El volumen de la maniobra es entre 50.000 y 60.000 litros.

Cuatro funcionarios de la Intendencia Municipal de Rocha, incluyendo dos con posición de jerarquía, fueron procesados con prisión por la Justicia por el delito de peculado, y otro sin prisión, debido a que las investigaciones mostraron que robaron y revendieron combustible de la comuna durante un año, por un volumen de entre 50.000 y 60.000 litros.

La Jefatura de Policía de Rocha, que comanda Adhemar Cardozo, creó un equipo para realizar la paciente investigación, después de que el intendente de Rocha, Aníbal Pereyra, expuso a las jerarquías policiales la sospecha de que se cometía el delito en el ámbito municipal. La operación se denomina Mariscal.

La indagatoria realizada permitió la detención de trece personas, de las cuales cuatro funcionarios de la intendencia fueron procesados con prisión por peculado —es el delito de apropiación de dinero o bienes públicos por parte de funcionarios— y otra sin prisión, en tanto dos quedaron en libertad y el resto quedó emplazado, indicaron a El País fuentes de la investigación.

El combustible robado era de maquinaria pesada y de camiones utilizados en el transporte de materiales y personal para las tareas de reparación de la caminería rural.

De acuerdo con lo que determinaron los investigadores, el robo de combustible tuvo un volumen de entre 140 y 170 litros por día, lo que se traduce entre 4.000 y 5.000 litros mensuales. La manera como se realizaba la maniobra indujo a los funcionarios policiales a efectuar un seguimiento por un periodo de 50 días para reunir la evidencia necesaria para presentar el caso a la Justicia. Entre los elementos de juicio hay filmaciones y fotografías, señalaron fuentes del caso.

El combustible era trasladado a la finca de un funcionario municipal que desempeñaba un cargo de jefe y que figura entre los procesados con prisión. Después, el combustible era vendido a particulares y a empresas de maquinaria agrícola, a precios que oscilaron entre $ 25 y $ 27 el litro.

El caso todavía no está cerrado. Fuentes de las investigación informaron a El País que en esta jornada proseguirán las actuaciones que desembocarían en nuevas detenciones. Los policían siguen analizando información relevante que proviene de celulares —mensajes y audios— que dan pautas sobre la manera en la que vendían el combustible y quiénes eran los destinatarios.

OPERACIÓN MARISCAL