La demora en la distribución de los cargos que el gobierno tiene para la oposición pone nerviosos a los líderes partidarios. Es que tienen demasiados compromisos políticos con dirigentes, y ya advierten que los lugares a distribuir podrán conformar a algunos pero abrirán heridas en la mayoría.
Muchos legisladores de trayectoria quedaron sin banca en el Parlamento, algunos por la propia decisión de haber dado un paso al costado. Pero otros aspiran a poder seguir en la actividad política desde un cargo ejecutivo. El gobierno ya nombró a varios exlegisladores o exjerarcas de la administración de José Mujica en distintos cargos, como el anterior secretario de Presidencia, Homero Guerrero, en el Ministerio de Vivienda, y al exministro Francisco Beltrame en la Agencia Nacional de Vivienda. Además, los exdiputados Jorge Orrico y Doreen Ibarra fueron nombrados como presidente y vice del Sodre.
Para el gobierno es sencillo, pero la oposición necesita "hilar fino" para quedar "lo menos mal posible" con los dirigentes que antes de las elecciones comprometieron su apoyo a los líderes partidarios, dijeron a El País fuentes políticas blancas y coloradas.
"Tengo tres cargos y como 100 compromisos con dirigentes", admitió un legislador colorado. De acuerdo con la intención del gobierno del presidente Tabaré Vázquez, la oposición podrá contar con 25 cargos en otros tantos organismos públicos. De acuerdo con el criterio de distribución, al Partido Nacional le tocarán 16 cargos, a los colorados siete y al Partido Independiente dos.
Los cargos de secretarios y prosecretarios de las cámaras legislativas también son políticos. Casi todos ya fueron provistos y votados, no sin una ardua negociación donde perdió un lugar el Partido Colorado, que ganó el Frente Amplio.
Un dirigente colorado admitió a El País que en su entorno se ha comentado que es preferible que se rompa el acuerdo con el gobierno para evitar el "mal momento" de tener que elegir a quiénes ocuparán los cargos.
Advierten que hay pocos lugares para muchos aspirantes