Recetas

Mariana López Brito

¡Ay chocotorta, chocotorta, cuántos suspiros has robado y aún robás! Esta torta de escasos ingredientes y de procedimiento tan fácil, es engañosamente simple de aspecto pero es una delicia tre-men-da.

Si viven en Argentina, seguro se criaron comiendo este postre y conocen mil y una versiones (y cada persona dice hacer la más rica). Acá en Uruguay es muy conocida, pero no tan consumida como en el país vecino. Si nunca la probaron, les cuento que la combinación de sabores es perfecta: Chocolate, café (apenas), queso crema y dulce de leche… nada puede salir mal.

Traté de hacer la versión más tradicional y le di mi toque a la decoración, ya que según lo que vi, la decoran de diferentes maneras: espolvoreada con cacao amargo en polvo, con galletitas molidas, con la misma crema de dulce de leche y queso, con virutas o rulitos de chocolate, etcétera. Yo le puse ganache de chocolate y más crema de queso y ¡quedó genial!

— 500 grs de queso crema blanco firme, a temperatura ambiente
— 600-700 grs dulce de leche (ideal uno bien firme, Conaprole)
— 2 paquetes de galletitas de chocolate de aprox 220-250 grs (cada paquete)
— 2 tazas de leche (entera o descremada)
— 1 cucharadita de vainilla
— 1 cucharadita de café soluble diluido en un poco de leche caliente (opcional pero MUY recomendado!) o bien 1 shot de café espresso. No se preocupen que no queda sabor a café, este ingrediente solo mejora todos los sabores.

Para el baño:
— 200 ml de crema doble/crema de leche Conaprole
— 300 gramos de chocolate en barra semi amargo

Colocar la leche y café en un bowl o recipiente hondo.
Agregar la vainilla y mezclar.
Batir el queso crema junto con el dulce de leche. Batir hasta que este suave y homogéneo y cremoso. Es muy importante que el queso crema esté a temperatura ambiente para que no queden grumos.

Preparar una fuente rectangular para comenzar a armar el postre (yo usé una budinera grande). Quería enfriarlo bien y desmoldarlo, por eso forré mi fuente con papel manteca (o pueden hacerlo con film), y dejé un excedente en los costados para luego «tapar» el postre el finalizar su armado. Si lo servirán directo de la fuente, no necesitan enmantecar ni forrar.

Sumergir las galletitas (de a una) dentro de la leche. Dejar un par de segundos, sacar y colocar en la fuente hasta cubrir toda la base (no las dejen mucho rato en la leche porque se ablandan mucho y se deshacen).

Colocar una capa de galletitas mojadas con el café y luego una de crema de dulce de leche (recuerden que la primera capa que hagan es la que estará arriba si es que desmoldarán el postre!), es bueno esparcir esta capa lo más pareja posible.

Repetir hasta tener 4 o 5 capas de galletitas y 3-4 de crema (esto dependerá del tamaño del molde que usen). Cubrir con el papel manteca o con film haciendo contacto y llevar a la heladera mínimo 3-4 horas o toda la noche.

Desmoldar cuando esté bien frío…Y sacar el papel… ¡Miren que lindo queda! Volver a llevar a la heladera mientras preparamos el baño de ganache.

Calentar la crema a fuego suave hasta que apenas empiece a hervir, apagar y sacar del fuego y agregar sobre el chocolate picado. Dejar reposar unos minutos y revolver hasta que quede suave y brillante. Dejar enfriar a temperatura ambiente.

Sacar el postre de la heladera y volcar el ganache por encima con cuidado, y esparcir dejando que caiga por los costados (como si fuera el «drip» que está de moda en las tortas), y dejar enfriar un rato más en la heladera. Asegúrense que el ganache no siga caliente al momento de decorar, sino estará muy líquido ¡y se chorreará todo hacia abajo!

Pueden dejarlo así que queda divino o pueden hacer un poco más de cantidad de la crema de queso y dulce de leche y decorar con manga (como lo hice yo).

¿No me digan que no queda increíble?
?

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Mariana López Brito

Mariana López Brito es una pastelera uruguaya, cuyo taller está en Parque Miramar.

Podés encontrar ésta y otras recetas en su blog marianlaquecocina.com, en su página de facebooky su cuenta de Instagram.