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"Con este código los fiscales estaremos más expuestos"

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Jorge Díaz. Foto: Darwin Borrelli

JORGE DÍAZ

El fiscal de Corte es uno de los hombres que estará al frente de la aplicación del nuevo Código del Proceso Penal. Reconoce que no se trata solo de un cambio de normas, sino “cultural” el que se deberá enfrentar para aplicar el nuevo sistema que deja en manos de los fiscales la investigación.

Jorge Díaz. Foto: Darwin Borrelli
Jorge Díaz. Foto: Darwin Borrelli

Desde su punto de vista se dará un “duelo” entre las viejas prácticas de jueces y fiscales, que lucharán por subsistir ante las nuevas. Aunque sabe que surgirán errores en el nuevo sistema, entiende que la postergación hubiera sido una “mala señal”.

—¿Cuáles son los principales cambios que supone la aplicación del nuevo Código?

—La consecuencia inmediata es que hay una clara separación de roles. En el sistema inquisitivo (actual) la función del juez y del fiscal están mezcladas porque la ley manda al juez a hacer una tarea propia del fiscal. Además salimos del sistema escrito, discontinuado, opaco, y pasamos a un sistema oral y de audiencias continuadas. Entonces hay un proceso oral con todas las ventajas que tiene porque es más transparente y democrático. Ya no va a haber una puerta cerrada por donde el público no vea lo que está pasando (...) Es decir este es un cambio normativo, pero también un cambio cultural, o fundamentalmente cultural profundo. Como todo cambio cultural profundo se da un duelo de práctica. Es decir, un duelo entre las nuevas prácticas que luchan por imponerse y las viejas prácticas que luchan por subsistir. Es decir que hay quienes buscarán la vuelta para seguir haciendo lo que se hace hoy de otra manera.

—¿A quién se refiere?

—A los operadores del sistema, algún juez, algún defensor, porque es más cómodo seguir haciendo lo mismo y no es de malos.

—¿Cómo se asegurará que no se confundirán los roles entre jueces y fiscales?

—Porque la ley los separa claramente y es función de las instituciones marcar cuáles son los roles de cada uno. Por ejemplo, la ley prohíbe al juez pedir pruebas, porque queremos preservar el rol del juez como juzgador. El juez está para decidir el conflicto, para darle garantía a las partes. La recolección de la evidencia queda en las partes, en el fiscal por un lado y la defensa, y el conflicto se resuelve entre adversarios que están en igualdad de condiciones.

—¿Está preparada la sociedad uruguaya para la aplicación del nuevo código?

—Es una reforma que sale con un fuerte consenso del sistema político. La ley madre y las sucesivas modificaciones han sido aprobadas por amplísima mayoría. Hay un fuerte consenso también para que no se definieran más prórrogas. Si me dicen que falta información yo estoy totalmente de acuerdo y creo que deberíamos haber trabajado más en eso, aunque la Fiscalía ha hecho un esfuerzo importante.

—¿Llevará tiempo adaptarse a este nuevo sistema?

—Yo creo que cuando uno hace un cambio tan profundo de esta naturaleza, obviamente va a llevar un tiempo de acostumbramiento. Si vamos a esperar el momento en que estamos todos prontos, ese momento no llega nunca. Entonces, de alguna forma y en algún momento, tenía que ser la hora cero y esa hora cero solo la puede decidir el sistema político. Si me pregunta a mí como responsable de la institución capaz que un mes más me vendría bien, pero también somos conscientes y hemos hablado con el presidente de la Corte (Jorge) Chediak que una nueva prórroga sería un mensaje muy malo para la sociedad. Sabemos que se van a cometer errores que se van a ir corrigiendo, errores que obviamente se van a cometer de buena fe, porque uno no tiene una historia como país con un sistema y lo cambia de un día para el otro. Somos seres humanos los que lo vamos a aplicar. Habrá que tener firmeza en el rumbo, mucha firmeza, porque estamos convencidos de que es mucho mejor este sistema que el actual.

—¿Qué tipo de errores se pueden cometer?

—Creo que fundamentalmente en los procesos de investigación o a veces en los procesos de litigación. Basta ir a una audiencia in voce ante la Suprema Corte para darse cuenta que los abogados no fueron formados en nuestras escuelas de Derecho para litigar oralmente.

—El presidente de la Corte Jorge Chediak pidió perdón por anticipado por posibles errores. ¿Coincide con él?

—Lo que no me gusta mucho es la forma cómo lo dijo, pero coincido conceptualmente que se pueden cometer errores y que hay que tener paciencia. Hemos dicho permanentemente que no podemos juzgar el CPP por los primeros días o por los primeros meses, esto lleva un tiempo y en todos los países ha sido así.

—Uno de los principales cambios del sistema es que la persona procesada va a esperar en libertad la sentencia. ¿Se puede malinterpretar esto por la ciudadanía?

—Es un principio y no regla en todos los casos. Creo que hay que explicarle a la ciudadanía que hoy, con el sistema actual, muchas veces el enjuiciado está preso durante el juicio, pero libre cuando se lo condena. Lo que la ciudadanía hoy no sabe es que un individuo puede ser procesado con prisión, pero si luego sale en libertad y aunque lo condenen a la pena máxima no vuelve a la cárcel. Nosotros tenemos un sistema por el cual una persona que es inocente puede estar presa, pero hay muchas personas que son condenadas a penas privativas de libertad que andan caminando por la calle. La gente muchas veces se pone contenta porque dice lo procesaron con prisión, fue preso, y lo que no se entera es que a los tres meses salió y después aunque lo condenen a tres años de penitenciaria no vuelve a la cárcel (...) Lo que es seguro es que con este Código, porque se derogó la libertad condicional, cuando la persona es penada va a ir presa. Es un tema que hay que explicarle a la gente.

—Hay políticos que dicen que con los cambios votados en el Parlamento al Código de la Niñez, para los menores el régimen será más severo que para los adultos.

—No tenía sentido tener un proceso inquisitivo para adolescentes y uno acusatorio para adultos (...) Hay un problema con la preventiva tarifada por ley, ahí hay una contradicción que deberá ser resuelta en el futuro. Yo me voy a reservar mi opinión porque eventualmente algunas de estas normas pueden ser impugnadas por inconstitucionalidad y como tengo que intervenir, me tengo que callar.

—¿Los juicios serán más cortos teniendo en cuenta que una de las cosas que se dice de la Justicia es que es muy lenta?

—La Justicia es lenta y cuando es muy, muy lenta deja de ser Justicia. Un profesor decía que es mentira que la Justicia tarda pero llega, porque cuando tarda ya deja de ser Justicia y hay algo de eso. Tenemos que resolver los conflictos más rápidamente, pero tampoco es que el juicio pueda ser tan abreviado que no se respeten las garantías. Tenemos que tener opciones de conflicto penal que sean más rápidas (...) Con este nuevo Código vamos a tener una enorme transparencia. Vamos a estar más expuestos, los fiscales y defensores, y nuestros errores van a ser más fácilmente detectables en la medida que los juicios son orales y públicos.

—El fiscal Enrique Viana renunció a su cargo y dijo que con el nuevo Código se generan arbitrariedades y muchos inocentes irán presos. ¿Es así?

—He tenido una política de no discutir públicamente con los fiscales y esta no es la excepción.

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