El diputado nacionalista Rodrigo Goñi considera que como parlamentario se le está retaceando información respecto al uso dado a los recursos del Fondo de Desarrollo (Fondes).

Y consideró que la concentración de las exportaciones de algunas de las empresas que se respaldan con sus recursos en Venezuela muestra que la relación con ese país es “oscura”.

El legislador blanco dijo a El País que apenas asumió su banca en febrero solicitó información al Ministerio de Economía, al Ministerio de Industria y a la Oficina de Planeamiento y Presupuesto sobre el Fondes, que no le fue entregada. Aunque la información se le negó al diputado, El País recurrió a mecanismos de pedido de información previsto por la ley y publicó el domingo pasado que a partir de 2011 y hasta febrero pasado el Fondes entregó US$ 70,2 millones a 28 emprendimientos autogestionados en los que estaban involucrados 2.218 trabajadores.

“Yo pedí informes que estaban hechos. ¿Por qué no me los mandaron”, se preguntó el diputado.

También señaló que le resulta llamativo que, pese a que la actual normativa del Fondes indica que se pueden respaldar con recursos aquellos emprendimientos que aparecen como viables, algunos cerraron al año de comenzar o incluso antes. “Hay una necesidad inmediata de evaluar el instrumento, porque no solamente se trata de que se cumpla desde el punto de vista legal, porque si se es tan flexible respecto a la sustentabilidad de los proyectos se manda una señal para el futuro. Esto tiene que ver con muchísimo dinero”, advirtió.

El legislador dijo que lo deja “perplejo” la concentración de las exportaciones de empresas nuevas apoyadas por el Fondes en el mercado venezolano. “Esto refleja una política oscura hacia Venezuela. ¿Qué hay detrás de estas compras? ¿Hay solo compras de mercadería?”, se preguntó el legislador.

En 2014, tanto Funsacoop (sucesora de Funsa) como Urutransfor (que vende sus productos a Corpoelec, la empresa eléctrica venezolana) colocaron la casi totalidad de su producción en el país que gobierna Nicolás Maduro. En el caso de Funsacoop el porcentaje fue de 93% y en el de Urutransfor llegó a 98%.

De hecho, Funsacoop colocó neumáticos para el transporte público venezolano por US$ 7,8 millones en 2014 y ese negocio le permitió reabrir su fábrica.

Pero las ventas a Venezuela se han derrumbado y en lo que va del año solo colocó allí US$ 840.073. Funsacoop recibió US$ 6 millones del Fondes.

En el caso de Urutransfor su gerente general, Jorge Bardier, dijo a El País que el proyecto de su empresa para calificar a un préstamo de US$ 3 millones fue aprobado hace noventa días y hasta ahora no ha recibido “un solo peso”. Señaló que la aprobación del proyecto demandó nueve meses, y que la empresa se mantiene a flote sin el apoyo del Fondes. El dinero para Urutransfor fue comprometido por el anterior gobierno y su proyecto sigue adelante aunque ahora bajo la órbita del Instituto Nacional de Cooperativismo. “Nosotros funcionamos sin ese dinero, si llega le daremos el destino que explicitamos en el proyecto, pero no hemos recibido nada”, dijo Bardier.

Ambas empresas realizan gestiones frente a las autoridades venezolanas en las que también se involucró el vicepresidente Raúl Sendic, que analizó el tema en Montevideo con su colega venezolano, Jorge Arreaza, a quien le pidió una rápida respuesta.

La idea que se baraja es que parte de los pagos financiados que Ancap debe hacerle a Petróleos de Venezuela por compras de petróleo se deriven a los exportadores uruguayos. Hay unos US$ 70 millones en compras ya hechas por Venezuela que no han sido pagadas todavía. Corresponden a compras de neumáticos, medicamentos, transformadores y pollos, entre otros productos.

El acuerdo requiere el visto bueno de Petróleos de Venezuela, que todavía no se ha producido.

Venezuela atraviesa una dura situación económica caracterizada por la falta de dólares, el desabastecimiento y la inflación más alta de América del Sur. El derrumbe del precio del petróleo, prácticamente su único producto de exportación, mermó su acceso a los dólares. Enfrenta, por tanto, la necesidad de importar gran parte de los alimentos que consume su población cada vez con menos dólares.

Las lácteas Pili, Claldy, Calcar y Conaprole no han podido prácticamente en lo que va del año enviar quesos a Venezuela que era un mercado fundamental. Si bien ninguna de las lácteas tiene adeudos por cobrar, ya no mandan sus productos porque no hay pedidos.

El nuevo proyecto sobre la institucionalidad del Fondes está en la comisión de Hacienda de Diputados a la espera de su tratamiento. Hace una semana, los diputados frenteamplistas de esa comisión se reunieron con el ministro de Trabajo, Ernesto Murro, y el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Álvaro García, para estudiar las modificaciones al proyecto. Según pudo saber El País, los legisladores oficialistas pidieron incorporar en la iniciativa una “cláusula gatillo” para que en determinadas circunstancias los proyectos de autogestión puedan recibir más del tope del 3% del total del dinero del fondo destinado a préstamos.

A su vez, pidieron que se incluya la utilización de hasta un 20% de las utilidades del Banco República para la creación del fondo destinado al apoyo de las cooperativas y empresas autogestionadas por los trabajadores, algo que no está previsto en el proyecto original.

Se estima que luego de las elecciones departamentales del 10 de mayo se retomará el tratamiento de este proyecto en el Parlamento.

Diputado Goñi “perplejo” por tantas ventas a Venezuela