Tenía 100 años; varias veces se manejó la idea de repararla.

La Iglesia de Santa Clara, declarada patrimonio histórico y cultural de la nación hace cuatro años, colapsó ayer lunes luego que nadie se encargara de su reparación.

"Pensábamos recuperar su carácter de templo y transformarla en un museo", dijo el obispo de la diócesis de Melo y Treinta y Tres, monseñor Heriberto Bodeant. "Pero no se pudo hacer nada por falta de recursos", complementó.

Se desplomó todo el edificio en la mañana y sus paredes de piedra asentadas en barro cayeron hacia adentro. No hubo lesionados porque en ese momento no había nadie cerca de la histórica construcción.

El edificio se ubica en calle Montevideo, al costado de un gimnasio, por donde circulan muchas personas habitualmente, según informaron vecinos de la zona. La Iglesia estaba con riesgo de derrumbe desde 2006 y "desde hace varios años había sido planteado por el alcalde Oscar Viera la reparación del edificio, que tenía una rica historia para Santa Clara", dijo el vecino Marcelo Morales.

La Diócesis de Melo fue erigida como sufragánea de la Arquidiócesis de Montevideo el 14 de abril de 1897 León XIII. Fue designado como primer obispo monseñor Nicolás Luquese, quien no fue consagrado ni tomó posesión de la diócesis debido a acontecimientos políticos de la época. En 1931, Pío XI trasladó la sede a Florida, y en 1955 Pío XII volvió a ubicar la sede episcopal en Melo. Actualmente, la diócesis tiene jurisdicción también sobre Treinta y Tres.

La iglesia fue construida en piedra en el año 1914, siendo una obra del arquitecto de la zona Miguel Echandi, según narró a El País el obispo de la Diócesis de Melo y Treinta y Tres. Fue inaugurada tres años después.

Bodeant dijo que no fue la iglesia donde se casó Aparicio Saravia, como circuló ayer en las redes sociales. También los medios locales se hicieron eco de este rumor.

Se la desafectó como templo en el año 2006 porque presentaba riesgo de derrumbe, se optó por sacar los libros religiosos y los cuadros y trasladarlos a la Casa Parroquial.

Bodeant señaló además que su valor histórico es muy interesante: "Consta en la memoria del pueblo que todos los acontecimientos históricos se realizaron en ese lugar".

La Comisión Nacional del Patrimonio Cultural de la Nación, con la anuencia del Poder Ejecutivo, consideró que el bien tenía relevancia histórica para el país. El presidente de la época, Jorge Batlle, y el entonces ministro de Educación y Cultura, Antonio Mercader, promulgaron el 22 de febrero de 2002 el decreto.

Una vez que la Iglesia dejó de funcionar como tal, sus pertenencias fueron llevadas al centro parroquial, o antiguo colegio como se le conoce en la zona. "Pensábamos recuperar su carácter de templo y transformarla en museo", dijo el obispo, "pero no se pudo hacer nada por falta de recursos".

El edificio, que se encuentra en la calle Montevideo, estaba vacío cuando colapsaron sus paredes, por lo que no hubo que lamentar heridos. Estaba en riesgo de derrumbe desde hace años y se había planteado en más de una oportunidad su reparación. Tampoco había mobiliario en su interior.

PATRIMONIO PERDIDO POR FALTA DE RECURSOS