Después de varias jornadas de reflexión e intercambio de ideas para mejorar el desempeño de la Defensoría del Vecino, se llegó a una solución: cambiarle el nombre a la institución, para hacerla "más inclusiva".

La Junta Departamental aprobó el jueves la denominación de "Defensoría de Vecinas y Vecinos de Montevideo", en una sesión en la que la mayoría legislativa del Frente Amplio recibió el voto de apoyo de la edil nacionalista Cristina Ruffo, "porque las mujeres del Partido Nacional han dado desde siempre lucha por la igualdad".

La Defensora del Vecino, Ana Agostino, fundamentó su propuesta inclusiva con el argumento de que "es solo agregar una palabra que nombra a la mitad de la ciudadanía".

Otra mujer del Partido Nacional, la Dra. Ana Lía Piñeirúa, le replicó por Twitter: "Lamentable. Ridiculiza los planteos de quienes luchan por la igualdad".

La apelación al ridículo fue el recurso más utilizado por los usuarios y las usuarias de las redes sociales para denostar la iniciativa de Agostino.

En la Junta se propusieron otras nominaciones, pero todas hallaron obstáculos. El edil Javier Bove (PN) sugirió el nombre de "Defensoría del Pueblo", pero se rechazó porque "la Institución Nacional de Derechos Humanos también tiene la denominación de Defensoría del Pueblo", que oficia como una suerte de apellido.

Tampoco tuvo suerte la alternativa "Defensoría Ciudadana", y al final —como era previsible— primó la propuesta original de Ana Agostino.

Eso sí: de los problemas que padecen a diario el vecino y la vecina se habló poco o nada en la sesión, pero la Defensora se fue bien contenta de su labor. Desde que asumió la titularidad en mayo de 2014, ya ha logrado cambiar dos veces la denominación del organismo.

LO APROBÓ LA JUNTA