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Barrabravas hacían pasar por la frontera a prófugos

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"Regresé con la hinchada, luego me fui al Marconi", dijo un prófugo al juez. Foto: archivo
Peñarol vs Internacional, 1-1, octavos de final de la Copa Libertadores, Est. Centenario, hinchada de peñarol, hincha con paraguas entre el humo de una bengala , ND 20110428, foto Julio Barcelos - Archivo El País
Archivo El País

Informes de Inteligencia dicen que maniobras ocurrieron en 2014 y 2015.

Un expediente judicial, que recoge informes reservados de la Dirección General de Información e Inteligencia, reveló que en 2014 y 2015 integrantes de la barra brava de Peñarol sacaron del país a delincuentes buscados por la Policía escondidos dentro de ómnibus contratados. La Policía también constató que, mediante ese sistema, los hinchas ingresaron a Uruguay a prófugos burlando controles fronterizos.

Uno de los informes de Inteligencia Policial, fechado en 2015 y desclasificado el jueves 4 por la jueza de 13er Turno, Ana Ruibal, señala que esa repartición realizó operativos en la frontera cuando salían ómnibus con barrabravas de Peñarol y comprobó que no se registraba a todos los pasajeros.

Una fuente judicial dijo a El País que en los ómnibus de hinchas mirasoles figuraban 48 pasajeros cuando, en realidad, viajaban 52. "Esos cuatro eran personas buscadas por la Policía por diferentes delitos. Uno de los hinchas bajaba al puesto de Migración con todos los documentos de identidad de los pasajeros y nada decía que habían otros cuatro escondidos dentro del ómnibus. Lo mismo se hacía a la inversa", expresó la fuente.

Entre los delincuentes prófugos ocultos en aquel momento por la hincha mirasol había personas buscadas por homicidio y otras investigadas por rapiñas y tráfico de drogas.

El 20 de julio de 2014, otro informe del Departamento 4 de Inteligencia Policial elevado al juez Homero da Costa señala: "Cada vez que Peñarol juega afuera del país, barrabravas de ese club contratan ómnibus para llevar hinchas y evaden los controles migratorios, registrando una menor cantidad de personas que las que cruzan realmente la frontera. Esto fue confirmado por personal de esta Dirección en diversos controles realizados".

El expediente judicial también revela que, en otra ocasión, en ómnibus de parciales mirasoles ingresaron al país cuatro hinchas desde Argentina, de los cuales dos eran buscados y luego fueron procesados por la Justicia, expresó la fuente.

Entradas.

El expediente judicial al que accedió El País reúne informes y documentos que comprenden unos 1.000 folios. Se trata de la mayor investigación sobre los barrabravas uruguayos de la historia judicial.

Por ejemplo, allí se cuenta que, en marzo de 2013, dos efectivos policiales recibieron información sobre que en la casa de José Aurelio Borba Moreira, una persona que entonces contrataba ómnibus para hinchas mirasoles, había una planta de marihuana. Con autorización de Borba Moreira, los policías ingresaron a la casa. Además de la planta, encontraron un "ladrillo" de marihuana y 50 entradas para el partido Vélez-Peñarol.

Estos boletos fueron dados de obsequio por Peñarol a un entonces referente de la barra y este se los entregó a Borba Moreira para que organizara una excursión a Buenos Aires. En el expediente surgió que hinchas mirasoles se beneficiaron en muchas oportunidades de entradas gratuitas entregadas por "algunos directivos".

El entonces juez de 13er Turno, Homero da Costa, procesó con prisión a Borba Moreira —tenía seis antecedentes penales— por tráfico de drogas.

Operación Buenos Aires.

A las 11:20 horas del 20 de noviembre de 2013, Luis Alberto Suárez do Carmo cayó malherido de un disparo por la espalda dentro del salón "La Tortuga", ubicado en la esquina de Buenos Aires y Guaraní. En la lista de sospechosos del homicidio de este hombre figuraban antiguos referentes de la barra brava de Peñarol. Dentro del grupo también se encontraba Hugo Ariel Bogado Albín, un delincuente que vivía a pocos metros de la víctima y había salido hacía un mes de la cárcel. Completaban el grupo otras personas con antecedentes penales y un menor de edad.

Como Do Carmo tenía múltiples antecedentes penales por hurto, rapiña, tenencia de armas y copamiento, en un principio la Policía calificó el hecho como un ajuste de cuentas. Poco después, investigadores supieron que había un trasfondo de drogas. Al saberse buscado por la Policía, Bogado Albín huyó a Buenos Aires. Allí recibió giros de dinero que fueron levantados por otro uruguayo. El juez penal de 1er Turno, Juan Carlos Fernández Lecchini dispuso la captura internacional de Bogado Albín y de su cómplice quien tenía documentos argentinos.

El 13 de marzo de 2014, Peñarol jugó contra Arsenal en la capital argentina por la Copa Libertadores.

Un informe de Inteligencia Policial, que a mediados de 2014 tenía carácter "Reservado", señala: "El comisario S. recibió una llamado anónimo de que Bogado Albín había ingresado al país escondido por la hinchada de Peñarol a su regreso de un partido en Argentina".

El documento agrega que el prófugo había regresado al país para visitar a su hija que cumplía años.

"Se establece un puesto de vigilancia en la casa de la hija de Bogado Albín. El ahora detenido salió de la finca vestido de jean y remera de color rojo con una rueda de moto en una mano. Al llegar a la intersección de Robinson y Pablo Pérez se le dio la voz de alto. Tiró la rueda y se dio a la fuga", señala el documento policial enviado al juzgado penal.

"Regresé (de Buenos Aires) con la hinchada de Peñarol en un ómnibus. Me ayudaron. Llegando a Montevideo el día 14 de marzo de 2014. Luego me fui al barrio Marconi a la casa de una de mis primas. Posteriormente fui a la casa de mi expareja donde estuve hasta que me agarró la Policía", declaró Bogado Albín según consta en el expediente judicial.

Los hinchas mirasoles acusados por Bogado Albín quedaron en libertad. Finalmente, la Justicia procesó con prisión a Bogado Albín por homicidio.

Una doble investigación.

La Policía tiene registrados a unos 400 hinchas considerados violentos. Pertenecen a las hinchadas de Peñarol, Nacional, Cerro y Danubio. Las investigaciones policiales por homicidios entre facciones rivales, tráfico de drogas, violencia privada y rapiñas son continuas. En el expediente del Juzgado de 13er turno surge un informe sobre dos unidades policiales que iban a realizar escuchas a los mismos barrabravas por distintos delitos (copamiento e incidentes en el Estadio Centenario, respectivamente). El entonces juez penal Homero da Costa decidió que una sola repartición realizara las escuchas y que le pasara la información a la otra. En otros juzgados, se investiga la vinculación entre presos e hinchadas violentas.

EXJUEZ DA COSTA.

"Los barras son un bando de matones".

El expediente judicial también relata las investigaciones e intervenciones telefónicas realizadas a dos barrabravas de Peñarol procesados por la Justicia por distintos ilícitos, hoy en el Penal de Libertad.

La Policía constató que un celular de uno de los procesados era utilizado por varios reclusos y comprobó que el aparato se utilizaba para comercializar estupefacientes dentro de la cárcel.

En abril de este año, la fiscal Mariela Luzi solicitó el pasaje al juzgado de Libertad la parte del expediente vinculado con el mal uso del celular por parte de presos.

También solicitó al entonces juez Homero Da Costa que archivara el expediente por entender que no habían surgido otras novedades tras los procesamientos.

El 27 de abril de este año, Da Costa señaló: "Existen innumerables posibilidades de seguir adelante con esta instrucción tendiente a la determinación de los individuos de la mal llamada barra brava".

Agregó: "En realidad son un simple bando de matones que llevan a cabo actos vandálicos e incitan a la violencia y al homicidio con cánticos en las tribunas para ingresar en grupo a los estadios burlando la vigilancia y los controles policiales".

Sostuvo que si se realiza un trabajo coordinado con la Dirección de Inteligencia se podría identificar a los individuos que comandan estos grupos. Da Costa se jubiló el 29 de abril, dos días después.

Tres años antes, el 9 de marzo de 2013, Da Costa le preguntó al entonces presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Sebastián Bauzá si los barrabravas cometieron actos de violencia dentro de los clubes. Bauzá respondió: "Sé que ha habido problemas con jugadores y técnicos".

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"Regresé con la hinchada, luego me fui al Marconi", dijo un prófugo al juez. Foto: archivo

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