A 15 metros de donde ocurrió el choque con el tren, comienzan a aparecer los restos de la camioneta Fiat Palio. Dos trozos de plástico del paragolpe, un amortiguador, un fuelle de goma, el guardabarro izquierdo y un pedazo trozado de una homocinética se encuentran aquí y allá en la vía.

A unos 230 metros de donde ocurrió la colisión, se observa volcada la camioneta Palio Weekend en una cuneta, como un juguete que hubiera destrozado un niño enfurecido.

En el lugar, unas veinte personas caminaban por las vías en una especie de peregrinación hasta el lugar de la tragedia. Es algo incómodo llegar hasta los restos de la Fiat, que fue arrastrada casi tres cuadras desde la calle Eudoro Melo, hasta un centenar de metros de la calle Cristóbal Cendan.

Pero la impresión y el impacto que generó el accidente sorteaban la dificultad de caminar por la vía, donde las piedras que sostienen los durmientes están sueltas.

"Todo el día vino gente a ver el lugar del accidente. Hay conmoción en Canelones", explicó Richard da Silva, un vecino que reside a media cuadra del lugar.

No es la primera vez que hay siniestros de tránsito en ese paso. El cruce solo tiene una señalización que indica que hay vías férreas, pero no tiene barreras, luces rojas ni alarmas.

El riesgo se incrementa para aquellos autos que se dirigen hacia la zona suburbana de la ciudad de Canelones. Un "muro" de árboles, plantas y una palmera obstaculizan la visión e impiden ver al tren que se acerca proveniente de Florida. En cambio, si el tren viene desde Montevideo la visibilidad mejora. "En ese cruce, de noche, no se ve nada. ¿Qué le cuesta a AFE colocar una barrera y una campana? ¿Deben morir personas para que AFE haga algo?", se preguntaba un vecino.

A las 18:50 horas del jueves 30, Sandra Martínez (44), Ester del Valle (53), Elizabeth Mallarini (60) y Elizabeth Kenon salieron de la casa de su amiga Patricia Jauregui. En una reunión de trabajo, las amigas habían analizado el mercado canario de los productos en base de aloe de la empresa Forever Living. Kenon y Mallarini eran gerentes de esa firma.

Mallarini conducía la camioneta Fiat Palio por la calle Eudoro Melo en dirección a las afueras de la ciudad de Canelones. Dos de sus amigas que viajaban en el vehículo vivían en Aguas Corrientes (Sandra Martínez y Ester del Valle).

A través del facebook de un periodista de Canelones, Jauregui se enteró que había ocurrido un accidente de tránsito fatal por la calle Eudoro Melo, a unas pocas cuadras de su casa.

Pese a que sabía que su amiga Elizabeth Mallarini conducía con prudencia su camioneta Fiat, Jauregui tuvo un mal presentimiento. Poco después escuchó las sirenas de las ambulancias y de los bomberos.

Llamó por teléfono a un amigo que vive cerca de la vía férrea y le preguntó por el color de la camioneta accidentada. "Son ellas, mis amigas", logró decir a su esposo. Ambos se subieron al auto y en minutos llegaron al lugar del accidente. "Reconocí a la camioneta. Los vecinos y los bomberos sacaron los cuerpos. Gracias a eso, una de mis amigas se salvó", dijo Jauregui a El País.

En la noche de ayer, un grupo de vecinos se reunió en el lugar del siniestro a reclamar mayor señalización, una demanda que han venido realizando desde hace varios años, sin resultado.

El maquinista, de 56 años, quedó a disposición de la Justicia de Canelones.

AFE señaló que existen 108 pasos a nivel en la vía férrea entre Montevideo y la localidad de 25 de Agosto, en Florida, por donde circulan los trenes de pasajeros. En ese tramo existen 50 barreras eléctricas y otras 12 barreras manuales. Hay 32 "cruces de San Andrés" con la advertencia "Cuidado Trenes" y 8 señales "oscilantes" (sonoras y luminosas).

El jueves 9 de este mes, un tren embistió un vehículo en el cruce de la vía férrea con la calle Carlos Princivalle. No hubo heridos. El paso a nivel cuenta con barrera, alarmas sonoras y luces rojas que advierten el pasaje de un tren o un motocar de pasajeros. "La gente se tira con barrera y todo. Muy a menudo tenemos que venir acá para realizar espirometrías", dijo ayer un policía de tránsito que esperaba que se levantara la barrera. Según el uniformado, otro cruce muy peligroso se encuentra a unos 500 metros de allí, en la calle San Fructuoso y Mendoza. En ese lugar también hay barreras, alarmas sonoras y luces rojas. Sin embargo, ocurren accidentes con trenes.

"La gente es imprudente.

Acá hay una curva y los trenes aparecen de repente", relató un vecino a El País. AFE admite que casi a diario suceden accidentes con personas que cruzan la vía caminando o en auto. El sindicato ferroviario señaló que en muchos cruces no es necesario que existan barreras como reclaman vecinos de Canelones. "El tren circula a muy baja velocidad y los conductores deberían respetar las señales", argumentó un sindicalista.

El cruce carece de barreras, alarmas sonoras y luces rojas que adviertan que se acerca un tren. Árboles y una palmera obstaculizan totalmente la visión si el tren proviene del departamento de Florida. A las 19 horas de ayer, un grupo de vecinos concurrió a este lugar para reclamar por barreras. Recordaron que en el lugar se levantan en este momento cuatro cooperativas de viviendas donde vivirán 200 familias. A dos cuadras de allí, hay una escuela.

En el correr del día de ayer, muchas personas concurrieron a la calle Eudoro Melo en una suerte de peregrinación para ver los restos retorcidos de la camioneta Fiat Palio Weekend chocada por un tren de pasajeros. Los vecinos, impactados, observaban los restos de la camioneta. La mayoría de ellos tenía una visión crítica sobre AFE por no poner barreras en el paso nivel. Los vecinos también señalaron que en el lugar habían ocurrido otros siniestros aunque de menor entidad.

En la calle Carlos Princivalle, en el barrio Bella Vista, también hay barreras, alarmas y señales sonoras que alertan sobre el acercamiento de un tren. Vecinos de la zona señalaron que los siniestros de tránsito en el lugar son muy comunes porque conductores no respetan las señales. El lugar se encuentra a poca distancia de la terminal. Muchos conductores relativizan las advertencias de peligro porque creen que, si cruzan, el riesgo es mínimo porque casi no circulan los trenes.

Vecinos peregrinaron hasta el lugar donde quedó destrozada la camionetaEDUARDO BARRENECHE