Finalmente la “promoción” de la whiskería no se concretó.

El sorteo de mujeres que promocionaba la Whiskería Brisas de Artigas fue un fracaso rotundo. Apenas se colocaron cuatro o cinco números y al final no se concretó la oferta, según dijeron las chicas que trabajan en el lugar al sub jefe de Policía de Artigas, Rúben Severo y a la juez penal Bettina Duter.

Justo esa noche, el viernes 14, su competencia, la Whiskería Las Mil, organizó una fiesta que le quitó la mayoría de los clientes a Brisas. Esta última anunciaba que se podía participar del sorteo de una mujer por $ 50 y que habría "sexo en vivo", "baile del caño", "streeper" y la actuación de una orquesta.

En la noche del sábado, Severo, la juez Duter y agentes de Investigaciones se apersonaron a la hora 23:40 al local nocturno. Se trata de una precaria construcción de bloques.

Está ubicado a cinco minutos del centro de Artigas pero su competencia está dentro de la ciudad. No hay luces de neón ni decoración especial. Apenas hay un cartel que identifica el comercio con letras pintadas a mano: "Drinks Brisas Dance".

Dentro hay una barra y unas pocas mesas. No hay caño, ni artilugios especiales. "El techo está a dos metros de altura, no hay lugar para esas cosas", dijo a El País uno de los oficiales participantes de la visita.

Las mujeres cobran $ 1.200 y entregan $ 200 al negocio por el "alquiler" de una pieza, según declararon ellas mismas.

Si bien los efectivos policiales iban de civil y el ingreso al local fue ordenado, tres automóviles abandonaron el comercio al ver llegar a la Policía y a la magistrada. Había un total de seis parroquianos que estaban bebiendo y se quedaron en la barra mientras duró la presencia judicial.

La encargada del local mandó encender las luces y ella misma y todas las chicas, pasaron a prestar declaración. Ante las autoridades, la encargada declaró que ella también ejerce la prostitución y que el propietario del establecimiento no se encontraba en ese momento.

"Se me ocurrió que podíamos estar frente a una supuesta explotación y fuimos a constatar. Llamé al Jefe de Policía y fuimos con el subjefe Severo y el director de Investigaciones", narró la juez Duter a El País.

Todas las mujeres presentaron su carné sanitario al día, la mayoría dijo vivir en la ciudad de Artigas, excepto una que está radicada en la vecina Quaraí. La encargada ofreció la documentación requerida para la habilitación del negocio.

Por otro lado, teniendo en cuenta que la prostitución es legal en Uruguay, aunque la trata o explotación de personas es un delito gravísimo, la Policía y la Justicia tomaron las precauciones del caso a la hora de indagar sobre la situación.

"Yo represento al Poder Judicial en materia penal en Artigas y ante la eventualidad de que existiera algún ilícito o alguna maniobra de explotación había que ir al lugar. Fuimos a una hora que no es pico porque podríamos estar alterando la privacidad y vulnerando derechos del negocio", dijo Duter.

La magistrada remitió un informe al presidente de la Suprema Corte de Justicia, Ricardo Pérez Manrique, informando sobre toda la actuación.

El anuncio del sorteo de mujeres en Artigas alcanzó notoriedad y repercusión nacional en las redes sociales durante la semana pasada. Las críticas a esa práctica se hicieron sentir desde distintos ángulos. Hablaron distintos activistas sociales y políticos. Un jerarca policial de Artigas dijo ayer a El País sentirse sorprendido por las características del aviso publicitario. "Ese tipo de propaganda no es algo habitual, es un negocio que hace 10 años está en actividad", dijo.

La fiesta fue promocionada con un afiche casero a una tinta, un "volante" a todo color y por lo menos un aviso en la radio local. La juez resolvió actuar luego de ver el tema publicado en los medios.

POLÉMICA EN LOCAL NOCTURNO DE ARTIGAS