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Los porqué del caso Ancap

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Tras cuatro meses de investigación, el caso Ancap dejó profundas heridas en el oficialismo y varias interrogantes.

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9 preguntas sobre la situación de Ancap

¿Por qué el tema salta en 2015?

El ministro de Economía, Danilo Astori, dijo que ya en 2012 se señalaba el descontrol que había en las empresas públicas, pero pese a la información que se manejaba en la interna el tema no estalló. El gobierno tenía otra bomba de tiempo: Pluna. En julio de ese año se liquidó la aerolínea y vino el remate fallido y los procesamientos sin prisión. Ancap no era ajena. La aerolínea pagaba con cheques a 180 días y generó una deuda de US$ 30 millones. El tema de Ancap fue reflotado en la campaña por la oposición pero fue recién en 2015 pasado el año electoral en que fue encarado en paralelo con la comisión investigadora.

¿Cuál es el centro de los problemas?

Según el vicepresidente y expresidente de Ancap, Raúl Sendic, se debe a que Economía no reconoció costos de la empresa por US$ 800 millones. El gerente de Servicios Compartidos de Ancap, Hubert Arbildi, dijo que a ese monto se llega en el acumulado entre 2011 y 2014 (US$ 150 millones en 2011, US$ 200 millones en 2012, US$ 200 millones en 2013 y US$ 250 millones en 2014). Los mismos corresponden en un 49% (unos US$ 400 millones) a costos de distribución, 25% “al costo de Ancap vinculado a disponibilidad logística por el aumento de la demanda y por inversiones”; 12,5% por “pago de intereses de financiamiento de endeudamiento”; 12,5% por “variación del tipo de cambio y precio del petróleo”.  

¿Todos están de acuerdo en esto?

No. Para el equipo económico a esto se suman cuatro factores más: 1) Las inversiones (una planta desulfurizadora que representó US$ 400 millones y las plantas de cemento que demandaron US$ 200 millones, cuyo negocio sigue dándole pérdidas a la empresa); 2) pérdidas en varios negocios (portland, por ejemplo, por un acumulado de US$ 96 millones entre 2010 y 2014 lo que según Astori “contrasta” con los resultados de su competidor privado Cementos Artigas que en 2014 tuvo una facturación de US$ 110 millones y un resultado neto positivo de US$ 25 milones); 3) el financiamiento (debe US$ 1.497 millones con un 80% en dólares y que vencen en los próximos 12 meses ) y 4) las transferencias a las empresas satélite (Ancap capitalizó entre 2009 y 2014 con US$ 252 millones a las empresas satélites, entre ellas Alur, Cementos del Plata y Ancsol), según dijo Astori en el Parlamento.

¿Por qué no se reconocieron esos costos por US$ 800 millones?

Ancap enfatizó que no se reconocieron por la política de lucha contra la inflación de Economía que buscó no elevar las tarifas. El planteo fue compartido por el exministro de Industria, Roberto Kreimerman. Astori dijo que también hubo otros motivos: “no es posible trasladar a la población, por tarifas, cualquier incremento de costos” y por esto se trasladó “parte” de los costos de la reestructura del personal que se implementó en 2009 que tuvo un alza en la masa salarial de 20% y no de 7% como se preveía. Además dijo que pese a que los volúmenes vendidos aumentaron no se aplicaron economías de escala en las estaciones de servicio y elevaron los costos de distribución. El exministro de Economía, Fernando Lorenzo, dijo sobre este punto ante la Comisión: “Los costos de las estaciones de servicios vinculados a algunos capítulos, ¿tienen que ser reconocidos por el Estado y pagarles por ellos? Si costos privados, definidos en ámbitos fuera de la decisión de los ámbitos públicos, son absorbidos y financiados desde las tarifas que pagan todos los ciudadanos, eso tiene todo el formato de un impuesto privatizado”.

¿Ancap no reclamó?

Según Astori no. “La empresa nunca pidió que se reconocieran estos costos. Reitero que nunca se lo pidió al Ministerio de Economía, jamás”. Según Sendic sí. “En múltiples oportunidades tuvimos reuniones e intercambios con el ministerio; yo puedo hablar hasta setiembre u octubre del año 2013. A partir de ese momento, en que la situación todavía se hace más compleja, sé que el Ministerio de Economía, el presidente y los equipos técnicos de Ancap estuvieron trabajando para resolver algunas de las situaciones”.

Cómo llegó a vincularse Ancap con Exor -un agente intermediario con la deuda con Pdvsa- a quien se le pagaron US$ 3 millones para evitar un juicio pese a no haber trabajado con ella.

La versión del gerente de servicios jurídicos de Ancap, Bianchi es que Exor inició su vínculo con Ancap a fines de 2011, cuando le fue presentada al entonces presidente Raúl Sendic por su representante en Uruguay, el dirigente de la Vertiente Artiguista, Alejandro Steineck para que se encargara de la ingeniería financiera de pagarla deuda a Pdvsa. Según relató Bianchi, Sendic le dio el visto bueno a Exor pero puso como condición que la empresa obtuviera el consentimiento de Pdvsa. La versión de Sendic es otra. Él dijo que recibió propuestas sobre la arquitectura para hacer el pago de la deuda y una fue de Exor. Agregó que esta empresa afirmó que teneía el visto bueno de Pdvsa y él les exigió una carta que demostrara eso. 

¿Es cierto que se gastaron US$ 370.000 en la fiesta de inauguración de la planta desulfurizadora?

Sí. Sendic admitió que se gastaron más de US$ 100 por persona lo que fue un “costo alto”. Además dijo no tener conocimiento de que se gastaron US$ 600.000 en publicidad del evento y aclaró que las facturas las firmó el gerente de Servicios Compartidos y actual presidente del ente, José Coya. También esquivó responsabilidades al afirmar que la pauta de publicidad la asignaba la agencia La Diez, y que el directorio del ente resolvió adjudicarle los recursos anuales por unos US$ 10 millones. Desmintió a la gerencia de Relaciones Institucionales de Ancap, cuyo titular aseguró en su momento ante la investigadora que no se controlaba la pauta.

Ancap a través de Cementos del Plata pagó más de US$ 2 millones por adelantado a una empresa en una contratación directa a camiones brasileños para llevar cal desde la planta de Treinta y Tres a Candiota en Brasil. ¿Cómo ocurrió?

Sendic dijo que no estaba en conocimiento de ello y que “el señor Juan Romero (gerente de Portland), fue quien nos dijo que no había otra forma de resolver el transporte por camiones que no fuera a través de esta contratación, porque en el Uruguay no había suficiente oferta de empresas que tuvieran el tipo de camiones tolva que se necesitaba”. 

¿Cómo Ancap viola el Tocaf y firma un contrato de asignación directa con una empresa argentina para construir un remolcador por US$ 6,5 millones y dos barcazas por US$ 3 millones que nunca se usó?

Sendic dijo que cuando se firmó preguntó “el porqué de esto y se me dijo que respondía a una decisión de la Armada (…) No tenía ni idea de quiénes eran; me dijeron que era una firma de ingeniería que presta servicios de diseño y que trabaja con la Armada”. Según el comandante en Jefe de la Armada, Almirante Leonardo Alonso, si bien el contrato de arrendamiento deja en claro que la Armada fue la responsable de contratar a RN Consultores esto no fue así. Alonso entregó un correo electrónico en el cual Ricardo Núñez-el dueño de RN Consultores- le dice al capitán Alejandro Leopold que la firma fue acercada para el negocio de la construcción del remolcador a nivel de la gerencia de ANCAP, concretamente, Goldstein y Lemes “quienes le expresan que había una posibilidad cierta de construir en el país con la Armada Nacional barcazas tanques y remolcadores”, pero que sería la propia Armada la que se contactaría con ellos. 

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