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Un caso modelo contra las políticas antitabaco

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Philip Morris

Varios países esperaban el fallo para adoptar medidas contra los fumadores.

El juicio ganado por Uruguay a la multinacional Philip Morris es de impacto global. Gobiernos de varios países que tienen políticas contra el consumo de cigarrillos y que podrían estar en la mira de las tabacaleras, ataron su suerte al caso uruguayo.

El abogado representante de Uruguay en el juicio de Philip Morris, Paul Reichler, dijo ayer en Washington que el fallo es una "enorme victoria" para el país, y que "sirve como un fuerte precedente para otros estados que están empeñados en esfuerzos para combatir la plaga del consumo de tabaco". (Ver página A7).

El ex alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, también destacó que la decisión del Ciadi "muestra cómo los países de todo el mundo pueden hacer frente a las compañías de tabaco y ganar". Y el presidente de la campaña Tobacco-Free Kids, Matthew Myers, comentó que el fallo tiene un "significado global" porque reafirma el derecho soberano "no solo de Uruguay sino de todos los países sobre la salud pública y la seguridad de sus ciudadanos". La gigante tabacalera, expresó Myers en una declaración enviada a la AFP, se propuso "intimidar a países alrededor del globo. En cambio, valientemente Uruguay decidió resistir".

Entre los países que siguieron con particular interés el caso uruguayo, está Australia. En 2015 el Tribunal Superior de Canberra respaldó una ley antitabaco que obligaba a que los paquetes de cigarrillos sean homogéneos y sin publicidad. Australia se convirtió así en el primer país en adoptar el empaquetado genérico, sin marcas ni textos de promoción del tabaco.

Las tabacaleras British American Tobacco (con marcas internacionales como Lucky Strike), Japan Tobacco International, Imperial Tobacco (Cohiba o Golden Virginia) y Philip Morris (Marlboro, L&M o Chesterfield) habían demandado al estado australiano por esa ley. Como perdieron el juicio, debieron empezar a empaquetar los cigarrillos en paquetes verde oliva y con logotipos homogéneos. Además, las advertencias sobre los riesgos del tabaquismo para la salud ocuparán el 75% de la parte frontal de los envoltorios y el 90% de la posterior.

El presidente del Consejo de Tabaco y Salud de Australia, Mike Daube, afirmó entonces tras conocer el veredicto que es "una victoria masiva para la salud pública". Daube, que dirigió el comité que asesoró al gobierno australiano sobre la ley, aseveró que "es además la peor derrota de la industria tabacalera mundial" y recordó que "las compañías tabaqueras se han opuesto al empaquetado homogéneo con más ferocidad que contra cualquier otra medida".

En los años 90, Australia prohibió la publicidad del tabaco en cualquier medio de comunicación y soporte, así como el patrocinio de todo tipo de evento.

Ese juicio fue seguido de cerca por otros países como Gran Bretaña, Canadá o Nueva Zelanda que estudiaban medidas similares a la adoptada por Australia. Sin embargo, países como Honduras, República Dominicana y Ucrania se han opuesto en la Organización Mundial del Comercio (OMC) a la normativa australiana al considerar que vulnera los derechos de propiedad intelectual.

Según las autoridades hondureñas, la legislación elimina "la función básica de una marca, que es permitir a los consumidores distinguir productos de distintas compañías".

El litigio entre Philip Morris y Uruguay es especialmente notorio, ya que es la primera vez que una transnacional demanda a un Estado soberano por vulnerar su propiedad in-telectual, amparándose en un tratado de protección de inversiones.

Ayer la Organización Pa-namericana de la Salud (OPS) felicitó al gobierno de Uruguay por ganar el juicio a Philip Morris.

"Esta decisión es no solo un reconocimiento a los esfuerzos continuos de Uruguay por proteger a su población contra el consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco ajeno, sino que también sienta un precedente y un llamado a todos los países a implementar estas medidas sin miedo a violar ningún tratado, pese a los reclamos de la industria tabacalera", señaló Carissa F. Etienne, directora de la OPS.

"La OPS/OMS apoyó a Uruguay en la defensa de esas normas que buscan proteger la vida de su población. Este es un día muy importante para todos, ya que este caso se convierte en un modelo para las Américas y el mundo en la lucha contra la epidemia del tabaco, independientemente de las amenazas de la industria del tabaco", añadió.

En una carta dirigida al presidente Tabaré Vázquez, la directora de la OPS expresó su beneplácito por la decisión y dijo que esta "refuerza el derecho soberano de los Estados de proteger la vida y la salud de sus poblaciones, sobre los intereses comerciales".

La OPS/OMS recuerda que las normas aplicadas por Uruguay para reducir el consumo de tabaco están totalmente en línea con el Convenio Marco, que está vigente desde 2005 y obliga a sus estados parte a aplicar una serie de políticas y medidas para reducir el consumo de tabaco y para proteger a sus poblaciones de la exposición al humo de tabaco.

Ya son 30 de 35 países de las Américas los que han ratificado este convenio, que contempla, entre otras medidas, exigir el uso de advertencias sanitarias con imágenes grandes en los paquetes de tabaco, monitorear el consumo de productos de tabaco, proteger a la población de la exposición al humo del tabaco ajeno, ofrecer ayuda para dejar de fumar, hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio del tabaco, y aumentar los impuestos sobre el tabaco.

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