar. Desde una moto efectuaron los disparos a las piernas de las víctimas.

El sábado 5, un hombre de 42 años ingresó en la Policlínica de Malinas (Jardines del Hipódromo) luego de recibir dos tiros en el tórax y otro en la zona inguinal, efectuados, también desde una moto. Su estado es grave.

Un policía, que se dedicaba a repartir pan en almacenes y autoservicios de Colón, fue emboscado y ejecutado por un rapiñero a las 10:30 horas del jueves 3 a la salida de un comercio.

El miércoles 2, otros dos sujetos en moto intentaron rapiñar a dos empleados de una farmacia en el cruce de General Flores y Chimborazo. Se acercaron a la ventanilla del acompañante del auto y le dispararon en el abdomen a Fabián Calzada, de 39 años, quien falleció poco después.

Estos son algunos de los 23 reportes de la Policía de Montevideo referidos a muertos o heridos de bala, desde el domingo 29 de noviembre. Demuestran que la delincuencia tira a matar aunque la víctima no se resista y no dudan en rapiñar, inclusive, a los policías.

Además de los homicidios, partes policiales divulgados desde fines de noviembre a la fecha reportaron 16 heridos de bala en distintos barrios.

En el correr de este año, la Policía Científica recogió cerca de 700 casquillos y vainas de balas en escenarios de homicidios, rapiñas y ajustes de cuentas, entre otros. En 2014, la cifra de proyectiles recogidos fue 662. En marzo pasado, personal de esa repartición comenzó a cargar en su base 5.000 datos de vainas halladas en los últimos 10 años, cuando se recogía un promedio de 500 proyectiles por año.

El incremento de la violencia y el uso frecuente de armas de fuego en robos, rapiñas y conflictos barriales se constata en las cifras que divulga el Ministerio del Interior. En 2005 hubo, en todo el país, 190 homicidios. En 2014, sólo en Montevideo, se reportaron 153, y en el país la cifra trepó a 262. A ellos debe sumarse otras 117 tentativas, lo que representa un aumento de casi 40% de muertes violentas y aún más incluyendo tentativas.

Uruguay se encuentra inmerso en la región con mayores tasas de homicidio del mundo, y cada año va dejando de ser una isla en esa materia.

En Montevideo, la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes llega al 11,5, el triple que en Estados Unidos.

Los homicidios con armas de fuego en Montevideo representan 72% del total. El número ha ido creciendo todos los años desde 2011 y ya sobrepasa el porcentaje medio de todo el continente, donde el 66% de las muertes intencionales son por armas de fuego, según un informe de Naciones Unidas (ver infográfico).

"Eso se refleja en un incremento del decomiso de armas parte de la Policía en los allanamientos y de la cantidad de vainas y casquillos recogidos por la Policía Científica", dijo un jerarca policial a El País.

Impunidad.

El Estudio Global sobre Homicidios divulgado en 2013 por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) señala que "el nivel de impunidad de los homicidas en América es el más alto (del mundo) y desde 2007, en que se observa una alarmante tendencia al alza de los homicidios, la tasa de procesamientos ha mostrado un nivel decreciente, lo que significa que la impunidad, en relación con el crimen, ha venido creciendo en las Américas en años recientes".

A nivel global, la tasa de procesamientos es de 43 por cada 100 homicidios. En Europa, la tasa llega a 81 procesados por cada 100 homicidios.

En Uruguay, el 46% de homicidios consumados por año no es aclarado.

Ese dato, en un país de las dimensiones de Uruguay, pone en evidencia un alto índice de impunidad criminal.

Las causas habitualmente esgrimidas para explicar la violencia y el crimen ya no son válidas. Ni la pobreza ni la desigualdad —que han descendido considerablemente en los últimos 10 años— pueden explicar el persistente aumento de homicidios, rapiñas y crímenes por violencia doméstica que se constata en Uruguay.

Calcinado.

En estos 10 días, ocurrieron dos casos que generaron conmoción. Uno fue el homicidio de un docente de Historia, cuyo cuerpo apareció calcinado en el asiento trasero de su auto Chevrolet Corsa Classic en Camino La Redención y Los Camalotes (Melilla) en la madrugada del viernes 4.

Mediante exámenes de ADN la Policía confirmó la identidad del docente liceal, muy apreciado en la colectividad armenia.

Otro caso que causó indignación fue el asesinato del agente Alejandro Iturbey, de 40 años, para robarle $ 600 en la mañana del jueves 3. El policía repartía pan en un humilde comercio ubicado en Pasaje H y Servidumbre, en el barrio San Luis, cuando fue emboscado por un rapiñero que se desplazaba en bicicleta.

Iturbey era casado y tenía una hija de tres años. Instaló una panadería con un socio y se dedicaba a repartir pan en barrios de Montevideo.

Personal de la Zona IV ya tiene identificado al asesino, quien se encuentra prófugo.

El 14 de marzo de este año, comenzó a funcionar el Sistema de Identificación Balística de Policía Científica.

El cruzamiento de información permitirá vincular un arma usada en una rapiña, por ejemplo, con otros eventos. "Muchas veces se da que un arma participa en varios hechos", explicó el subdirector de la Policía Científica, comisario inspector Manuel Azambuya según consignó el Ministerio del Interior en su página web.

El encargado del Departamento de Balística de la Policía Científica, Gustavo Hernandorena, dijo que ingresan a la base de datos las vainas encontradas y luego el programa informático los confronta automáticamente.

"Antes lo teníamos que hacer a mano con un archivo manual llevado por nosotros mismos; ahora está todo en la base de datos. Es mucho más rápido, acorta los tiempos y favorece al técnico que no tiene que estar todo el día en el microscopio confrontando, la máquina lo hace", agregó Hernandorena.

El relevamiento que hoy realiza Policía Científica en las escenas de los crímenes muestra que los delincuentes tienen cada vez mayor poder de fuego.

En febrero de este año, el Ministerio del Interior divulgó las fotos de tres peligrosos delincuentes de Cerro Norte acusados de tráfico de drogas y homicidios. Según un expediente judicial, "el Coco", "el Negro Paolo", "el Vitito" y "el Luis" tirotearon a móviles policiales con ametralladoras y armas automáticas desde azoteas de "los Palomares" de Cerro Norte.

En las incautaciones efectuadas en allanamientos a casas de delincuentes, la Policía decomisó pistolas 9 milímetros, revólveres calibre magnum 3.57, subfusiles FMK-3 —un arma militar de fabricación argentina que tiene una cadencia de tiro de 650 disparos por minuto—, fusiles FAL, fusiles AK 47 —la vieja arma soviética que pasó de manos militares al mercado negro—, y granadas de mano.

Rapiñeros usan armas de grueso calibre.

En los relevamientos efectuados por la Policía Científica en los escenarios de delitos, se comprobó que los delincuentes portan armas de guerra o automáticas. Fuentes policiales indicaron a El País que muchas de esas armas ingresan al país de contrabando y luego se venden a bajo precio en el mercado negro. Generalmente, los delincuentes liman la numeración de pistolas 9 milímetros para no ser identificadas en caso de ser decomisadas por la Policía. También acostumbran adulterar pistolas y fusiles dotándolos de cargadores artesanales.

Servicio de armamento destruirá 2.550 armas.

Mañana jueves, el Servicio de Material y Armamento llevará a cabo la destrucción anual de armas de fuego, en las instalaciones de la Metalúrgica Gerdau. En esta oportunidad, serán destruidas 2.550 armas cortas y largas, las cuales han completado los plazos legales para su disposición final acorde a lo establecido en la Ley Nº 18.087. Las armas pueden estar relacionadas con hechos delictivos, con actividades ilegales de caza o requisadas en procedimientos aduaneros. También se destruyen las que son entregadas en forma voluntaria por la población, que en general oscilan entre un 15% y un 18%.

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Al ser detenidos, los rapiñeros dicen que las armas las compraron en ferias. Foto: F. Ponzetto

Armas en las callesEDUARDO BARRENECHE

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