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la nación / gda

Los usuarios rumanos de redes sociales se hicieron un festín de comentarios de doble sentido cuando se enteraron que el perro labrador de Meghan Markle y del príncipe Harry se llama Pula. Tal como informa el periódico británico The Sun, al parecer, el término "pula" en la jerga rumana de conversación coloquial significa pene o genitales masculinos.

El nombre de la mascota forma parte de los detalles revelados en el libro Finding Freedom que, después de varios adelantos estremecedores sobre la pareja y su vínculo con la corona británica, llegó finalmente a las librerías.

De acuerdo con el Daily Star, los Sussex eligieron ese apodo debido a que "Pula" es el nombre de la moneda oficial de Botswana, el primer destino al que viajaron juntos en 2016 cuando recién empezaban a salir y donde, según revela la nueva publicación, se enamoraron.

"Pula" también se refiere a una ciudad de Croacia y a una localidad italiana, aunque el sentido "grosero" es el que más llamó la atención en redes sociales. The Sun cuenta que la pareja adoptó al labrador en 2018 después de la boda y que hasta el momento el nombre era una incógnita. Las especulaciones apuntan a que Meghan y Harry no conocían el sentido rumano del término, sino solo su significado africano. En idioma setswano, el que se habla en la zona, la palabra también quiere decir lluvia y se usa para desear lo mejor a las personas debido a que en Botswana las lluvias son tan escasas como valiosas.

La pareja realizó aquel viaje inaugural en la primera etapa de la relación cuando todo era nuevo y excitante. De acuerdo con la información obtenida por los autores de la biografía, Carolyn Durrand y Omid Scobie, durante ese período Meghan le confesó a una amiga que se sentía "completamente hechizada por Harry" y que nunca se había sentido así de segura con alguien en tan poco tiempo. De la misma manera, después de la primera cita, el príncipe describió a Meghan como "la mujer más hermosa que he visto en mi vida". El libro agrega que en ese primer encuentro los dos sintieron una gran química: "Coqueteaban mientras comían con un roce casual en el brazo por un lado o una mirada intensa por el otro".