Los controladores de tránsito aéreo firmarán un preacuerdo con el Ministerio de Defensa para resolver el conflicto que ya lleva dos meses.

Los controladores de tránsito aéreo firmarán un preacuerdo con el Ministerio de Defensa para resolver el conflicto que ya lleva dos meses.

En declaraciones recogidas por radio Uruguay, el ministro de dicha cartera, Jorge Menéndez, informó que el preacuerdo se firmará hoy viernes y que el mismo implica mejoras salariales y organizativas sobre los puntos reclamados por los trabajadores.

Cuando el sindicato ratifique el preacuerdo se suspenderá el cronograma de paros.

El vicepresidente del gremio, Andrés Cabrera, dijo a la emisora que la próxima semana se va a discutir detalladamente el documento para luego poner el resultado de la negociación a consideración de la asamblea.

Ante el conflicto y los paros realizados en las últimas semanas, la Cámara de Comercio Aeronáutica, que agrupa a las aerolíneas que operan en el aeropuerto internacional de Carrasco, encendió la alarma ya que considera que Montevideo está en "un riesgo muy grande" de ver afectada su conectividad aérea por las medidas.

En el Aeropuerto Internacional de Carrasco operan unas quince aerolíneas incluyendo las de bandera nacional Alas Uruguay y Amaszonas, un número superior a las épocas previas al cierre de Pluna en 2012.

Los paros de la actividad de los controladores se han venido haciendo por etapas. Hoy viernes 7 finaliza la segunda que había comenzado el 28 de septiembre. Por ahora queda en suspenso la que iba a comenzar el lunes 10, cuando tenían previsto una nueva serie de interrupciones de tres horas continuas dos veces cada 24 horas.

Los paros de este tipo afectan únicamente a los vuelos que despeguen y no a los que aterrizan. De acuerdo con un comunicado de los controladores, hay algunas excepciones como los vuelos sanitarios, los humanitarios, los de búsqueda y rescate, los vuelos en emergencia y los vuelos de Estado.

Desde el punto de vista de la operativa un paro de controladores de tráfico aéreo puede provocar varias dificultades, según explicaron a El País expertos en la materia. Por ejemplo, si se tratara de un vuelo de largo alcance puede ocurrir que la tripulación deba ser cambiada por razones de seguridad al exceder el límite máximo de horas de servicio.

Aun cuando la tripulación no se "venza", como se le denomina en la jerga aeronáutica, con una demora por un paro de controladores puede suceder que los pasajeros pierdan conexiones, noches de hotel, cruceros o reuniones de negocios.

Todo esto significa una serie de gastos extra para las aerolíneas, como hacerse cargo de alimentar y alojar a pasajeros, su traslado al centro de la ciudad, entre otros rubros.

Los controladores tienen un convenio firmado en 2010 con Defensa que implica la creación de la carrera de controlador, con un estatuto particular bien diferente al resto de los funcionarios públicos, explicó a El País el secretario del gremio Julio Pedemonte.

"La carrera se rige por estándares internacionales. A partir de 2013 con el estatuto del funcionario público no se puede aplicar a nuestra profesión, sino que a veces es contraproducente", añadió el controlador, que señaló que el estatuto acordado en 2010 no se ha reflejado en los hechos.

En el año 2012 gracias a la negociación entre las partes se saldó una serie de inequidades salariales, dijo Pedemonte, por lo cual el problema con ellos no es de dinero. Sin embargo, la administración contrató más personal, pero con una bastante menor remuneración a la de los controladores que ya trabajaban. "El conflicto actual implica una solución o al menos una mitigación de estas inequidades salariales", sostuvo el gremialista.

Dijo a su vez que los recursos para ello ya están asignados dentro del presupuesto de la Dinacia, por lo cual la regularización no implica un mayor gasto para el Estado ni generar una nueva tasa. "La complicación viene por la falta de decisión política", sostuvo Pedemonte.

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