Desde 2012, la Fundación Pérez Scremini atiende al 70% de los pequeños.

Cada año aproximadamente 140 niños son diagnosticados con cáncer en Uruguay. La mayoría de ellos —el 70%— son atendidos en la Fundación Pérez Scremini que trabaja desde 2012 con niños y adolescentes de todo el país, brindándoles tratamientos de manera gratuita.

Antes de ella funcionaba desde 1988 la Peluffo Giguens, pero luego de 24 años, los directivos decidieron apuntar a otro servicio y crear un centro de Telemedicina.

Aquellos médicos que no estuvieron de acuerdo con la decisión, resolvieron renunciar y crear la actual fundación, con el objetivo de brindar la misma atención que la anterior, pero con un nombre diferente. Actualmente es el único centro del país que se dedica exclusivamente al tratamiento del cáncer infantil.

"Seguimos el camino que habíamos creado en el 88, para que los pacientes, especialmente aquellos que provienen de los extractos sociales más desprotegidos, tengan la misma oportunidad de curarse que los chicos que se atienden en el exterior", indicó Luis Alberto Castillo, director general del servicio médico de la Fundación. La meta es lograr que "se transforme en un centro de excelencia para el tratamiento del cáncer infantil", anotó.

La fundación, entre tratamiento —que puede durar 2 años— y seguimiento, atiende entre 1.500 y 1.600 chicos con cáncer. La enfermedad más frecuente es la leucemia, que constituye aproximadamente un tercio de todas las patologías oncológicas y lleva un tratamiento de dos años; lo segundo son los tumores del sistema nervioso central que son alrededor del 18 o el 20%. Entre 5% y 10% se reparten el resto de las enfermedades oncológicas, explicó Castillo.

La buena noticia es que gran parte de estos niños se salvan ya que, según el director médico, la fundación tiene los mejores resultados de la región en cuanto a sobrevida. "Nuestro centro hospitalario es líder en América Latina y alcanza un índice de sobrevida del 80%, lo que lo sitúa dentro del rango de los países desarrollados en este tema", aseguró.

Sin embargo, no siempre fue así. Antes que se creara la fundación, "había una gran diferencia entre los resultados que se obtenían en el área mutual y privada con respecto al área pública", explicó Castillo.

Según comentó el médico, "el servicio no era reconocido en el hospital, que funcionaba paralelamente al servicio de oncología de adultos y por lo tanto los resultados en cuanto a la sobrevida eran muy malos, ya que no solo no contaban con ningún tipo de recurso humano, sino que tampoco de infraestructura".

Pero con el surgimiento del centro, "hicimos un gran salto, que no solo implicó nuevas técnicas de tratamiento y diagnostico, sino también que haya la posibilidad de darle sustento a las familias que vienen del interior —que representan casi el 60% de los casos de niños con cáncer— y que no tienen recursos económicos suficientes para pagar el tratamiento", sostuvo.

Desde 1993, los niños y un familiar a cargo pueden alojarse en el Hogar La Campana, ubicado a pocas cuadras del centro, donde "se les brinda alimentación, apoyo y contención mientras dura el tratamiento". El hogar cuenta con 21 dormitorios con sus respectivos baños, cocina, biblioteca, comedor y una sala de juegos, entre otras comodidades.

En cuanto a los costos, "la parte básica está cubierta por ASSE, por lo que el Estado contribuye en forma importante para tratar esas patologías. Pero con los aportes solidarios que se hacen a través de la población y de las empresas, se logra el plus, y la calidad de la atención", precisó Castillo.

Una oportunidad para colaborar con la Pérez Scremini será el domingo 18 de septiembre, día en el que se realizará, a las 16:00 horas, una carrera de 5 kilómetros denominada "Corro por los Sueños". Todo lo recaudado a través de las inscripciones — que cuestan $ 450— será destinado a la fundación.

La Pérez Scremini funciona en el Hospital Pereira Rossell. Allí van los niños cuando requieren alguna intervención o tratamientos que duran más de 10 horas. De lo contrario, para los casos de controles y todos aquellos tratamientos que puedan hacerse en menos de 10 horas, se llevan a cabo en el llamado "Hospital de día", que está ubicado a pocos metros del Pereira.

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