El Consejo de Derechos de Autor, que preside el director de la Biblioteca Nacional, Carlos Liscano, no funciona desde hace cincuenta días, cuando comenzó el actual gobierno, porque no dispone de personal administrativo. Liscano dijo a El País que no hay quien atienda el teléfono o procese los pedidos para el uso de determinadas piezas porque el Ministerio de Educación y Cultura no ha asignado aún el personal que necesita.

"El Consejo tiene cinco consejeros honorarios que dependen de la ministra de Educación y Cultura, tiene dos abogados letrados honorarios, que son amigos míos, pero tiene cero personal administrativo que pueda contestar el teléfono, abrir una carta o iniciar un expediente. Es una situación muy difícil para nosotros", dijo Liscano a El País.

Agregó que esta situación debilita aun más la institucionalidad destinada a defender los derechos de autor. "Somos todos honorarios que tenemos un trabajo de tiempo completo. Yo soy director de la Biblioteca Nacional e presidente del Consejo de Derechos de Autor, y es mentira que pueda hacer ambas cosas que requieren de todo el tiempo, por lo que me dedico a la Biblioteca", indicó.

Liscano también cuestionó que no haya especialistas en la defensa de derechos de autor. "La facultad de Derecho dicta ocho horas de clase para toda la carrera", dijo.

Por falta de personal