Cerca de 50 accidentes aéreos ocurridos en Uruguay aún no fueron terminados de investigar por la Fuerza Aérea, por distintas razones: poco personal, desidia, enorme volumen de trabajo causado por elevada accidentalidad de aviones fumigadores y trabas burocráticas en el otorgamiento de viáticos.

Fuentes del Ministerio de Defensa señalaron a El País que una gran parte de estos siniestros aéreos no provocaron víctimas mortales, ya que los investigadores de la Comisión Investigadora de Accidentes e Incidentes de Aviación (Ciaia) se concentran en los accidentes donde sí ocurrieron fallecimientos.

La Ciaia es un organismo de la Fuerza Aérea especializado en la investigación de los accidentes e incidentes graves de aviación ocurridos en territorio uruguayo.

En este momento, la Comisión cuenta con cuatro investigadores y un jerarca de la Fuerza Aérea que también realiza relevamientos de campo. Hasta hace poco eran solo dos. Sin embargo, el volumen de trabajo de esta comisión creció en forma exponencial en los últimos cinco años.

Entre el 2012 y este año, los investigadores debieron lidiar con varios casos de magnitud, con víctimas fatales: la caída del avión de Air Class, el accidente de una aeronave a poca distancia de Carmelo y el siniestro ocurrido en aguas de la Laguna del Sauce, en Maldonado. Un ejemplo del atraso de la Ciaia es el análisis del accidente del avión de Air Class caído en el Río de la Plata el 6 de junio de 2012. En el siniestro fallecieron los pilotos Walter Rigo y Martín Riva, cuyos cuerpo no se encontraron.

El 25 de julio de 2014, dos años después del accidente, la Comisión Investigadora hizo público su informe sobre el accidente del avión de Air Class señalando que el mismo se debió fundamentalmente a fallas humanas. Sin embargo, familiares de los pilotos denunciaron irregularidades en el mantenimiento del avión. El caso es investigado por la jueza penal Adriana de los Santos y el fiscal Juan Gómez.

Frente a la rotonda ubicada en la entrada del antiguo aeropuerto de Carrasco, hay un hangar repleto de restos de los aviones caídos donde perecieron pilotos y tripulantes. Allí se encuentran el avión argentino siniestrado en el Río de la Plata cerca de Carmelo (2014), el helicóptero en el que viajaba el abogado Daniel Ferrere (2010), restos del aparato de Air Class (2012), el bimotor que cayó en Laguna del Sauce y aerogiro accidentado en Minas (2015).

Un hangar de la Fuerza Aérea repleto de aparatos caídos