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Botana vuelve a agitar la interna blanca por contratos

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Botana y su exsocio político, Pedro Saravia, se distanciaron paulatinamente. Foto: N. Pereyra
VISTA FACHADA DE LA INTENDENCIA MUNICIPAL DE CERRO LARGO EN MELO, IMCL, ND 20080703

DECISIÓN CUESTIONADA

Defiende los 202 restituidos en Cerro Largo y se gana la desconfianza.

Ya no es el caso del intendente de Soriano Agustín Bascou, las diferencias públicas entre Luis Lacalle Pou y Jorge Larrañaga o el problema político interno en Artigas, ni los problemas en el gabinete de la Intendencia de San José entre ambos sectores o los diálogos para la posible conformación de una tercera corriente en el Partido Nacional que dispute a los actuales líderes la nominación presidencial para 2019. Ahora la sacudida interna en el Partido Nacional la está provocando una fuerte disputa en Cerro Largo por la decisión de su intendente Sergio Botana de reincorporar a 202 personas en la comuna.

El propio Botana sostiene que "no son cargos de confianza", como se ha dicho. Se trata de funcionarios que habían sido destituidos por quien fuera su suplente durante la campaña electoral de 2014, el también nacionalista Pedro Saravia.

En las últimas horas, en declaraciones a El Observador, Botana argumentó que Saravia tuvo el aval del Frente Amplio en las destituciones, en lo que catalogó como "una feroz persecución política" hacia los funcionarios destituidos. "No los iba a poner a hacer concurso. Vine a asumir la responsabilidad política de ponerlos de vuelta y chau", indicó.

Sin embargo, este argumento fue desmentido por el diputado frenteamplista Yerú Pardiñas, representante de Cerro Largo, quien explicó a El País que como se trata de contratos resueltos por la propia administración no pasan por la Junta Departamental ni para votarse ni para anularse, por lo cual "nunca" pudo haber un acuerdo entre frenteamplistas y la gente de Saravia.

Ayer, Botana explicó a El País que con Saravia "se fueron 410 funcionarios y han entrado 202. Por eso me pregunto ¿dónde está el crecimiento? No entiendo nada", reflexionó sobre las críticas que recibe. Y agregó que "lo irresponsable hubiera sido sustituir a esos funcionarios, que cumplen tareas como peones de barrido de basura, por ejemplo. Y después ellos hicieran un juicio, lo ganaran, yo tuviera que reintegrarlos y además pagarles el litigio. Eso hubiera sido irresponsable".

Botana aclaró que "no son cargos de confianza", y por eso se preguntó: "Qué hice mal? ¿Qué hice ilegal?"

A nivel partidario la situación también ha caído muy mal. Botana no quiso hacer comentarios sobre la interna blanca. Legisladores integrantes de Alianza Nacional dijeron a El País que lo que hizo Botana "lo convierte en un rey" en Cerro Largo, pero que "en el resto del país es algo muy mal visto", y que eso le hace "daño" al partido en un momento donde debe posicionarse bien ante la ciudadanía para crecer y poder ganar la elección de 2019.

En el otro bloque partidario, el sector Todos, observan la situación con cierta sorpresa, pero no ha habido pronunciamientos públicos y ni siquiera conversaciones informales en las últimas horas. Miembros del sector alcanzaron a admitir a El País que la decisión de Botana "no se entiende".

La interna.

En los hechos, todo es parte de un problema interno en el Partido Nacional de Cerro Largo, entre Botana y su exaliado político Saravia.

En las elecciones nacionales de 2009 Botana salió electo diputado y su primer suplente era Saravia. Botana asumió la banca en la Cámara de Representantes pero luego ganó la Intendencia y renunció como diputado para asumir en la comuna arachana. Por el acuerdo entre ambos, algo muy común en el interior, Saravia era suplente de Botana en la Intendencia.

Poco antes de terminar el período municipal, en el año 2014 Botana renunció a la Intendencia para iniciar la campaña hacia la reelección y Saravia, que ya no era más diputado, asumió como intendente por los últimos seis meses de gestión. Se dedicó entonces a auditar las arcas municipales y a investigar área por área, y lo que no estaba claro lo derivaba a la Justicia. Así fueron formados 14 expedientes ante la Justicia Penal.

Pero ya desde 2012 había entre ambos una situación de falta de comunicación; Saravia argumentaba en los medios locales que el intendente no tenía vínculo con él, que en esos años era el diputado blanco por Cerro Largo.

El debilitamiento de la lista 30, que era de Saravia en Cerro Largo, debido al corrimiento de sus máximos dirigentes de punta hacia el conglomerado de Botana, terminó con las relaciones de ambos en ese año.

Respecto a las denuncias penales contra la gestión de Botana, al día de hoy algunas se archivaron y otras quedan aun sin fallar.

Justicia.

Cuando explicó las reincorporaciones, Botana sostuvo que se trató de "un acto de justicia" con gente que fue "víctima de una feroz persecución política". "No los iba a poner a hacer concurso. Vine a asumir la responsabilidad política de ponerlos de vuelta y chau".

El intendente arachán insistió en que las personas contratadas pertenecen a áreas del gobierno departamental tales como obras, barrido, recolección, comedores y partidas de nacimiento.

También precisó a El País que no fueron ingresadas de una sola vez, sino en varias tandas, tras las negociaciones llevadas a cabo con Adeom Cerro Largo.

Un informe de Servicio Civil señala que tras Cerro Largo, la Intendencia que más aumentó los cargos de confianza fue la de Durazno con 198 por designación y 35 por concurso en 2016.

Un grupo que aspira a correr en la carrera 2019.

El concepto de "un nacionalismo popular" fue acuñado por Sergio Botana como mensaje que el grupo de algunos intendentes blancos quiere mostrar con vistas a la elección nacional de 2019. Aunque todo está en ebullición la idea de los intendentes, que ha apoyado Botana, es tener su propia expresión electoral en los comicios de octubre de 2019. Eso significa que hace meses están negociando la posibilidad de presentar una lista propia al Senado. Tampoco está definido qué harán en la interna.

"Cambia la realidad y esconde todos los cargos de confianza"

El intendente de Cerro Largo Sergio Botana "se ha escudado en justificar los cargos de confianza (contratados) en que en el informe de la Oficina Nacional del Servicio Civil de 2016, fueron 163, y dijo que fue gente que tuvo que retomar por haber sido cesada por Saravia", explicó a El País el diputado socialista de Cerro Largo Yerú Pardiñas.

"Esto es una mentira, una tergiversación total de la realidad. Cuando Saravia entró a la Intendencia cesó un montón de gente, que había sido incorporada por Botana en su primera administración. Entonces ahí Adeom (filial Cerro Largo) comenzó a reclamar porque algunos de los cesados hace años que estaban contratados. Cuando Botana ganó en 2015 Adeom insistió y llegaron a un acuerdo para incorporar a 200 aproximadamente. Y eso no tiene nada que ver con la cantidad de cargos de confianza que tiene Botana, que fueron fruto de los acuerdos electorales que hizo para volver a ganar", contó Pardiñas.

El diputado reveló que "esos aliados políticos, titulares de varias listas que lo acompañaron a Botana, tienen un cargo de confianza en la Intendencia. Y son tareas de dirección".

Más allá de la justicia o no del reingreso de esos 202 funcionarios, lo que se ve desde la oposición en Cerro Largo es un problema de recursos. Pardiñas contó que "hay gente que está preocupada por el amiguismo mientras todavía hay obras que no se han cumplido". Por ejemplo, mencionó que hay atraso en la terminación de las obras. Una de ellas está financiada por el Fondo de Desarrollo del Interior (FDI) y "excedida en plazo de ejecución", según Pardiñas, "porque la contraparte que es la Intendencia tiene atraso".

Otra obra por US$ 4 millones que venía desde el primer gobierno de Botana "está muy atrasada. Es la obra de bituminización, cordón cuneta, iluminación y el Centro de Alto Rendimiento deportivo para los barrios Mendoza, Falcón y Las Acacias".

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