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El Mundial de 1930 que no se vio

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En este caso, los futbolistas se dirigen al entrenamiento. En vez de buzos deportivos, entonces se prefería usar salidas de baño. Foto: Archivo El País
Mundial 1930

EL PAÍS ABRE SU ARCHIVO

Se cumplieron 90 años del campeonato mundial y de la inauguración del Estadio Centenario. La gloria está intacta, pero desde vestimenta hasta entrenamientos y formas de festejar cambiaron.

Entre partido y partido, los jugadores celestes corren hacia el fotógrafo, vestidos con elegantes sacos de lana. Foto: Archivo El País
Entre partido y partido, los jugadores celestes corren hacia el fotógrafo, vestidos con elegantes sacos de lana. Foto: Archivo El País

Más allá de los cuatro goles a Argentina en la final, el archivo reserva sorpresas. Como la vida diaria de los futbolistas celestes en su local de concentración, la cancha del club Olimpia en la avenida 19 de Abril, hoy el Parque Saroldi de River Plate.

En pleno ejercicio, de acuerdo con las técnicas de entrenamiento de su tiempo.
En pleno ejercicio, de acuerdo con las técnicas de entrenamiento de su tiempo. Foto: Archivo El País

La vida diaria de los equipos de fútbol, entre partido y partido, no ha cambiado en estos casi 100 años. Hay entrenamientos, pasatiempos, nervios disimulados, expectativas, sueños de goles. Pero todo lo que lo rodea era muy diferente en 1930. 

Pedro Cea, el popular “Vasco”, durante una pausa para el mate. Foto: Archivo El País
Pedro Cea, el popular “Vasco”, durante una pausa para el mate. Foto: Archivo El País
Héctor “Manco” Castro con compañeros en la concentración, que funcionaba en las instalaciones del club Olimpia, hoy Parque Saroldi. Foto: Archivo El País
Héctor “Manco” Castro con compañeros en la concentración, que funcionaba en las instalaciones del club Olimpia, hoy Parque Saroldi. Foto: Archivo El País
Otra imagen de la concentración. Por la ventana asoma el masajista “Matucho” Fígoli. Foto: Archivo El País
Otra imagen de la concentración. Por la ventana asoma el masajista “Matucho” Fígoli. Foto: Archivo El País

Alcanza con ver la vestimenta de los jugadores camino al entrenamiento. O cómo viajaban rumbo a los partidos en ómnibus del transporte urbano.

Un poco de música para pasar las largas horas de concentración. Foto: Archivo El País
Un poco de música para pasar las largas horas de concentración. Foto: Archivo El País
En viaje, acaso rumbo a un partido. El detalle es que van en un ómnibus común del transporte urbano. Foto: Archivo El País
En viaje, acaso rumbo a un partido. El detalle es que van en un ómnibus común del transporte urbano. Foto: Archivo El País

Los entornos del Estadio Centenario también cambiaron así como la vestimenta de los hinchas y las formas de alentar.

El público se acerca al Estadio Centenario, por entonces rodeado de enormes baldíos, en un Parque Batlle que recién comenzaba a trazarse Foto: Archivo El País
El público se acerca al Estadio Centenario, por entonces rodeado de enormes baldíos, en un Parque Batlle que recién comenzaba a trazarse Foto: Archivo El País
Ya en las tribunas, esperando  que Uruguay aparezca en la cancha. Nada de llevar la camiseta del equipo: ir al estadio obligaba a la vestimenta formal. Foto: Archivo El País
Ya en las tribunas, esperando a Uruguay nada de llevar la camiseta del equipo: ir al estadio obligaba a la vestimenta formal. Foto: Archivo El País

Aquellas estampas del Mundial de 1930 reflejan un fútbol y un mundo que se fue, pero que explican todo lo que vino después. Si la Copa del Mundo es hoy un inmenso, colorado y millonario espectáculo, también se debe a aquellos futbolistas que hace 90 años que iban en salida de baño a preparar su gloria.

¡Aparece Uruguay!  Entonces los vestuarios estaban bajo la tribuna Olímpica del Centenario y los futbolistas debían subir y bajar por una gran escalinata. Foto: Archivo El País
¡Aparece Uruguay! Entonces los vestuarios estaban bajo la tribuna Olímpica y los futbolistas debían subir y bajar por una gran escalinata. Foto: Archivo El País
Ceremonia previa a Uruguay-Yugoslavia, una de las semifinales. Varias muchachas saludan a los capitanes. El de Uruguay, José Nasazzi, ya recibió su ramo. Archivo: El País
Ceremonia previa a Uruguay-Yugoslavia, una de las semifinales. Varias muchachas saludan a los capitanes. El de Uruguay, José Nasazzi, ya recibió su ramo. Archivo: El País
Y llegó un gol uruguayo. Lo celebra el público, allá en la tribuna América, pero también varios de los fotógrafos. Foto: Archivo El País
Y llegó un gol uruguayo. Lo celebra el público, allá en la tribuna América, pero también varios de los fotógrafos. Foto: Archivo El País

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