Bienestar

A la hora del famoso truco o trato la idea degolosinas, caramelos y chupetines por doquiernos viene a la mente. No podemos negar, que el exceso de azúcares en los niños genera un estado de exaltación y sobregire que, los padres saben muy bien, hace estragos por ejemplo a la vuelta de cumpleaños infantiles.

Los azúcares en exceso no solo tienen relación con el sobrepeso infantil (el cual crece a pasos agigantados en nuestro país), sino también con la presencia de caries en los más pequeños.

Si tomas una calculadora y sumas cuantas calorías va a consumir tu pequeño entre golosinas de Halloween, la suma está por encima de 3000 y 4000 calorías y de baja calidad (en base a azúcares y grasas que se le agregan a las golosinas, ni que hablar de la cantidad de conservantes y colorantes).

La consigna en esta fiesta (importada de los Estados Unidos y de origen celta) es que los más pequeños salgan bajo el lema “truco o trato” en búsqueda de golosinas. Sin ánimos de ganarme un truco por negar los dulces, te presento algunas ideas para que el exceso de azúcares este Halloween no sea tanto.

• Comer antes de la recorrida: Si los niños salen con el estómago vacío a pedir golosinas siendo esa su merienda o cena, ahí estamos en un problema. Si en cambio le das una buena merienda, pueden recorrer todo el barrio pero comerán mucho menos.

Te recomiendo que la merienda o comida previo a salir sea saludable, la típica leche o yogur acompañado de pan. Esto es siempre preferible a los cereales; recuerden que estos para desayuno y merienda son otra fuente escondida de azúcares en la industria alimentaria infantil. Complementar con una fruta puede ser una opción (incluso sumarla en licuado ahora que el clima nos tiende a bebidas frescas).

• Opciones saludables con azúcares naturales y no agregados: Si bien los niños desean las golosinas, existen alternativas saludables que sin duda los sorprenderá.

Pueden esperar el sonido del timbre con una bandeja pronta para repartir galletas caseras con formas de calabaza o fantasmitas. Así como los bocados a base de fruta (bananas con forma de dedo y un maní como la uña, escobitas de grisines con queso, mandarinas peladas con un tallito de apio, simulando una calabaza).

Si haces reunión de pocos niños con las medidas preventivas del Covid-19 sorpréndelos con la “poción de bruja” a base de jugos de fruta caseros y sin uso de refrescos y jugos con azucares agregados.

• No todo es trato dulce. Cambiar ese pequeño hábito que nos simula el premio, regalo con cosas azucaradas, el trato puede ser con otro tipo de detalles que gusten a los pequeños. Lápices de colores, libretitas, gomas de borrar alusivas a Halloween.

• Caminar por el trato: es muy importante que los niños en esa famosa recorrida en búsqueda de golosinas quemen un poco de calorías. Aumentarles el gasto calórico es importante: que caminen y corran de casa en casa y si se realiza una reunión que existan juegos donde la base sea quemar calorías y pasar menos tiempo sentado.

• El guardián de los dulces. Existe una realidad: cuando los niños salen de recorrida los padres suelen acompañar la cacería y a medida que van recibiendo dulces, se los dan a los padres para que guarde la mayor parte. Es momento fundamental para ir “confiscando” la cantidad de azúcares que reciben y que al momento de contar el botín no sean tantos los que serán arrasados al final de la búsqueda. También podes optar por separar los que sabes de ante mano no son los favoritos, entonces cuando quieran un puñado ya no van a comer tanto con los ojos, sino serán un poco más selectivos.

• Brujas y monstruos generosos. Una buena manera de reducir el tamaño final de golosinas es armar un ranking de las que más le gusta y las que menos, y en base a eso decidir si las damos a otro compañero de cacería que tiene menos o simplemente dejarlas y no consumirlas.

• Trato final. Al momento de cierre de la noche tenés que ser consciente que se vienen unos días de excesos de azúcares en tus pequeños. Es importante por eso establecer límites y negociar, poder separar en porciones de modo de no prohibirles los dulces. Al menos una semana les va a durar la emoción de la cacería, y pueden acordar no más de dos en el día o como arreglen el pacto familiar. 

Siempre tengamos en cuenta que si tus pequeños tienen hábitos saludables durante todo el año, no es descabellado el exceso de azúcares de una noche. Los habitos se trabajan siempre en el día a día desde las pequeñas decisiones.

Así que a disfrutar de manera saludable la noche del truco y trato.

conocé a nuestra columnista

Lorena Balerio

Licenciada en Nutrición.Dicta charlas y talleres y promueve la alimentación real y saludable. Consultas personalizadas a domicilio y online.

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