El Pit-Cnt recibe hoy en su sede al ministro de Economía, Danilo Astori, con la premisa de que la ronda salarial que comienza este año e involucra a 800.000 trabajadores debe privilegiar un aumento importante de los sueldos sumergidos y del Salario Mínimo Nacional.

También sostiene, como concepto general para negociar, que los salarios no pueden crecer a menor ritmo que la economía.

El talante de Astori es bien diferente. Ayer, dejó claro ante el Parlamento que hoy su prioridad es combatir la inflación y llevarla en 18 meses al rango meta (entre 3 y 7 por ciento). Los aumentos salariales, en la visión del Ministerio de Economía, tienen un importante componente inflacionario mientras que el Pit-Cnt discrepa con esta interpretación. Sin embargo, el mensaje de Astori será claro y, tal como lo manifestó el martes el propio presidente Tabaré Vázquez, pedirá moderación en los reclamos en atención a la situación del país, donde el control de la inflación resulta clave en un escenario de desaceleración del crecimiento y del ritmo de las exportaciones, entre otros factores que desmejoran y generan interrogantes hacia el futuro.

Ayer, el diputado blanco Jorge Gandini le preguntó a Astori en la Comisión de Hacienda cuáles serían las pautas para negociar salarios a partir del segundo semestre del año y si se tomaría en cuenta la inflación pasada o la futura y si habrá recuperación en términos reales de los salarios. Astori respondió: "todavía no tenemos pautas". "Estamos recién comenzando, como parte de esta primera etapa, a intercambiar reflexiones y opiniones con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social", agregó.

Esta semana el Pit-Cnt, a través de su instituto Cuesta Duarte, marcó la cancha al señalar que la participación de los sueldos en el Producto Interno Bruto está estancada y que hay que mejorar las remuneraciones más bajas. Vázquez, que el martes reconoció la desaceleración de la economía, anunció que se vienen épocas de moderación salarial al decir que confía en la madurez del movimiento sindical. Y Astori ya advirtió que, al menos en algunos casos, se deberá dar prioridad al mantenimiento de las fuentes de trabajo por sobre los aumentos salariales.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Industrias, Washington Corallo, dijo a El País que el sector confía en que las pautas "estén ligadas a la productividad y competitividad".

En su último informe de coyuntura el instituto Cuesta Duarte señala que "este año comienza una nueva ronda de Consejos de Salarios que involucra unos 800.00 trabajadores (...) Esto provoca grandes expectativas entre los trabajadores. (...) La priorización de los salarios más bajos y un crecimiento más rápido del salario mínimo nacional de manera de alcanzar nuevos avances en materia distributiva y mejorar los ingresos más sumergidos son líneas estratégicas en materia de negociación". "A pesar del histórico crecimiento salarial logrado por los trabajadores en la última década, la participación de la masa salarial total sobre el producto interno se encuentra en niveles inferiores a los guarismos del período previo al estallido de la última crisis, en 1998. Dicha participación se encuentra prácticamente estancada desde hace 5 años. Además, un número importante de trabajadores siguen percibiendo ingresos que podríamos calificar como bajos o muy bajos. Continuar el proceso de crecimiento de los ingresos de los trabajadores es fundamental para que el país avance en términos de justicia social", advierte el Pit-Cnt.

Astori fue muy cauteloso ayer ante las preguntas de los legisladores pero sí admitió que se quiere mejorar el resultado fiscal y que la situación regional es sombría, en particular en Argentina, Brasil y Venezuela, lo cual ha provocado una caída de las exportaciones hacia esos destinos. Esto se ve mitigado, en parte, por la diversificación de mercados que ha obtenido el país, señaló. El diputado del Partido Independiente, Iván Posada, sostuvo entonces que "Uruguay está caro en dólares" "Esta situación que ha venido quedando en mayor evidencia como consecuencia de este proceso de depreciación de la moneda brasileña, nos sitúa en un contexto —si hacemos memoria, desde el punto de vista exclusivamente de los indicadores de tipo de cambio real— similar a lo que era nuestro país luego de la devaluación en Brasil, en enero de 1999.", señaló. El legislador preguntó entonces a Astori qué medidas se tomarían al respecto. El ministro respondió que "existe un problema de desalineamiento de precios relativos; por supuesto que sí. Esto supone un desafío fundamental en el diseño de la política fiscal, de la política monetaria". Pero no avanzó más allá de ese comentario.

Astori insistió en que el gobierno será cauteloso en la elaboración del presupuesto, que el "espacio fiscal" será "moderado" en los años próximos y que se vigilará la calidad del gasto e inversiones. Una de las pocas definiciones vino del futuro presidente del Banco Central, Mario Bergara, que dijo que una de las prioridades en el terreno presupuestal será el Sistema Nacional de Cuidados que "seguramente, va a quedar protegido en base a las posibilidades que efectivamente la situación fiscal va a mostrar en este marco de sustentabilidad y consistencia". Aunque Gandini se lo preguntó, Astori no quiso decir qué pasará con inversiones ambiciosas como el Antel Arena, la instalación en todo el país de fibra óptica o las obras para mejorar la infraestructura vial y ferroviaria.

Astori trató de dar un mensaje optimista: "es muy probable que las condiciones un tanto deprimentes que hay en la región más vecina, incluso ayuden a que Uruguay reciba un volumen importante de inversiones", dijo, y llamó a construir un buen clima de negocios.

El ex presidente José Mujica insistió en que el gobierno no puede aducir que no conocía bien la situación macroeconómica que recibió. "Astori sabía todo lo que estaba pasando en el país, debe de estar macheteando ante la situación del presupuesto. Sabe todo, más que yo, no tiene ninguna sorpresa. No me jodan, si (Mario) Bergara era el ministro, ¿porqué me vienen con esas novedades?" , le dijo Mujica a El País.

Como ya hizo en el pasado, el ex ministro de Economía, Mario Bergara, deslizó un comentario crítico sobre la conducción macroeconómica de Argentina y la confiabilidad de las cifras oficiales de ese país. "Las cifras de Argentina a veces son un poco difíciles de manejar: la cifra oficial de crecimiento del Indec correspondiente al año pasado fue de 0,5%, pero las cifras no oficiales hablan de una caída que estaría en el entorno del 1,5%", señaló Bergara.

El director de la Asesoría Macroeconómica, Andrés Masoller, advirtió que "los nuevos recursos van a ser escasos dada la situación internacional y local". "Por lo tanto, hay un desafío no solo del equipo económico sino también del Parlamento porque, en última instancia, es donde se definen los recursos para cada uno de los Ministerios y organismos públicos. La idea es aprovechar al máximo los recursos existentes", precisó.

El ministro de Economía, Danilo Astori, estimó que las tasas obtenidas en la última colocación de títulos públicos constituyen una muestra de que el mercado sigue confiando en Uruguay. Y recordó a los legisladores que "hace pocos meses Uruguay reabrió un bono global en moneda extranjera, con plazo 2050 y lo colocó a una tasa fija de 5% de interés. Esto no lo hace cualquiera en el mundo, y esto se llama confianza".

A las 8:00 de ayer, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, llamó al dirigente de los funcionarios judiciales Gustavo Signorelle y le dijo que el gobierno quiere constituir un ámbito de negociación con su sindicato para el que designó el prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo, al director de Trabajo, Juan Castillo y al director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Álvaro García, para llegar a un acuerdo respecto al reclamo de los trabajadores de un aumento salarial retroactivo. Signorelle dijo que el sindicato está dispuesto a negociar pero aclaró que no aceptarán ningún incremento inferior al 26%. En 2011, una ley "enganchó" las remuneraciones de los ministros de la Suprema Corte de Justicia y de varios grupos de funcionarios (entre ellos los judiciales) a las de los ministros de Estado. Esto no fue advertido inicialmente por la bancada oficialista. Una ley de diciembre pasado estableció un aumento de 8% que provocó la furia del sindicato que la recurrió por inconstitucional.

Ayer, el ministro de Economía, Danilo Astori, comentó en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Representantes que no veía la situación como un conflicto de poderes sino como un simple conflicto salarial. El presidente Tabaré Vázquez señaló que "por supuesto" se pagará a los judiciales y que en mayo el gobierno hará una o dos propuestas al respecto.

"No nos podemos quedar atrapados en un callejón, tiene que haber una salida", dijo ayer Astori a los parlamentarios. Las negociaciones se llevarán adelante con discreción. Pablo Ferreri, subsecretario de Economía, dijo que "el Poder Ejecutivo está dispuesto a negociar, está trabajando en su conjunto y esperemos que todas las partes puedan llegar a los acuerdos necesarios para cumplir con la ley y que se vean colmadas las aspiraciones de todos dentro de las posibilidades presupuestales".

prioriza la inflación y la central pide fuerte aumento para sueldos sumergidos