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Tras acuerdo con las estaciones, el gobierno va ahora por los taxis

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Los taxis han sufrido mucho la delincuencia recientemente.Foto: F.Ponzetto

Economía y la patronal analizan opciones para dejar los pagos con efectivo.

La patronal del taxi acelera las tratativas para instrumentar el pago con tarjetas de débito y de crédito en los taxímetros aunque todavía no se aventura a decir en qué plazo eso será posible. Óscar Dourado, presidente de la patronal, dijo a El País que están trabajando "a full para cumplir con las directivas del gobierno respecto a esto". Dourado señaló que no se realizará ningún acuerdo previo con ningún proveedor de soluciones informáticas para no obstaculizar las tratativas con el gobierno.

Hoy hay 1.150 taxis en condiciones de cobrar pagos con tarjeta. Equiparlos con todo lo necesario demanda alrededor de US$ 1.700 por unidad.

Dourado estuvo reunido el miércoles con los asesores del Ministerio de Economía encargados de los programas de "inclusión financiera". La gremial del taxi, al igual que Cambadu (comerciantes minoristas), los distribuidores de alimentos y bebidas y los carniceros han planteado la necesidad de eliminar el efectivo para disminuir la posibilidad de robos.

Por su parte, la Unión de Vendedores de Nafta realizó ayer una asamblea informativa para interiorizar a sus asociados sobre el cronograma adoptado para terminar con los pagos en efectivo en las estaciones de servicio. En la gremial se considera fundamental que haya medios de pago para aquel sector de la población que hoy no tiene plásticos, que debería tener un medio de pago de costo razonable. La gremial tiene previstas reuniones para analizar el punto con una empresa de red de cobranzas, interesada en lanzar un mecanismo de prepago, según supo El País.

"Hay todavía un montón de zonas grises", dijeron fuentes de la gremial. "No está claro que se pueda llegar en fecha con un sistema de prepago", agregaron.

A los estacioneros les interesa conservar el mercado de los motociclistas, algunos de los cuales pueden estar en el sector de la población que no tiene plásticos. Con una tarjeta prepaga el mismo cliente se encargaría de cargar el dinero en un local de pagos, iría a la estación y cargaría combustible. La gremial está recibiendo consultas de asociados y de usuarios de las estaciones. En Uruguay hay 477 estaciones de servicio, en las que trabajan 8.500 personas entre propietarios y empleados. Unas 150 están en Montevideo y prácticamente el 90% ha sufrido robos alguna vez. En los últimos años fueron asesinados en asaltos dos propietarios de estaciones de servicio y dos empleados. La gran mayoría de los asaltos se realizan en Montevideo y Canelones.

Los estacioneros también quieren que bajen las comisiones que las estaciones de servicio pagan a los emisores de tarjetas, que en la actualidad llegan al 1,5% de las ventas.

Al menos una empresa ha ofrecido al gobierno y los vendedores de nafta dispositivos que se instalarían en los surtidores de combustibles y que constituirían un elemento más para garantizar que no se realicen ventas con efectivo.

La gremial pidió al gobierno pero no obtuvo el detalle de la distribución de tarjetas de crédito por departamento, información a la que quería acceder para formarse un panorama completo de la situación que se planteará.

Los datos del Banco Central del Uruguay (BCU) indican que a diciembre del año pasado había en Uruguay 2,8 millones de tarjetas de crédito en circulación y 1,1 millones de tarjeta- habientes. Existen en Uruguay 1,1 tarjetas de crédito por adulto. El 45% de los adultos uruguayos es tarjetahabiente. Por otro lado, los Points of Sale (Pos) que se requieren para la operativa con los plásticos son 45.488, 1,1 por cada 1.000 habitantes. Hay 40.100 comercios que tienen estos dispositivos. Al cierre de diciembre del año pasado se había incrementado la cantidad con respecto a fines de junio en 13%.

Por otro lado, aumentará la cantidad de plásticos porque a partir de octubre próximo será obligatorio el pago de salarios con tarjetas de débito.

El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, dijo ayer que las medidas en las estaciones de servicio serán complementadas por otras de incremento de vigilancia y recordó que se sumaron 1.000 policías al patrullaje en Montevideo que actuarán con horarios flexibles. El ministerio está atento al "corrimiento" del delito que puede producirse cuando se to-man medidas que mejoran la seguridad en ciertos puntos, como sucede con la instalación de cámaras.

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Los taxis han sufrido mucho la delincuencia recientemente.Foto: F.Ponzetto

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