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Isabel II sacudida por otra muerte cercana en uno de los años más difíciles de su vida

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Reina Isabel II

Realeza

La monarca británica lamentó en los últimos días el fallecimiento de una amiga íntima que la acompañó desde su llegada al trono

El 2021 no ha sido un año fácil para reina Isabel II. Tras la muerte de su marido, el príncipe Felipe de Edimburgo y el reciente percance en su salud, la reina dio el último adiós a una persona muy querida que estuvo a su lado durante 69 años. Se trata de Ann Fortune FitzRoy, la duquesa viuda de Grafton, quien fue la responsable de sus looks.

La duquesa de Grafton vivió casi siete décadas junto a la monarca y formó parte de su grupo de damas de compañía. Comenzó a trabajar para la familia real británica en 1953, año en el que Isabel comenzó a reinar, por lo que llegó a presenciar su coronación.

Durante los primeros años en el palacio, la duquesa fue dama de compañía de la reina. No fue sino hasta 1967 cuando pasó a ostentar el título de Misstress of the Robes, y aunque la traducción literal sería “la señora de las túnicas”, en realidad su responsabilidad fue hacerse cargo de la ropa y joyas que la reina debió utilizar en cada una de sus apariciones públicas. De hecho, sustituyó a Mary Alice Cavendish, duquesa de Denonshire y nieta del primer ministro Robert Gascoyne-Cecil.

Tantos años compartiendo juntas el día a día no fueron en vano, y lo que comenzó siendo únicamente una labor al servicio de su majestad, trascendió y pasó al plano de la amistad. En 1954, la reina fue madrina de la segunda hija de Ann Fortune, Lady Virginia FitzRoy. Asimismo, se convirtió en Comandante de la Real Orden Victoriana en 1965.

La duquesa nació en 1920, y luego de recibirse de enfermera, se casó en 1946 con el undécimo duque de Grafton, Hugh FitzRoy y tuvieron cinco hijos. El duque, que murió en 2011, conoció a la entonces princesa Isabel mucho antes que a su esposa, ya que formaba parte de la Guardia de Granaderos, cuando todavía reinaba Jorge VI.

Además de la muerte del príncipe Felipe de Edimburgo, el año también estuvo cubierto de más luto. A principios de febrero, murió a los 79 años lord Samuel Vestey, un amigo íntimo y hombre de confianza de la familia real.

Asimismo, un par de semanas antes de aquella dolorosa noticia, también se supo de la muerte de la mujer del lord, lady Celia Vestey, quien fue una de las mejores amigas de la reina, además de madrina del príncipe Harry.

Adicionalmente, durante este año, la monarca sufrió algunos problemas de salud que la obligaron a recortar su agenda de actividades y una serie de polémicas en torno a la familia real: la avanzada legal contra su “hijo favorito”, el príncipe Andrés, por sus vínculos con el pederasta Jeffrey Epstein, un escándalo financiero que salpica a Carlos, heredero al trono y una amarga confrontación con la BBC por un documental centrado en la relación de sus nietos William y Harry con la prensa.

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