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Un caño de agua roto en pozo que cumple un año en Sayago

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Un caño roto obligan a que los vehículos invadan la senda contraria. Foto: L. Carreño
[[[LEO CARRENO LEONA1803@GMAIL

Acontraluz una nube de mosquitos anuncia la zona exacta del hundimiento del hormigón y la rotura de un caño de agua. En Camino Santos, entre Recalde y Pastor, a pocas cuadras del Centro Comunal 13 de Sayago y Batlle y Ordóñez, contra el cordón de una de las aceras corre además un canal de agua potable mezclada con aguas residuales provenientes del ingreso a viviendas construidas en terrenos con mayor altitud.

"Yo hasta sueño con el zumbido de los mosquitos, pero es así, ahí están, en la vida real", dijo a El País la vecina Judith, quien confesó que ya piensa poner a la venta su casa.

Parece exagerada esta determinación, pero un dato la vuelve comprensible. El pozo, según ella y otros residentes del lugar, está por cumplir un año y no solo complica la fluidez del tránsito sino también la circulación peatonal.

Junto a eso cuenta que hasta se vio involucrada en la atención de motociclistas que se inscrutaron en el pavimento hundido y volaron hacia la vereda de su jardín.

"Los dos salieron muy golpeados, peor la muchacha; llamé a una emergencia móvil y enseguida al 911. Como demoraban, los atendimos acá en casa hasta que la policía llegó; a la muchacha la querían llevar a Casa de Galicia que está cerca pero después la trasladaron a su mutualista. Hicimos denuncias en el Comunal y tres veces a la OSE pero todo sigue mal".

El enjambre de mosquitos preocupa a otros vecinos, por ejemplo a Rosario, una señora de 70 años que se lo toma con buen humor.

"Dicen que si uno sueña con mosquitos no va a tener más enemigos y hará fortuna".

Efecto sismíco.

Mario Olivera, que cumplió los 75 de edad, comentó a El País que se quedó sin la siesta y cuando lo intenta es despertado por los temblores que siente en la cama cada vez que pasa un camión.

"Muchos agarran por acá y salen al anillo perimetral. No van por el Corredor Garzón; si agarran Millán no tienen cómo entrar para este lado y por Propios les pasa lo mismo, no tienen cómo dar vuelta. Y los camiones que pasan —¿ve?— son semirremolques, pesadísimos. Muchos andan con contenedores arriba. De mañana temprano y de tardecita es un infierno, pero a toda hora pasan. Yo espero que nunca haya un choque grande, de frente. Pasan también los camiones cargados de portland que no tienen otra salida de la fábrica, y les pasa igual. Si toman por Propios o por Millán no pueden agarrar Instrucciones o Coronel Raíz para ir al anillo perimetral. Entonces pasan por acá y después agarran Instrucciones".

Judith aseveró que el caño de agua roto atrae a algunos animales que vecinos de su manzana dejan pastando. "Locos de la vida están los caballos tomando agua gratis".

El caño roto.

En cuanto al cada vez más peligroso desnivel y hundimiento de la calle, desde donde mana agua noche y día, Olivera explicó que una vez pusieron bitumen en el pozo pero se partió al medio el paño.

"Ahí se dan cada guascazo... dos por tres, sobre todo los autos o camiones chicos que no conocen mucho la calle. No sé cómo no han volcado, y el agua sigue saliendo por el caño roto", dijo Olivera.

"Hasta pensamos en ir rellanando el pozo con basura, porque el recolector pasa aquí tres veces a la semana. No nos quejamos de esto, hay dos contenedores también que no están tan lejos. Pero siempre hay basura, el tema es que por ahí se hace un enchastre más grande, o se termina tapando el caño roto", acotó un vendedor de neumáticos que reside en la cuadra.

Contadores.

El otro problema en Camino Santos es el agua que corre junto al cordón de una vereda.

"Viene desde dos lugares y sale continuamente. Uno está a media cuadra y el otro a dos cuadras. No hay que buscar nada, se sabe de dónde sale, de conexiones que son para el ingreso del agua a las casas, donde deberían estar las llaves de OSE. Se junta el agua y cruza la calle por la bajada. Y se mezcla con aguas servidas, más que nunca cuando llueve, aunque hay saneamiento; por estas calles se puso caño maestro, pero hay gente que no se conectó. Tengo un cepillo para barrer el cordón aunque ya me he cansado", sostuvo Julio, otro vecino que para paliar el bajón terminó anunciando que van a comprar una torta con una vela y así recordar el aniversario del pozo que de a poco se agiganta, frente a una gran casona que fuese sede de una iglesia, después dependencia del Inau y ahora clínica de rehabilitación.

Como ha sucedido en el Camino Edison, que también debe soportar tránsito pesado en doble sentido y ha motivado reclamos de habitantes del complejo Lafayette cuyas viviendas sufrieron diversas fisuras, en pleno sector histórico del barrio Peñarol, lo verificado en Sayago emerge como otro efecto indirecto del ineficaz funcionamiento del Corredor Garzón, lo cual obliga a muchos camioneros a trazar rutas diversas, recargando calles adyacentes como Camino Santos.

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Un caño roto obligan a que los vehículos invadan la senda contraria. Foto: L. Carreño

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