El 7 de septiembre se celebraron los 20 años del suplemento Economía y Mercado del diario El País, con una conferencia en la que disertaron expertos económicos nacionales como Javier de Haedo, Carlos Steneri e Isaac Alfie, e internacionales Paulo Levy (Brasil) y José Luis Espert (Argentina). Entre las reflexiones sobre la situación actual del país, Alfie remarcó el peso tributario en los salarios, afirmando: “Si una persona gana más de $ 50.100 nominales, por cada peso adicional a esa cifra, $ 0,51 queda para el Estado". ¿Es así?

La carga tributaria
Un salario nominal de un trabajador de $50.100 equivale a $27.838 en “la mano”. Esto significa que, $22.262 corresponden al pago de diferentes tributos y aportes. ¿Cuáles son? El de mayor carga es el IRPF, el cual para un sueldo como este es del 25%, según la Rendición de Cuentas, pudiendo llegar al 36% en el caso de los sueldos más altos. Además, las deducciones por este impuesto corresponden al 8%, que se restan del aporte personal. Esta es la normativa vigente a partir del 1 de enero de 2017, a la cual se refiere Alfie según se lo comunicó a UYCheck.

Por otro lado, del salario también se descuentan los aportes personales: FONASA, jubilaciones y el Fondo de Reconversión Laboral (FRL). Según el simulador del BPS, por un sueldo nominal de $50.100 se descuentan: $7.515 de aporte jubilatorio (15%), $3.006 por FONASA (con hijos y sin cónyuge) (6%) y $63 de FRL (0,125%). Esto es un total de $9.833 por aportes personales.

Ahora bien, por concepto de salario también se realizan aportes patronales, que son tributos que paga el empleador por cada trabajador. En ese sueldo de $50.100 no están incluidos estos aportes, que para un nivel de salario como este serían de: $3.758 de aportes jubilatorios (7,5%), $2.505 de FONASA (5%) y $63 de FRL (0,125%). El aporte patronal total es de $6.326.

Entonces, en base a los dos cálculos realizados previamente es posible obtener el costo salarial, que es simplemente el salario más los aportes patronales. Este es el concepto utilizado por Alfie para estimar la carga tributaria. En este caso, del costo salarial es de $56.425, del cual un 50,7% son tributos (aportados por el trabajador y el empresario) y un 49,3% queda para el trabajador.

Fuente: Elaboración propia en base a DGI - BPS

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¿Se lo queda el Estado?
Más allá de las cifras, una discusión que se plantea en torno a este sistema tributarios es si es posible afirmar que “se lo queda el Estado”. Por ejemplo, el FONSA implica una contrapartida específica para el contribuyente relacionada a la prestación de servicios de salud. Los aportes jubilatorios también, en cierta forma, vuelven al trabajador una vez que este se retira. Aunque claramente se trata de tributos, la discusión queda planteada en torno a si son estrictamente comparables con otros impuestos como el IRPF o el IVA, por los cuales no se recibe una contrapartida directa.

Conclusiones
El economista Isaac Alfie fue uno de los disertantes de la conferencia por los 20 años Economía y Mercado. En su charla, mencionó que el Estado se queda con $0,51 por cada peso que se sume a un sueldo de $50.100.

De acuerdo al sistema tributario que regirá a partir del 1° de enero de 2017, el costo salarial está integrado por un 50,7% por impuestos y un 49,3% por remuneración neta, es decir lo que le queda al trabajador. Esto es efectivamente lo planteado por Alfie. Sin embargo, la referencia a este costo salarial incluye el sueldo nominal del trabajador y los aportes patronales realizados por el empleador pero que se realizan de forma independiente. Por cada peso más que gane un trabajador con un salario de $50.100, el aporte tributario es de $0,44, alcanzando el $0,51 con el aporte patronal. Por lo cual, la frase es engañosa.

UYCHECK