Un cónclave de la Confederación Latinoamericana de Trabajadores Estatales (Clate) que se reunió esta semana en Montevideo, concluyó que "la tarea fundamental inmediata es la lucha contra el ajuste capitalista que traslada los costos de la crisis a trabajadores".

Para los funcionarios públicos de América Latina el objetivo "es bloquear la ofensiva del capital, y derrotar el ajuste fiscal y los acuerdos espurios de libre comercio". Según señala la declaración, "la construcción de una sociedad de contenido distinta, una sociedad sin explotados y explotadores continúa más vigente que nunca".

Además sostienen que los gobiernos latinoamericanos de izquierda y progresistas generaron expectativas populares "que han sido parcialmente satisfechas".

Además denuncian que el "nuevo momento histórico" incentivó una peligrosa "ofensiva de los sectores más reaccionarios y autoritarios de la derecha". Como ejemplo citan el caso de Venezuela, y "se recurre tanto a la violencia paramilitar como a la guerra económica".

Asimismo afirman que en Brasil se aprovechó la debilidad del gobierno de Dilma Rousseff para impulsar "un golpe institucional". Según indican, "en todos los casos los medios de comunicación desarrollan una campaña permanente contra estos gobiernos".

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