Salud bucal

Como explicamos en columnas anteriores, lo primero es consultar nuestro caso por vía Whatsapp, telefónica y/o videoconferencias. El dentista tiene varias pantallas con nuestras radiografías dentales y generales, modelos 3D de nuestra boca y huesos, fotografías, nuestra ficha clínica y nuestro plan de tratamiento original. Luego el dentista verá qué puede hacer y cuándo.

A los dentistas ya no se les permite brindar una gran cantidad de atención, como chequeos regulares y blanqueamiento dental, para minimizar la propagación de COVID-19.

Sin embargo, si tiene mucho dolor, su dentista podrá tratarlo.

Cuando los dentistas trabajan en sus dientes, pueden producir aerosoles (gotas o aerosoles de saliva o sangre) en el aire. Esto sucede de manera rutinaria cuando su dentista usa un “torno” para desgastar (tallar) o pulir, por ejemplo. Los dentistas están acostumbrados a seguir estrictas precauciones de control de infecciones en circunstancias normales para reducir el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas, ya sean enfermedades respiratorias o transmitidas por la sangre.

Estas precauciones ayudan a mantener seguros tanto a los pacientes como a los dentistas porque supone que todos los pacientes pueden tener una infección, a pesar de la realidad que la mayoría no tendrá.

Pero con la pandemia de coronavirus, existe un mayor riesgo de que los aerosoles que transportan el virus infecten directamente al personal dental o caigan en superficies que el personal o el próximo paciente pueden tocar.

Por ello, cuando llega al consultorio, debe colocarse zapatones y guantes. Y debe ser citado 30 minutos luego de terminar con el paciente anterior, para hacer una buena desinfección.

El cuidado dental no esencial ahora se pospone. Esto incluye chequeos de rutina y tratamiento donde no hay dolor, sangrado o hinchazón. Por lo tanto, los tratamientos como el blanqueamiento y la mayoría de los tratamientos tendrán que esperar.

Algunos pacientes necesitarán atención urgente para problemas agudos que requieren tratamientos que producen aerosoles. Por lo tanto, tales procedimientos tienen el riesgo de propagar COVID-19.

Por lo tanto, las medidas extra como suctores de alta potencia independientes, aislación absoluta, campos quirúrgicos descartables (campos de tela desinfectados), máscaras transparentes para el dentista más tapabocas tipo N95 o quirúrgicos, túnica y sobretúnicas descartables, zapatones y gorros descartables, nos ayudan a tener confianza que estamos en un ambiente con máxima seguridad. ¡Más que cuando vamos a hacer compras!

Muchas prácticas dentales están abiertas para manejar problemas dentales que causan dolor, que son urgentes o son una emergencia.

Por lo tanto, consulte con su dentista habitual para ver qué servicios pueden brindarle. Y prepárese para que se reprogramen los tratamientos preestablecidos.

Es importante cuidar su salud bucal manteniendo una dieta saludable y una rutina de higiene bucal.

Nosotros, en Uruguay, estamos preparándonos con las normas nacionales e internacionales para poder atender, aún mejor, el día después-

Fuentes principales:
Alexander Holden
Profesor titular de ética dental, derecho y profesionalismo, Universidad de Sydney
Heiko Spallek
Profesor, director de escuela y decano, Sydney Dental School, Universidad de Sydney
Ramon Zenel Shaban
Cátedra clínica y profesora de prevención de infecciones y control de enfermedades en la Universidad de Sydney, Universidad de Sydney
Universidad de Sydney

Conocé a nuestro columnista

Álvaro Heller

El doctor Álvaro Heller, es odontólogo, director de BioSmile y columnista de Eme.