Para el presidente Tabaré Vázquez en educación primero manda la ministra, María Julia Muñoz, y después el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen), Wilson Netto, dijeron fuentes gubernamentales a El País.

Se terminaron los tiempos en que el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) mira desde afuera lo que se hace. Los sindicatos dicen que se viola la autonomía. Desde la propia cartera y el Codicen advierten que no hay otra manera de trabajar que juntos.

La puesta en escena del acto del pasado jueves, en el que se presentó, sin muchas novedades, el camino para "cambiar el ADN de la educación", lo mostró. En medio la ministra. Después las autoridades del Codicen, y después los directores de los consejos desconcentrados de Primaria, Secundaria y UTU. Un equipo con el que el presidente está dispuesto a hacerle frente a los sindicatos y a defender el proyecto de ley de Presupuesto.

La primera señal de determinación contra los gremios fue declarar la esencialidad de la educación en medio del conflicto de agosto. No le salió del todo bien la medida a Vázquez. Los sindicatos de Montevideo se resistieron y continuaron con los paros incluso luego de que él cediera a levantar la esencialidad. Ahora, a fines de este mes, el gobierno de la educación instrumentará otra medida de fuerza. Les descontará los paros en una sola cuota a los docentes de Primaria y Secundaria.

Cada medida es defendida en bloque, tanto por el presidente, como por el MEC y la ANEP, aunque muchas veces no estén de acuerdo. Por eso, sostienen desde dentro del Codicen, fue que se dio cese a la representación de la oposición dentro de la educación. No quieren que los contradigan.

Manda Muñoz