El pago a los proveedores debió ser postergado para abonar los salarios de los funcionarios de la comuna. La nueva administración buscará "sobrevivir" hasta enero.

Tras asumir como sucesor de Ana Olivera, Daniel Martínez se encontró una Intendencia de Montevideo sin caja y, por ello, debió postergar los pagos.

"Lo que hicimos fue no pagar a proveedores hasta que pudimos pagar los sueldos, pero después del 20 de julio comenzó el pago de la patente y ahí vamos tirando", informó Fernando Nopitsch, secretario general de la Intendencia, en declaraciones al diario El Observador

Nopitsch dijo que la idea de la administración de Martínez es "sobrevivir" hasta que el nuevo presupuesto entre en vigencia, lo que ocurrirá en enero.

La comuna viene de un año prácticamente en rojo y las finanzas están muy justas para pagar sueldos, según afirma el jerarca, quien agregó que cuando tengan el nuevo presupuesto, la responsabilidad de la gestión de Martínez será directa.

El año 2014 con un déficit de US$ 421 millones de la Intendencia de Montevideo.

La nueva administración envío un proyecto de decreto a la Junta Departamental para pedir una línea de crédito de US$ 30,3 millones de parte del Banco República, que serán destinados a "capital de trabajo", inversión en equipamiento y apertura de cartas de crédito. El plazo de repago no superaría el actual período de gobierno, lo que permite que los votos del Frente Amplio sean suficientes para que la Junta lo apruebe.

En 2013, Olivera solicitó una línea de crédito destinada a "capital de trabajo" por un monto de hasta $ 240 millones (más de US$ 11,5 millones de la época), que se cancelaría dentro del período pasado, y de otros $ 100 millones (entonces US$ 4,8 millones) para una segunda línea de crédito a saldar de forma inmediata, una vez que la comuna obtuviera fondos en su cuenta corriente. Las dos líneas de crédito fueron, en total, por US$ 17 millones.

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