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José “Pino” Marciano: un hombre generoso, de buen humor y con la amistad como bandera

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José "Pino" Marciano parado en el ángulo izquierdo.

ESPECIAL 

Fue la víctima número 12 del coronavirus en Uruguay luego de contraer la enfermedad tras un contacto con una persona que asistió al casamiento de Carrasco que generó el primer foco.

La vida de José “Pino” Marciano estuvo durante muchísimos años ligada al fútbol. Rentistas era su gran amor y lo disfrutó siempre hasta que el coronavirus le causó la muerte a los 69 años.

El viernes 13 de marzo se conocieron los primeros casos de COVID-19 en Uruguay y horas más tarde la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) suspendió el Campeonato Uruguayo. Lo mismo ocurrió con todos los espectáculos públicos.

“Pino” Marciano vivía semanas de mucha felicidad: su querido Rentistas venía como líder del Torneo Apertura y lo iba a seguir siendo independientemente del resultado que obtuviera en la cuarta fecha ya que le había sacado cuatro puntos a Progreso, Wanderers, Defensor Sporting, Cerro Largo y su próximo rival Liverpool, los más inmediatos perseguidores.

Wilmar Valdez junto a José "Pino" Marciano. Foto: @buysan
Wilmar Valdez junto a José "Pino" Marciano. Foto: @buysan

Sin fútbol. Sin básquetbol. Sin deporte. Las actividades se suspendieron y la recomendación empezaba a ser la cuarentena voluntaria junto al aislamiento social, pero eso no impidió que “Pino” viera a sus amigos el sábado 14 de marzo.

Un grupo más que futbolero que solía encontrarse en la cancha, en esa oportunidad se juntó para jugar a las cartas. Desde las 16:30 hasta las 21:30 horas la conga fue el motivo de la reunión, pero ninguno de los cinco participantes imaginaba el desenlace de la historia.

Marciano ya presentaba algunos malestares, pero nadie se percató ni pensó que podía tratarse de coronavirus, enfermedad a la que al dirigente de Rentistas demoraron en constatarle ya que en principio se lo diagnosticó con congestión.

Pero el 23 de marzo tuvieron que internarlo y la situación fue empeorando. En medio de todo eso, los integrantes de la mesa de cartas más otro amigo que luego se sumó a cenar aquel sábado 14 de marzo, dieron positivo de coronavirus y entre ellos estaban Flavio Perchman, representante de jugadores e integrante de la Sociedad Anónima Deportiva (SAD) que maneja el fútbol en Rentistas, y Daniel Agustower, directivo de Hebraica Macabi, quien estuvo varias semanas en CTI.

La clave del contagio había sido el contacto unos días antes entre “Pino” y uno de los invitados al casamiento de Carrasco que generó el primer gran brote de COVID-19 en Uruguay, pero la cuestión no quedó en esa “mesa chica” ya que un día antes de esa juntada para jugar a las cartas, Marciano había asistido a un asado junto al plantel de Rentistas, cuerpo técnico, dirigentes e integrantes de la SAD, Perchman incluido, lo que obligó a una posterior cuarentena de los presentes.

En la madrugada del martes 21 de abril José Marciano falleció en la Asociación Española y se transformó en la víctima número 12 de coronavirus en Uruguay. Fue el primer caso que afectó al fútbol local porque se trataba de una entrañable persona que no solo era muy querida en el club de sus amores, Rentistas, sino que también por gente del resto de las instituciones.

Pieza clave en el equipo
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Antes de sumergirse en el inesperado camino sin retorno del coronavirus, “Pino” se desempeñaba como vicepresidente del Club Atlético Rentistas y era el delegado titular ante la Asociación Uruguaya de Fútbol por la Sociedad Anónima Deportiva del “bicho colorado”.

“En los cuadros chicos, a lo largo de su historia, siempre va apareciendo gente que colabora de alguna manera u otra y con el paso del tiempo va quedándose en la institución. Y ‘Pino’ fue uno de esos. Formamos un grupo muy unido de hinchas allegados que nos convertimos en dirigentes y éramos parte de la vieja escuela digamos. Era un tipazo, muy jodón, de esos a los que siempre le gustaba hacer reuniones de amigos y comidas. Rentistas estuvo varios años en Primera División, pero también nos tocaron muchísimas temporadas en la Segunda División y él siempre se encargaba de organizar comidas y encuentros con presidentes y dirigentes de los otros clubes, por eso desde su fallecimiento no paramos de recibir mensajes de gente del fútbol, dolida por la muerte de un amigo que nos regaló este deporte”, le contó a El País Mario Bursztyn, presidente de Rentistas y amigo de José Marciano.

Rentistas era el gran amor de “Pino”, pero no el único. Su familia jugó un rol fundamental y según Carlos Muñoz, quien conoció a Marciano a través del fútbol, “’Pinito’ tenía una familia bárbara y se desvivía por sus hijos. Gran amigo de sus amigos, pero también loco por sus hijos y siempre los tuvo más que presentes en su vida”.

La relación entre Muñoz y Marciano comenzó en la década de 1970: “Nos conocimos en la época en la que estábamos con Víctor Hugo Morales en Radio Oriental, allá por el 77-78. Él jugaba con nosotros al fútbol en los partidos benéficos que organizábamos con jugadores contemporáneos y con glorias que también se sumaban como Ghiggia, Máspoli, Spencer, Míguez, ‘Cien gramos’ Rodríguez. Era un tipo que siempre estaba dispuesto a colaborar con Rentistas, con su gente y también le encantaba viajar con la selección uruguaya a todos lados. Siempre me lo encontraba en el exterior y charlábamos largo y tendido”.

Y entre tanto viaje con la Celeste, algo que “Pino” amaba, siempre surgían anécdotas y vivencias, pero, sobre todo, fotos. “Era un amante de las fotos con los jugadores de la selección, los entrenadores y personajes que se encontraba en cada país que visitaba. Eso le encantaba a ‘Pino’ porque después venía y en las comidas con amigos o gente del fútbol nos mostraba y nos decía ‘mirá esta foto con fulano’. Muchísimos viajes que yo hice como delegado del club con Uruguay, él se sumaba para acompañar y tenemos grandes recuerdos de esas épocas porque ya éramos como de la familia”, recordó Bursztyn.

Amigo de fierro y solidario con todos.

Así lo recuerdan a José Marciano. Y para muestra de eso, solo alcanza con buscar en Twitter su nombre y ver las demostraciones de cariño de una enorme cantidad de gente del fútbol que se conmovió con su fallecimiento.

“Era buena gente, un tipo espectacular, de esos que querés siempre en tu equipo. Fijate que todo el mundo dice después que se muere alguien que era buena persona. Bueno, con ‘Pinito’ no pasó eso, porque siempre fue un tipazo y a la vista está el reconocimiento de todos los que lo queríamos un montón. Él rea de reunirse permanentemente con todos sus amigos y de buscar siempre la forma de que haya sentimiento entre las personas. No era partidario de los problemas y apostaba siempre a la unión, en Rentistas, entre sus amigos y en su vida”, contó Muñoz.

José Marciano siempre estuvo a la orden de Rentistas y fue un permanente colaborador del equipo de sus amores. “Cuando el club no estaba bien económicamente, cuando no había mucho apoyo, él no tenía reparos en dar una mano en lo que fuera, estuvo al firme siempre. En las buenas y en las malas”, le contó a El País Gustavo Lorenzo, actual directivo del “bicho colorado”.

Tan especial fue la relación entre José Marciano y Rentistas, que según contó Mario Bursztyn, ni bien tenga la oportunidad de asistir a la Asociación Uruguaya de Fútbol se presentará allí con una serie de homenajes: “La idea es que el primer partido que juguemos después de todo esto sea con un brazalete negro y que se haga un minuto de aplausos, no de silencio. También vamos a solicitar y creo que no habrá ningún tipo de problemas, que el próximo campeonato que no tenga nombre designado aún lleve el nombre de José ‘Pino’ Marciano, y, por último, te puedo dar un adelanto, pero no contar todo, es que vamos a hacer una camiseta especial con un distintivo que presentaremos más adelante pero que será en homenaje a nuestro gran amigo”.

El coronavirus se llevó la vida de un hombre del fútbol, alguien que respiraba fútbol las 24 horas del día, que lo compartía con sus amigos y que lejos estaba de ganarse enemigos. José Marciano dejó un legado en Rentistas con la solidaridad a flor de piel y la amistad como bandera. Así lo recordarán a “Pino”.

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