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Nuestro especialista en jardín, Pablo Machado, nos explica por qué estamos en la estación de los frutales.
El invierno es un buen momento para plantar frutales porque la savia se encuentra en descanso o sea circula menos rápidamente por la planta. Los frutales de carozo como los durazneros o las ciruelas se encuentran pelados, si vamos a un vivero por lo general se venden a raíz desnuda entonces tendremos un vara con raíces cosa que nos impresiona pero es así, el árbol está sin hojas y si tiene las raíces al aire no sufre como sufriría cuando está con hojas.
Si compramos un citrus, como un limonero, por ejemplo, nos los venderán en un envase o en un terrón, en este caso las raíces no pueden estar al aire libre porque es una planta que no pierde la hoja. Siempre que plantemos un frutal debe de ir al sol y hay que respetar la distancia entre frutales y otros árboles por lo menos tres metros según el árbol, si podemos evitar vientos fuertes, mejor. Resulta fundamental plantar con una tierra rica en materia orgánica.
Trataremos de conseguir un buen abono, compost, humus de lombriz o y mezclarlo con un 70% de una tierra suelta si estamos cerca de los bañados de Carrasco podemos sustituir la tierra por turba. Luego de plantar debemos regar aunque el tiempo este húmedo, pisar bien alrededor de la planta y volver a agregar sustrato.
Es recomendable poner un tutor que no lastime la planta. La época ideal para plantar los frutales va de junio a mediados de agosto.