Una lección que parece haber quedado clara en el Pit-Cnt, tras el prolongado conflicto de la educación pública, es que deberá ser cuidadoso a la hora de sugerir a los sindicatos que lo integran que levanten sus medidas.

Cuando la Mesa Ejecutiva del Pit-Cnt aconsejó a los sindicatos de docentes que levantasen los paros, estos hicieron caso omiso de la sugerencia y continuaron con la detención de actividades hasta que sus respectivas asambleas decidieron el fin de las medidas varios días después, y cuando el gobierno ya había dejado sin efecto el decreto de esencialidad que en teoría los obligaba a volver a clases.

El conflicto hizo también que aparecieran cuestionamientos al presidente del Pit-Cnt, Fernando Pereira, y al secretario general Marcelo Abdala por parte de la Asociación de Docentes de Enseñanza Secundaria (ADES) de Montevideo, algunos de cuyos afiliados pidieron el alejamiento de sus cargos de los dos líderes sindicales. Sin embargo, el correr de los días demostró que los propios dirigentes de ADES, conocidos por su combatividad, no quisieron llevar la situación tan lejos y prefirieron plantear su eventual molestia en los organismos internos de la central.

Abdala, de todas formas, reaccionó con furia a los cuestionamientos y consideró que hay militantes que incurren en "oportunismo de izquierda" y que se "mueven en un concepto permanente de que cuanto peor, mejor", según declaró al portal del Pit-Cnt.

El presidente del sindicato del Comercio (Fuecys), Ismael Fuentes, dijo a El País que estaba en desacuerdo con la decisión de la Asociación de Maestros del Uruguay de desafiliar al ministro de Trabajo, Ernesto Murro, "por pensar distinto", aunque valoró que el sindicato haya emitido un comunicado en el que aclaraba que no pedía la remoción de Abdala y Pereira de sus cargos.

Fuentes consideró que "es difícil generalizar porque no es todo ADES que tiene esa posición, pero hay gente de otros sindicatos que también la tiene". "Todos estamos sujetos a cuestionamiento, no hay que dramatizar", opinó.

Fernando Ferreira, que hoy representa en el Secretariado Ejecutivo del Pit-Cnt a la minoritaria corriente "5 de Marzo" que responde al dirigente histórico de la bebida, Richard Read, tampoco comparte los planteos para que se alejen Pereira y Abdala, y reconoció que hay sectores con actitudes que podrían denominarse de "oportunismo de izquierda". De todas formas, valoró que no están en condiciones de inclinar el resultado en asambleas sindicales numerosas.

La "5 de Marzo" considera que el tiempo demostró que su postura de que los sindicatos de la enseñanza debían actuar con autonomía y sin "sugerencias" era la correcta.

El 26 de agosto la Mesa Representativa de la central sindical había aprobado, por 24 votos a favor y 16 en contra, sugerir que se levantaran los paros en la educación si al mismo tiempo el gobierno dejaba sin efecto el decreto de esencialidad. El consejo no fue tomado en cuenta y los paros siguieron.

Los sindicatos del Hospital de Clínicas, UTE, funcionarios no docentes de Secunda-ria (ATES), industria frigorífica (Foica), OSE, Correo, Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE) y municipales (Adeom), entre otros, entendían que debía respetarse la independencia de los gremios de la enseñanza y que no correspondía al Pit-Cnt sugerirles qué era mejor hacer.

Jorge Bermúdez, del sindicato de la salud privada, pidió entonces la palabra y dijo que los estatutos del Pit-Cnt sí habilitan a su dirección a realizar sugerencias a las organizaciones afiliadas. En el mismo sentido se manifestó Pereira, el presidente de la central.

Los dirigentes que argumentaron a favor de la sugerencia entendieron que la relación entre el gobierno y los sindicatos de la enseñanza estaba "absolutamente cortada" y que se imponía "recomponer las relaciones", para lo cual levantar los paros en forma simultánea con la declaratoria de esencialidad podía ser útil, explicó a El País el dirigente del gremio del comercio (Fuecys), Fabio Riverón.

Ferreira y el dirigente de COFE Martín Pereira, consideraron, sin embargo, que había un riesgo de que la sugerencia no fuese tenida en cuenta y que eso no iba a ser una buena señal para la dirección política del movimiento sindical.

La declaración del martes 1° de septiembre de la central sí concitó el respaldo de las distintas corrientes de opinión dentro del Pit-Cnt. Esa declaración, realizada cuando ya el gobierno había levantado el decreto de esencialidad en la educación, se limitó a señalar que "corresponde" a los sindicatos nacionales adoptar una postura sobre la negociación que realizaban en ese momento con el gobierno. Ya no había "sugerencias".

"Creo que cada uno quedó bien parado, cada uno quedó en su papel. Los sindicatos no son un apéndice del gobierno y su rol no es decirle amén a todo lo que dice el progresismo. Es más, probablemente los sindicatos tenían más llegada directa al gobierno durante la administración anterior", concluyó Ferreira.

El pequeño Partido de los Trabajadores (consiguió 3.218 votos en las elecciones de octubre pasado) estuvo claramente detrás de las posturas que buscaban la radicalización del conflicto en la educación pública y que cuestionaron a la conducción del Pit-Cnt.

En el momento más álgido del conflicto, este partido lanzó un volante que decía que "solo ADES Montevideo, dirigida por agrupaciones con independencia política del gobierno, ha tomado sobre sus espaldas la plataforma por los $ 30.000 de salario mínimo y el 6% del PIB exclusivo para la ANEP y Udelar".

"Mientras se produce este choque entre la totalidad de los asalariados de la enseñanza y el gobierno, en la cúpula del Pit-Cnt los burócratas atados a este último han decidido cerrar los ojos", decían los volantes.

"Hay que despreciar estas maniobras y la vergonzosa comedia de fijar paros de cuatro horas y correcaminatas", agregaban.

Docentes desoyeron a la cúpula de la central, que pedía terminar los paros