Una auditoria de urgencia realizada ayer por el Ministerio del Interior constató que la filtración de datos a un empresario sobre un constructor se produjo en una dependencia policial ubicada en el Aeropuerto de Carrasco y no en oficinas de Interpol como lo sostuvo un documento judicial.

Fuentes policiales indicaron a El País que varios agentes señalaron que un empresario aeronáutico ingresó a la dependencia acompañado por un agente amigo y tuvo acceso a datos reservados sobre el constructor con quien mantiene diferencias económicas por la refacción de una vivienda. El empresario adelantó US$ 13.000 al constructor y este abandonó la obra.

El empresario concurrió al Aeropuerto de Carrasco y tuvo acceso al prontuario del constructor. Luego se dirigió a la casa del constructor y cargó en un trailer herramientas. Al llegar la Policía, fue detenido.

En el Juzgado, el empresario le dijo a la jueza Fanny Canessa y al fiscal Ricardo Perciballe que un policía conocido como "Bebo" le permitió el ingreso a oficinas policiales y le mostró en un monitor datos reservados del constructor, a los cuales se accede solo por orden judicial.

Ante esta declaración, Canessa resolvió abrir una investigación sobre la supuesta filtración de datos.

A pedido del fiscal Perciballe, la jueza Canessa procesó al empresario, sin prisión, por violencia privada.

DEPENDENCIA POLICIAL