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Asesinato provocó miedo y paranoia

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La gran pregunta que se hacen todos los vecinos de Los Cerrillos es cómo Arno Wollensak eligió esa zona de Canelones para refugiarse, y por qué se fue de allí intempestivamente hace unos meses.

Wollensak había abandonado Belize (Centroamérica) en 2002, cuando la secta se disolvió tras las denuncias en los medios europeos y en la Justicia. De allí recaló en Surinam, donde obtuvo los pasaportes falsos para él y su pareja, y en 2007 ingresó en Uruguay.

Una versión señala que Wollensak fue ayudado por un vecino europeo de la zona de Los Cerrillos. Un vecino muy notorio, dedicado a negocios de importación. Pero éste lo niega.

"Él ya era propietario de un campo de Lavalleja. Por razones de salud quería algo más cerca de Montevideo. Vendió en Lavalleja y compró acá", dijo.

Pocos meses antes de su muerte —cuando su verdadera identidad como líder de una secta ya era de dominio público por su procesamiento en Uruguay— Wollensak supo que dos personas ingresaron a su campo para recolectar hongos. Andaban en una camioneta desvencijada. Eso puso en alerta al gurú alemán.

Le habló a un vecino si le podría facilitar un contacto en la Seccional 3° de Los Cerrillos. "No quería hacer denuncias. Solo tener a alguien a quien acudir. Se sentía perseguido", explicó el vecino.

Esa suerte de paranoia que persiguió a Wollensak en los últimos tiempos, ahora se ha contagiado a todos sus vecinos, que se sienten inquietos.

"Antes, las puertas quedaban abiertas y las herramientas se dejaban tiradas en los galpones", contó uno de ellos. Ahora algunos vecinos están armados y muchas mujeres no quieren quedarse solas por las noches.

Esa inquietud se hace mayor en la medida que no se aclaran las circunstancias del crimen y otros pormenores que lo rodean.

Búsqueda.

La Justicia uruguaya y los investigadores de la Policía aún desconocen el paradero de las dos mujeres que vivían con Wollensak.

No se sabe si lograron salir del país, y cómo, o si corrieron una suerte similar a la del gurú alemán.

El juez Marcos Seijas, a cargo del caso, ha interrogado a varios de los vecinos cercanos a Wollensak y ha solicitado información a Migración.

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