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Brasileños solo buscan diversión

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Tres de las cuatro fiestas para brasileños que se hacen en Punta del Este son en formato sunset. Foto: Felipe Gaieski

VERANO 2018

Más de 5.000 personas asistieron a las cuatro fiestas exclusivas para los norteños en Punta.

Un turista brasileño puede llegar a desembolsar 15.000 dólares en un día cuando viene de vacaciones a Punta del Este. Lo gasta en pasaje de avión, hotel cinco estrellas, restaurantes lujosos, alquiler de autos de alta gama, entretenimiento, traslados, y casino, si les gusta jugar.

Copan el balneario entre el 26 y 5 de enero, y están dispuestos a pagar 500 dólares por asistir a una fiesta con todo incluido (bebida y comida). Aunque si compran la entrada en agosto abonan apenas el 10% del precio total: 50 dólares.

"Un tercio de las personas son clientes fieles y compran de antemano. Vienen de vacaciones y quieren un programa distinto cada día. Si ya lo tienen planificado, mejor. Si querés reservar algo un 29 de diciembre te volvés loco, así que muchos prefieren venir con el paquete resuelto", dice Joao Segundo, productor de las mega fiestas para los norteños desde hace nueve años. Tienen un alto poder adquisitivo y no se privan de nada. "No cocinan en toda la semana, van a la peluquería todos los días y compran ropa", agrega el productor.

Los brasileños prefieren bailar, comer y beber en paradores o terrazas. Foto: Felipe Gaieski
Los brasileños prefieren bailar, comer y beber en paradores o terrazas. Foto: Felipe Gaieski

"Vienen a pasar bien, descansar y a veces solo se quedan cinco noches así que lo hacen a todo trapo porque quieren disfrutar cada instante", asegura Francisco Alonsoperez, subdirector de Turismo de la Intendencia de Maldonado.

Prefieren la tranquilidad de la Playa Mansa y optan por los paradores que están cerca del mar para no extrañar tanto los hermosos paisajes que abundan en su país de origen. Competir con las aguas cristalinas y las bondades naturales de Brasil no es sencillo, pero lo que más les seduce de Uruguay es la seguridad que ofrece. Priorizan la libertad con la que circulan por las calles al dinero que se les va en una semana de ocio.

"No tienen que andar con escolta, pueden ir con los vidrios del auto bajo, y salir a caminar de noche. Aunque parezca una pavada, eso en Brasil no se le ocurre a nadie. Si bien hay destinos de su país que brindan mayor seguridad, no se sienten tan libres porque saben que está el peligro a la vuelta", dice Segundo.

Solo diversión.

Resulta difícil igualar al brasileño en ese espíritu dionisíaco y pum para arriba. La alegría es una materia en la que son expertos, pero Joao Segundo organiza fiestas exclusivas para este público desde hace nueve años y aprendió que la única y real exigencia que tienen es pasar un buen momento y recibir servicios de calidad. "No hay nada exótico en estas fiestas. Se creó cierto mito de que se reparten lingotes de oro y no es así. Están predeterminados a pasar bien y quieren buena bebida, comida y música". Prefieren la electrónica a los ritmos brasileños y su foco es comer asados, así que la carne es la vedette de cuatro encuentros que se organizan entre el 27 y el 31 de diciembre.

Los brasileños prefieren bailar, comer y beber en paradores o terrazas. Foto: Felipe Gaieski
Foto: Felipe Gaieski

Hed Kandi es la fiesta más antigua y se realiza desde hace casi una década, pero se han sumado otras tres: Reveillon Unique tuvo su quinta edición el pasado 31 de diciembre, 300 al Mare la cuarta y Sunset Lovers se hizo por segunda vez. Es un formato de entretenimiento diurno que arranca a las cinco de la tarde y culmina a la una de la madrugada, salvo la Reveillon, donde bailan toda la noche vestidos de blanco para recibir el año nuevo con el pie derecho. Este año fue en la Parada 12 de la Mansa.

Todas tienen "la misma onda", pero se diferencian en la la ambientación, decoración y las marcas que las patrocinan.

Sunset Lovers representa el brindis inaugural de los turistas brasileños en Punta y este año se llevó a cabo en el parador IMarangatú. La entrada era gratuita, se los convocó y "el dueño del local quedó fascinado porque se quintuplicó la facturación", según Joao Segundo. Hed Handy consistió en una puesta de sol súper colorida en la terraza de Enjoy Conrad, y 300 al Mare se llevó a cabo en el parador Ovo Beach.

Debe mejorar.

Asistieron alrededor de cinco mil personas a estos cuatro encuentros organizados en paradores y hoteles. El 80% de quienes concurrieron era brasileños y el resto, público internacional que se sumó "porque son fiestas agradables y bonitas, similares a las de Miami, Saint-Tropez o Dubai".

La promoción arranca en invierno con eventos en el Festival de Cine de Gramado, y lanzamientos en Porto Alegre, San Pablo y Caixias que sirven, además, para vender Punta del Este como destino de vacaciones.

Según Alonsoperez, estas fiestas estimulan el turismo ya que "el público brasileño también viene pretensioso de mucha alegría sin descontrol. Quieren sentirse bien atendidos y seguros.".

Si una persona invierte 500 dólares en una noche va a querer que todo sea perfecto y no haya tropezones. Joao Segundo dice que lo principal para que estos eventos sean exitosos es tener la bebida fría. "Si la cerveza está caliente la fiesta es una porquería, y ha sucedido. De las cuatro que hicimos, en tres la bebida llegó caliente y tarde. Lo solucionamos, pero la infraestructura es deficiente. El alquiler del sonido también suele retrasarse o venir roto".

El subdirector de Turismo de la Intendencia de Maldonado coincide en que a nivel de infraestructura estamos por debajo de Brasil, que "ha ganado mucho terreno por los eventos internacionales que se desarrollaron en los últimos años".

Los brasileños prefieren no usar sus autos para ir de un lado al otro, así que la llegada de Uber al balneario fue beneficiosa. En años anteriores no había forma de moverse: "Los taxis colapsaban y los costos eran increíbles. Podías llegar a pagar hasta 250 dólares por un viaje al aeropuerto, más caro que el pasaje en avión", comenta Segundo.

Meta 2018: adelantar la temporada de verano

Si bien aún no hay cifras oficiales sobre la cantidad de brasileños que visitaron Punta del Este esta temporada, el subdirector de Turismo de la Intendencia de Maldonado, Francisco Alonsoperez, dice que a juzgar por las conversaciones mantenidas con empresarios y operadores privados, "debe de haber aumentado un 10-15% respecto al año pasado, ya que desde la década del noventa que no se veía una temporada como esta en cuanto a masividad". Y hay cada vez más brasileños que deciden repetir este destino dos o tres veces al año.

La comuna de Maldonado participa de forma activa en diversos eventos en Brasil a lo largo del año para promocionar Punta del Este, y Alonsoperez asegura que "el esfuerzo por captar turistas de ese país ha dado sus frutos. En la balanza de inversión el resultado es favorable". La meta es adelantar la llegada de los brasileños al balneario para poder tenerlos diez o quince días en vez de una semana ya que mueven todo el turismo y dejan importantes divisas.

"El gran desafío es demostrar que desde el 20 de diciembre ya es un atractivo venir y que pasen Navidad aquí", agrega.

El plan para 2018 es realizar un hermanamiento entre Maldonado y Gramado (Rio Grando do Sul), y también con la ciudad Bento Gonçalves, reconocida por la calidad de sus vinos. "Nos va a permitir desarrollar el camino de la vid que estamos haciendo en Maldonado con las bodegas y participar de forma exclusiva en ferias internacionales como la Semana de la Gastronomía y Cultura de Gramado, que será en septiembre, y tendrá a Uruguay como país anfitrión, y a Punta del Este como ciudad homenajeada".

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