Durante una semana seguida los vecinos de los barrios Villa García y el asentamiento El Monarca, al noreste de Montevideo, se quedaron sin energía eléctrica. Los cortes se produjeron en momentos de mayor consumo, algunos duraron hasta cinco horas.

Técnicos de UTE concurrieron varias veces a la zona, identificaron que los problemas estaban en la línea de media tensión, cambiaron algunos equipos pero las fallas siguieron.

Un grupo de vecinos indignados con la situación resolvió el viernes cortar la cercana y transitada Ruta 8. Hubo quema de cubiertas y la Policía Caminera debió desviar el tránsito. La medida se repitió la noche del lunes, durante dos horas.

Álvaro Pascal, presidente de la Comisión del Barrio Villa García y electricista de profesión, aseguró que dos jerarcas de UTE le comentaron que la sobrecarga podría estar vinculada a los trabajos que se están realizando en el futuro estadio de Peñarol o en Zonamérica.

Sin embargo, Pascal afirmó que los mismos funcionarios le dijeron que la empresa eléctrica tenía resuelto que "no se dejara a nadie sin luz en este invierno".

"Entonces, si no quieren desenganchar a nadie tienen que hacer un plan para darle energía como se debe a toda la gente y poner un transformador que aguante. De lo contrario, tienen que desenganchar a la gente", opinó.

En la mañana de ayer un equipo de UTE se presentó en el barrio y cambió una línea de unos 900 metros de largo, pasando de usar cable de 35 milímetros a otro de 90 milímetros con lo que, al parecer, se solucionaría el problema.

Finalmente, los técnicos de la empresa comprobaron que los cortes de energía se produjeron debido a una sobrecarga generada por un pico de consumo y que, al parecer, el fallo estaría vinculado a que cientos de vecinos de los asentamientos estarían "colgados" a los cables de UTE. Horas más tarde, la empresa reconoció que 1.025 clientes quedaron sin energía al igual que un número "elevado" de usuarios que mantienen conexiones irregulares.

Pascal aseguró que no participó en el corte de ruta pero entiende que "la gente se cansa". Contó a El País que vive en la zona desde hace más de dos décadas y que en Villa García todo el mundo paga la factura de UTE "como cualquiera". Recordó que cuando llegó al barrio vivió dos años sin luz.

El asentamiento Don Márquez tiene algo más de un año de formación. Cerca hay dos asentamientos más antiguos: El Monarca y La Rinconada.

En los últimos años, el director de UTE Walter Sosa se ha dedicado a trabajar en el tema de los "colgados" a los cables. "Estamos esperando un informe con los detalles técnicos de lo ocurrido (en Villa García), pero en principio sabemos que hay una sobrecarga en la red, producto de las conexiones irregulares que hay en el lugar", explicó Sosa a El País.

El jerarca destacó que durante los meses de invierno las "cargas aumentan" y las conexiones irregulares afectan más a algunas líneas sobre otras, lo que "lleva a una desestabilización del lugar y al corte".

El director Sosa recordó que la empresa firmó un acuerdo con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) para promover la regularización de los "colgados" a la red eléctrica. Con este objetivo, la empresa estatal desarrolló una "tarifa social" reducida para estos casos. La idea es fomentar la "cultura de pago" y controlar las potencias y cargas utilizadas, explicó Sosa.

El cuerpo inspectivo de UTE efectúa 80.000 inspecciones anuales en viviendas y se detectan unas 15.000 irregularidades. De estos casos, unas 1.000 denuncias por año llegan a la Justicia Penal, según fuentes de la empresa. En cambio, son muy pocos los procesamientos por estos delitos ya que por lo general la empresa realiza un acuerdo antes del juicio.

La electricidad que se utiliza en los asentamientos por parte de los "colgados" representa 3 puntos porcentuales de un total de 7% de las pérdidas no técnicas que tiene el ente por año a raíz del robo o consumo informal.

En el año 2012 el presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, dijo a El País que la empresa resignaba una facturación de US$ 22 millones como consecuencia del consumo irregular en los asentamientos.

"Evidentemente es mucha plata. Pero para mí tiene más valor lograr generar condiciones de inclusión que hagan que esa gente salga de esa condición", expresó el jerarca del ente.

No obstante, se viene registrando una paulatina caída en las pérdidas que registra la empresa eléctrica.

En el año 2010, según estudios realizados por la empresa, las pérdidas denominadas como sociales en zonas de bajos recursos era de 5%. Dos años después, el ente logró reducirlas prácticamente a la mitad, al ubicarlas en el entorno del 3%.

En los último años, se ingresó en la curva "más dura de la pobreza", lo cual dificulta la inclusión de esos hogares en la formalidad, sostuvo el jerarca.

CORTARON Y quemaron cubiertas en Ruta 8, UTE decidió reforzar cableado