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El acuerdo del Pacífico ahoga a Uruguay en el cerrado Mercosur

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El ambicioso acuerdo que 12 países con costas al Pacífico oficializaron el lunes, y que representan la tercera parte del comercio mundial, tiene varias consecuencias negativas para Uruguay.

Expertos consultados por El País coinciden en que evidencia la creciente marginación del país de los convenios de este tipo más relevantes, mejora la posición de algunos de sus competidores directos como Australia y Nueva Zelanda, hace más urgente la necesidad de que el Mercosur concrete el tratado de libre comercio con la Unión Europea, y disminuye la relevancia de instancias multilaterales como la Organización Mundial del Comercio (OMC) a las que siempre ha apostado mucho.

Ya nada será igual en el comercio internacional tras el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por sus siglas en inglés) que -aunque necesita las correspondientes ratificaciones parlamentarias- involucra a la primera economía del mundo, Estados Unidos, y a la tercera, Japón.

Carlos Pérez del Castillo, asesor del canciller Rodolfo Nin Novoa, dijo a El País que “es un tratado muy importante al que tenemos que estar muy atentos porque es otro paso de nuestros competidores”. “El presidente (Barack) Obama ha puesto mucho capital político en esto y parece difícil que el Congreso finalmente no lo apruebe”, agregó. El acuerdo, destacó, es de gran ambición porque abarca todo el universo arancelario, abate barreras no arancelarias y comprende los servicios, las inversiones, la propiedad intelectual y las compras públicas.

Al igual que el TISA (acuerdo de liberalización del comercio de servicios del que Uruguay se autoexcluyó), el TPP fue impulsado ante la paralización de las conversaciones multilaterales de la OMC, señaló Pérez del Castillo.

Aislamiento.

Para Marcos Soto, de la consultora Price Waterhouse, el acuerdo TPP debería ser visto “con preocupación en Uruguay que sigue maniatado por el Mercosur, que nos ata pero no nos compra”. Soto advirtió que competidores de Uruguay como Australia y Nueva Zelanda, que también son importantes productores de lana y lácteos, ya tienen acuerdos comerciales con China y ahora integrarán el TPP. Comentó que el TPP “es un hito” que quizás provoque un sacudón a la OMC.

“La inserción internacional no es un proceso de corto plazo. Ahora Uruguay tiene que dar una discusión integral sobre qué va a hacer. Lo peor que puede pasar es la inactividad. Uruguay no tiene productos diferenciados. Produce lo que produce el mundo y precisa del mundo porque no es autosuficiente. Nuestra carne es buena pero no es la única carne buena. Pensamos que el Mercosur era el vehículo para insertarnos pero resultó un ‘fitito’ de los años 50. Está mal institucionalmente y no crea las condiciones para que haya más comercio”, sostuvo Soto.

El especialista mencionó que la fundación Getulio Vargas de Brasil ya está pronosticando que, como consecuencia del TPP, ese país podría ver caer sus exportaciones de carne, y consideró que quizás en Uruguay pase lo mismo. Para Soto, una consecuencia posible es que ante la falta de acuerdos comerciales, Uruguay se concentre más en el mercado de China, que hoy ya es el principal destino de sus exportaciones. Para él, esto sería negativo porque los mejores momentos de su performance exportadora se han dado cuando más diversificados estaban sus mercados.

La carta que le queda a Uruguay hoy es seguir apostando a un acuerdo con la Unión Europea aprovechando que, pese a la reticencia argentina, Brasil sigue aparentemente interesado en cerrarlo, opinó Soto.

Uruguay es observador de la Alianza del Pacífico, que tiene tres integrantes (México, Chile y Perú) en el TPP, pero esto no aparece como un elemento que hoy pueda acercarlo significativamente al flamante acuerdo. Cuando el expresidente José Mujica visitó en mayo de 2014 Estados Unidos, trató tangencialmente con funcionarios de ese país la posibilidad de que Uruguay se integrase al TPP, pero el entonces mandatario señaló luego que el tema debería ser resuelto por su sucesor.

El factor China.

El excanciller Didier Opertti explicó a El País que Estados Unidos y otros países están impulsando acuerdos como el TISA y el TPP ante la falta de avances en la OMC y la necesidad de contrarrestar la influencia de China (el principal exportador de bienes del mundo) “porque Occidente no quiere perder pie”. Y una consecuencia indirecta para Uruguay puede ser “una mayor dependencia del este asiático”, opinó. Eso, a su juicio, no sería bueno porque se debe tener en cuenta no la balanza comercial coyuntural sino la necesidad de la inserción con los países que son vanguardia en materia científica y tecnológica.

“Este tipo de acuerdo regionaliza y aleja la universalización de las soluciones. Hay una pérdida de influencia de la OMC que es la encargada de la gobernanza del comercio mundial pero que está en una suerte de inercia”, reflexionó.

Opertti es escéptico con respecto a la posibilidad de llegar a un acuerdo con la Unión Europea para la que hoy el Mercosur no es una prioridad. “Europa tiene muchos problemas, está muy afectada por la inmigración masiva. Brasil tiene problemas y Argentina también. Las grandes corrientes comerciales pasan hoy por el TPP. Entonces la prioridad para la UE hoy es Estados Unidos y no creo que el Mercosur esté hoy en un primer lugar de su agenda”, consideró. “Hay que sincerar al Mercosur sin ponerlo en riesgo porque está ahí, guste o no guste. El Mercosur tiene que lograr acuerdos con economías relevantes, no acuerdos simbólicos. Esto es sin dudas un desafío pero no puede seguir con una ‘agenda automática’, con declaraciones. Esto amerita una convocatoria extraordinaria del bloque para que se ponga al día”, enfatizó. Y Uruguay debe seguir buscando soluciones flexibles, como la que en su momento obtuvo para cerrar un acuerdo con México y procurar acercarse a la Alianza del Pacífico. “Hay escenarios para utilizar. Hay alternativas posibles”, consideró.

Por su parte, el excanciller Sergio Abreu recordó a El País que hay 264 acuerdos regionales vigentes y 150 en negociación y en ninguno está Uruguay. Y marcó su preocupación porque si bien el TPP es un acuerdo que puede sumar nuevos integrantes, no obliga a quienes lo suscriben a extender las ventajas que conceden a otros Estados.

En este contexto, a su juicio, el Mercosur hoy se caracteriza por tres grandes carencias: insuficiente apertura, falta de seguridad jurídica (no se cumplen sus laudos arbitrales) y poca flexibilidad para que sus miembros busquen acuerdos en solitario.

El Mercosur ya definió la semana pasada en Asunción una muy abarcadora oferta para un acuerdo con la UE (aunque Venezuela no se sumó) que en teoría debería ser entregada en noviembre, pero Abreu valora que un acuerdo con ese bloque “está cada día más difícil”.

Pesan factores internos del bloque europeo. Por ejemplo, los países de la UE que no pueden exportar alimentos a Rusia por las sanciones que se impusieron a ese país por su injerencia en Ucrania, no van a ver con buenos ojos la apertura del mercado del bloque al Mercosur. “Va a negociar con Estados Unidos. El Mercosur no tiene prioridad”, sostuvo. Además, al final actuará lo que Abreu denomina “la vieja trenza” y Brasil no avanzará en las conversaciones con la UE sin coordinar con Argentina.

Para Abreu, no se dará la posibilidad que se barajó este año de que el Mercosur firmara un acuerdo de “dos velocidades” con la UE al que se sumaría más adelante Argentina. La política comercial de ese país sigue siendo un elemento que contribuye a “cerrar” el bloque, advirtió.

OPINIONES.

Carlos Pérez del Castillo - Asesor de Cancillería.

"Uno de los objetivos de Estados Unidos es contrarrestar a China. Prefiero no opinar respecto a cuál debería ser la estrategia de Uruguay, pero es un acuerdo muy importante al que debemos estar muy atentos. Es otro paso de nuestros competidores. El TPP va más allá de la OMC".

Sergio Abreu - Excanciller.

"Hay una gran crisis del multilateralismo, entonces se lanzan estos acuerdos de agenda muy compleja. La apertura no es hoy el eje del Mercosur y el comercio intrarregional es muy bajo. Descendió de 48 a 22%. La ideología lo anestesió y a Uruguay se le dice si busca otros acuerdos tenemos que ir juntos, esperá tranquilo".

Marcos Soto - Price Waterhouse.

"Un problema del Mercosur es que no hay coordinación de políticas macroeconómicas y eso genera grandes asimetrías. Brasil es 30% más barato que Uruguay. Argentina y Venezuela tienen un mercado cambiario negro. Si estuviéramos bien, el TPP no sería un problema, pero no estamos bien".

Didier Opertti - Excanciller.

"Son perfectamente modificables las normas que no permiten que Uruguay busque acuerdos. Uruguay tiene un compromiso con Occidente y si no entra al TPP y no logra un acuerdo con la UE va a tener una mayor dependencia del este asiático. La OMC pierde influencia y se dirimen las controversias por fuera de ella".

SABER MÁS

UN ACUERDO QUE CAMBIA TODO.


Caen 18.000 aranceles para EE.UU.

El gobierno de Estados Unidos calcula que el acuerdo del TPP eliminará más de 18.000 aranceles que afectan a productos que exporta en los países con los que firmó. Se beneficiará el sector automotriz, los fabricantes de máquinas, los de productos de tecnología de la información, los de bienes de consumo, químicos y los de productos del sector primario como las paltas, el trigo, la carne de cerdo y la de vacunos.

Efectos de un acuerdo OMC-plus.

El excanciller Didier Opertti considera que se trata de un acuerdo "OMC-plus", es decir que va a más allá de lo que hoy se negocia en las estancadas conversaciones multilaterales de comercio. Modificará el sistema para resolver disputas entre los países y empresas e impedirá a las empresas tabacaleras usar el proceso para bloquear las iniciativas contra el consumo de cigarrillos que adopten los países. Se endurecerán normas laborales y ambientales.

Obama en un juego de geopolítica.

Durante buena parte de su gestión, el presidente Barack Obama prestó gran atención a África y Medio Oriente y ahora apuesta mucho al TPP para demostrar su anunciada voluntad de mantener a su país involucrado en Asia. De los 12 países que suscribieron el acuerdo, siete están en Asia y Oceanía (Japón, Vietnam, Brunei, Singapur, Malasia, Australia y Nueva Zelanda y cinco son americanos (Canadá, México. EE.UU., Chile y Perú).

La creciente influencia de China.

Muchos países asiáticos tienen acuerdos comerciales con China. Australia firmó uno en junio, aunque aún no fue aprobado por su Parlamento. China además es un importante financiador de países asiáticos y de otros del continente. El Banco de Desarrollo de China y el banco de Exportación-Importación de ese país prestan más en Asia que el Banco Mundial (con sede en Washington) y el Banco de Desarrollo de Asia sumados.

Expertos dicen que ahora lo mejor sería apurar el tlc con EuropaJUAN PABLO CORREA

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