Quieren difundir video con torturas que recibió en prisión.

El abogado de Jihad Ahmad Diyab, el refugiado de Guantánamo en Uruguay de quien se desconoce su paradero desde hace un mes y medio, sostuvo que este le informó que "estaría inubicable por teléfono, mail o Skype durante el mes entero del Ramadán (del 6 de junio al 6 de julio) e incluso una semana después".

Jon Eisenberg, el abogado, escribió un artículo esta semana bajo el título "La verdad sobre el exprisionero de Guantánamo desaparecido en Uruguay", que fue publicado por Public Radio International de Estados Unidos, en el cual hace una defensa de su cliente y advierte sobre la divulgación de un video en el cual se ven las torturas a las que fue sometido.

Diyab "no me dijo por qué, pero amigos suyos me explicaron que se encuentra en retiro religioso en el noreste de Uruguay. Y me dijo que estaba ansioso por la inminente visita a Uruguay de su esposa e hijos, que no ve desde hace 14 años", precisó el abogado.

También señaló que él y su cliente hicieron "planes para hablar nuevamente a mediados de julio", al tiempo que reconoció no saber "dónde está ahora".

Esta semana, el ministro del Exterior, Rodolfo Nin Novoa, dijo no saber el paradero del exrecluso de la cárcel estadounidense de máxima seguridad.

"No sé porque el comportamiento de las personas varía", precisó, al tiempo que se dijo "convencido de que si respecto de los presos de Guantánamo hubiera razones valederas para ser juzgados, los hubieran llevado para Estados Unidos y los hubieran condenado en ese país. Por otra parte, si existiera algún atisbo de peligrosidad, no los hubieran liberado. entonces, me parece que hoy no hay ninguna preocupación".

El abogado, en tanto, también precisó que cuando estuvo en la cárcel Diyab fue "alimentado de forma forzada" mientras hacía huelga de hambre, y que está a la espera de que "un juez federal ordene a (Barack) Obama difundir los videos de estas torturas".

"Fui uno de los abogados que representó a Diyab ante la Corte. Descubrí la existencia de estos videos solamente por persistencia inquebrantable ante la negativa del gobierno, y los vi por orden judicial bajo estricta supervisión del gobierno. Puedo atestiguar que son terribles de ver. Todavía me persiguen esas imágenes, pero seguro menos que al propio Diyab, al que esas cosas le pasaron de veras cientos de veces, en una manera que fue diseñada especialmente para ser humillante y dolorosa", advierte la nota de Eisenberg.

El abogado, además, criticó que "legisladores republicanos" se preocuparan por el paradero de Diyab temiendo que pueda estar en Venezuela, Siria o que se preste a llevar ataques terroristas en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Y precisó que "claramente" quienes lo acusan no vieron los supuestos videos de las torturas.

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