El presidente Vázquez confía en conseguir “muchos logros” en 2017.

Cordero a las brasas, varias charlas informales entre ministros, y un paseo en la tarde por los establos de la estancia, sirvieron para amenizar las dos —largas e intensas— jornadas de trabajo del fin de semana.

El presidente de la República, Tabaré Vázquez, convocó a su gabinete para iniciar la planificación del año. El jerarca marcó los lineamientos centrales que quiere que estén plasmados en la estructuración del presupuesto.

Dijo a sus ministros que es "muy optimista", que siente que "conseguirán muchos logros" en el año, pero que los incrementos presupuestales solo serán para las áreas definidas prioritarias por el gobierno.

Educación, Sistema de Cuidados, seguridad y vivienda. Solo en esas áreas el Poder Ejecutivo está dispuesto a otorgar más dinero. Esos aumentos estarán incluidos en el proyecto de ley de Redención de Cuentas que el gobierno deberá entregar al Parlamento antes del 30 de junio de este año.

La Estancia Presidencial de Anchorena, en Colonia fue el lugar elegido para el encuentro. Durante todo el sábado y domingo, todos los ministros trabajaron a puertas cerradas. El Consejo de Ministros recibió las indicaciones del presidente Vázquez.

Según cinco fuentes del gobierno consultadas por El País el presidente hizo especial hincapié en pedirles a sus ministros que "aprieten todos los gastos", y que cada definición sea estudiada "al máximo". Solo se aceptará otorgar partidas presupuestales a los compromisos asumidos en la campaña electoral, dijo el mandatario.

En el arranque del mandato, el ministro de Economía, Danilo Astori, resolvió "partir en dos el presupuesto". Por eso, la actual discusión de la Rendición de Cuentas tiene las características de la definición de un nuevo presupuesto para los tres años que restan de mandato.

Los ministros pactaron con el presidente mantener total reserva de lo conversado en la reunión. El jefe de Estado dijo que se emitiría un comunicado oficial a través de la página Web de Presidencia. Vázquez sabe que será una negociación presupuestal compleja ya que el Frente Amplio no tiene asegurada la mayoría parlamentaria para aprobar los proyectos de ley que impulse, y al mismo tiempo las presiones sindicales por más dinero serán fuertes.

Pidió que se trabaje con mucha responsabilidad, dedicación y cautela. Por eso, fue que solicitó reserva. Para Vázquez, es importante lograr definir la Rendición de Cuentas con el apoyo del partido de gobierno, y evitar las discusiones públicas que puedan complicar la negociación.

Hoy la interna del Frente Amplio no tiene una posición unitaria sobre el tema, y hay varios grupos que reclaman fuertes incrementos de gastos financiados con nuevos impuestos. Por todo esto es que el jefe de Estado quiere que se maneje el tema "con suma prudencia", dijo a El País uno de los jerarcas del Ejecutivo consultados ayer de tarde.

Tres de los informantes señalaron a El País que el clima de trabajo "fue estupendo", que no se plantearon objeciones a la estrategia planteada por Vázquez y que la sintonía en el Consejo de Ministros fue plena.

"El presidente manifestó un gran optimismo en que el 2017 será un gran año en la concreción de logros. Y nos pidió que trabajemos con ese espíritu. Pidió austeridad, y trabajar fuertemente en conseguir logros concretos que la ciudadanía pueda ver", dijo una de las fuentes de gobierno consultadas.

En el comunicado —publicado ayer lunes en la tarde— la Presidencia de la República admitió que los años 2015 y 2016 fueron complejos y difíciles, como se había previsto de antemano. "Actuando con seriedad, responsabilidad, coherencia y prudencia, logramos superar dichas dificultades. (…) En el 2017 y en lo que resta de este gobierno actuaremos tal cual lo hiciéramos durante los dos años anteriores mencionados", dice el texto.

El documento anuncia que se trabajará para cumplir las metas del programa de gobierno y que ese es el "objetivo fundamental e irrenunciable". Vázquez ha definido a ese programa como "la Biblia". "Actuaremos con prudencia, equilibrio y la convicción que lograremos las metas que nos hemos planteado", detalla el comunicado.

Previo a este encuentro, el ministro Astori ya había adelantado que la discusión presupuestal, por la que se pretende darle más recursos a la educación y otras aéreas definidas como prioritarias, será cuidando mucho "los números".

El jefe del equipo económico no quiere que se dispare el déficit y sí lograr la meta definida en el programa.

"La próxima Rendición de Cuentas a enviar al Parlamento debe mantener el equilibrio, para así poder cumplir con el programa de gobierno y la meta de 2,5 % como máximo de desequilibrio fiscal al final del período" quinquenal en 2020, dijo Astori diez días atrás en una ronda con periodistas.

Por eso, la discusión en la interna del gobierno —y también dentro del Frente Amplio— será: cumplir con las promesas electorales de reforzar presupuestalmente a determinadas aéreas, o cumplir con el objetivo de reducir el déficit asumido ante la ciudadanía.

En el Ministerio de Economía saben que ambas cosas serán difíciles de cumplir en su totalidad. El presidente solicitó al partido de gobierno que defina propuestas para la Rendición de Cuentas.

Eso preocupa al equipo económico. Varios de los integrantes del equipo temen por las fuertes exigencias que puedan llegar desde la fuerza política, dijo a El País una fuente del Ejecutivo.

El oficialismo está preparado para enfrentar la discusión presupuestal más compleja desde que es gobierno. Por primera vez en su historia desde que está en el poder no tiene asegurada la mayoría parlamentaria para aprobar las leyes que impulse. Esta vez, el Frente Amplio deberá salir a negociar con la oposición.

La decisión del diputado Gonzalo Mujica —electo por el MPP— de salir de la bancada oficialista dejó al partido de gobierno en un escenario de debilidad parlamentaria. El Frente Amplio tiene mayoría parlamentaria en el Senado, pero no en Diputados. Para aprobar una ley necesita la mayoría en ambas Cámaras; de lo contrario la iniciativa naufragará.

Las fuentes de gobierno consultadas por El País explicaron que la pérdida del "voto 50" no se trató "explícitamente" en la reunión en Anchorena. Sin embargo el tema fue tratado lateralmente y todo el gabinete es consciente de esa "cierta debilidad" parlamentaria.

Por eso, el presidente Tabaré Vázquez se comunicó por teléfono con el presidente del partido de gobierno, Javier Miranda, para pedirle que discutan sobre la Rendición de Cuentas y le presenten las aspiraciones en un documento. El mandatario informó a sus ministros que quiere un mayor "involucramiento" del Frente Amplio y que antes de presentarles el proyecto esperará las aspiraciones de la coalición de izquierda.

PABLO S. FERNÁNDEZ

RENDICIÓN DE CUENTAS NEGOCIADAPABLO S. FERNÁNDEZ