“La paridad. Nuestro país tiene mujeres altamente calificadas, que aún tienen mucha dificultad para acceder a lugares de decisión y para avanzar en aquellos considerados no tradicionales. Pensarnos como sociedad paritaria, daría un empujón algo que no es menor y que redunda en una mejora económica de la sociedad. Nuestra próxima conquista será percibirnos y llevar adelante esa igualdad a todos los órdenes. Como deseo, quiero avanzar en el tema del trabajo. El escenario pos pandemia nos interpelará. Uruguay tiene un alto número de mujeres jefas de familia y el trabajo será un tema importante. Mujeres y hombres tenemos los mismos derechos y la misma necesidad de ejercerlos.

“La lucha de las mujeres, nuestra lucha, es continua y continúa. A veces da grandes pasos, históricos, como el derecho al voto y el acceso a la educación, otras veces avanza con pasos cortos pero firmes con hechos concretos que solidifican conquistas. En la Intendencia de Montevideo la igualdad de género es un eje transversal. A partir del Plan ABC aumentaremos, en este 2021, la cantidad de comunas mujer, donde se atiende a mujeres víctimas de violencia de género. A la vez, incrementaremos la cantidad se abogados/as y los días de atención de cada comuna. Para que nuestra voz se escuche y que nunca más estemos solas. No nos callamos más. Hay que seguir”.

 “Despojarnos del mandato cultural que nos impone hacernos cargo de los cuidados, de la carga mental, física y de tiempo del trabajo no remunerado. La mayoría de las mujeres aceptamos el pacto implícito de la doble jornada. Estudiás o te empleás, pero seguís cocinando y sos la que falta cuando tu hijo se enferma. Quisimos demostrar que podemos todo al costo del agotamiento. Esa carga se pagó con mayor desocupación, menores salarios, abandono de la trayectoria educativa. Los números indican que la desigualdad le cuesta cara a las economías. En fin, debemos seguir haciendo la revolución, que como todas las nuestras, han sido pacíficas, pero llenas de razones”.

“Debería ser la paridad y la corresponsabilidad en los cuidados. Paridad en la participación social, política, laboral; en lugares de representación como sindicatos, espacios de poder, política nacional, medios de comunicación, en todo. Otra conquista fundamental será transformar las estructuras patriarcales que nos matan, violentan, el orden patriarcal que nos explota y abusa sexualmente, nos hostiga y oprime. Deberíamos incorporar en todas las instituciones —pero en especial en las de salud y educación— un trabajo sostenido y sistemático de prevención de violencia sexual y violencia en el noviazgo para lograr la construcción de relaciones en igualdad, libres de opresión".

n “La próxima conquista es que el Estado, sus instituciones y responsables, así como el sistema político, atiendan las brechas de desigualdad de género priorizando políticas, recursos y servicios que aseguren trabajo y salario dignos, acceso a la vivienda, educación pública, salud integral, sistema de cuidados, seguridad alimentaria y respuestas efectivas para mujeres y disidencias afectadas la violencia de género estructural. La violencia intrafamiliar, sexual y de género sigue siendo olvidada en todos lo ámbitos y dimensiones de la vida del país. La libertad de las decisiones y la autonomía en todos los ámbitos de la vida, en particular sexual y reproductiva, es una lucha irrenunciable.

n “La próxima conquista debería estar en la educación. Estudios indican que son menos las niñas que se visibilizan en las áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y es necesario educar para derribar estereotipos culturales para que las niñas se sientan libres y capaces de elegir su futuro. Estoy segura que una mayor difusión de que existen mujeres destacadas en sus carreras y líderes de grupos permitiría avanzar en este sentido y, especialmente, inspirar a niñas en contextos más vulnerables. El 1º de abril se publicará Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes (del que formo parte), título que narra historias que espero sirvan como ejemplo para niños y niñas”.

“El desafío del movimiento feminista es trabajar desde la interseccionalidad para que los discursos se materialicen en políticas de género eficaces (y con presupuesto acorde). No existe solo la idea binaria y biologisista de la construcción de los cuerpos. Hay una cuestión que se atraviesa al racismo y la desigualdad de clases, que hace que algunas mujeres estemos mucho más expuestas que otras a ese tipo de violencias. Tenemos que preguntarnos acerca de cuánto nos estamos acercando o alejando de las personas más afectadas por el patriarcado y que eso se refleje en las políticas de genero. Eso tiene muy poco presupuesto para lo que es el abordaje del problema”.

"Las mujeres queremos ser libres para lograr hacer lo que nos guste, poder desarrollarnos personal y profesionalmente en cada área que elegimos. Mi deseo es que nuestra próxima conquista como colectivo sea que podamos expresar nuestros pensamientos sin ser limitadas o desacreditadas. Deseo que a futuro obtengamos un verdadera equidad, no solamente en cuanto a puestos, sino también en lo relacionado a la retribución económica, ya que hoy por la misma tarea ganamos menos que los hombres. Nuestra próxima conquista será que toda la sociedad vea que existen profesionales mujeres a las cuales les sobra la capacidad para llevar adelante cualquier rol.

“Conquistar, según la RAE, viene del latín conquist?re, de conquis?tum, ganado. Cuando pensamos en ganar nos centramos en su contracara, perder. Sin embargo, el feminismo no acarrea perdedores. Luchar por igualdad, es luchar por una sociedad más justa y eso nos beneficia a todos, sin distinción de género. Quizá la conquista más importante sea no plantearnos más conquistas. Esto quiere decir que habremos logrado igualdad mujeres y hombres y así lucharíamos por una sociedad mejor juntos. Lamentablemente estamos aún muy lejos de eso. De momento, trabajar por conquistas pequeñas, medianas y grandes. A toda máquina, mujeres. Pero sobre todo: que dejen de matarnos.

“Solo el 7% del capital de riesgo se canaliza en emprendimientos liderados por mujeres y es mínimo el porcentaje de inversoras. Para atender esta problemática, desde OMEU —que trabaja con mirada de género para derribar las barreras que enfrentan las mujeres en el ámbito económico, laboral y empresarial— diseñamos junto a Socialab el programa “Mujeres Inversoras”. Este instrumento busca incentivar a las inversoras a que apalanquen emprendimientos liderados por mujeres. Queremos hacer posible el flujo de capitales para derribar la barrera de acceso al financiamiento y permitir el crecimiento de firmas con potencial, que fracasarán si no pueden escalar sus negocios”.

 “Considero que la próxima conquista para las mujeres tiene que ver con darnos cuenta que nos hemos moldeado con muchos preconceptos sociales, que nos perjudican hasta el día de hoy. Debemos autoperdonarnos; también reinventar nuestros comportamientos y apoyarnos mutuamente, para que superemos las dificultades, tanto a nivel profesional como en la lucha contra la violencia de género. Las mujeres tenemos que apostar a una mayor sororidad para romper el techo de cristal, lograr una sociedad económicamente más justa significa más oportunidades y crecimiento para las familias uruguayas, sin importar cuál sea su género”.

"Debemos conquistarnos a nosotras mismas; cómo nos miramos y por ende cómo miramos a las otras. Hay una percepción de que hemos avanzado, sin embargo los números no demuestran eso. Tenemos que creer y confiar en nosotras, las mujeres siempre tendemos a dudar. Creo que tenemos que soñar la vida que queremos y crearla. Tenemos que tener mujeres o líderes de opinión en todas las áreas, animarnos a levantar la mano, alzar la voz, decir lo que pensamos sin que nos juzguen y sin juzgar a las demás. Entender que cuando le tendemos un puente a una mujer, estamos trabajando por la equidad de género. Si hombres y mujeres trabajan por eso, tendremos una sociedad mejor”.

“Quiero que nuestra próxima conquista sea que todas las mujeres y todas las identidades no hegemónicas podamos vivir digna y libremente, de forma segura. Parece algo tan obvio, pero en la realidad no lo es. Dentro de todas las luchas que lleva adelante el movimiento feminista, considero que la más grande —y que a su vez está constituida por otras luchas y conquistas— es la del derecho a la vida, a la equidad, a la libertad. Sin esto no podemos luchar por otros derechos. Aún hoy, en pleno Siglo XXI, las mujeres somos asesinadas, violadas, golpeadas y silenciadas, abusadas y relegadas a cumplir roles de género que nos separan de la justicia social, del respeto y de la felicidad”.

“En agosto de 2019 fue tendencia el hashtag #MeLoDijeronEnLaFmed. Fue un día de gran conmoción entre médicos, estudiantes de medicina y la sociedad. Como mujer, estudiante y médica revisé mi historia y había vivido situaciones relatadas como “normales”. Me dio orgullo y tranquilidad que las nuevas generaciones hayan alzado la voz. Ojalá que las mujeres puedan repensar situaciones cotidianas en las cuales viven con el abuso, son discriminadas, no son tenidas en cuenta y puedan levantar la voz para cambiarlas.
Le agradezco a cada una que dio su testimonio y me enseñó que las cosas pueden ser diferentes. Las invito a seguir conquistando nuestros derechos”.

“Siento que nuestra próxima conquista debería ser que las mujeres deportistas puedan tener un sustento económico que venga del deporte que practican; sería un gran paso para el desarrollo personal y deportivo, donde nos daría el lugar a una dedicación plena a la actividad que desempeñamos y que, logicamente, vendrá acompañado de un crecimiento deportivo. Tendríamos las mismas oportunidades que los deportes masculinos de desarrollarnos en un 100%, una brecha que observamos en relación otros países a la hora de competir en el exterior. Lograr esa conquista, reducirá la brecha, además del desarrollo personal que acompañará al proceso”.

“Nuestra próxima conquista debería ser la UNIÓN (así con mayúsculas). Se unieron los obreros y crearon los sindicatos. Deberíamos sostener la palabra con la acción, ser más valientes y menos dependientes de si nos permiten o no, si nos quieren o no. Hay que ir y tomarlo. Asumirnos adultas, no habilitar la venta de nuestra fragilidad y nuestra fuerza para desprestigiarnos. Y estar siempre alertas: el machismo corre por venas de izquierda y de derecha. CONFIANZA. Hasta la piedra de granito tiene un orificio por donde entrar. SER hasta el extremo de una misma, identificar la singularidad, desde ahí tomar impulso, y volar. Abandonar el segundo lugar, forever”.