Dinero

Los conocidos como gastos hormigason los que pasan desapercibidos, que realizas de forma casi inconsciente o por pura inercia. Existen muchos ejemplos como el café de la máquina, el snack de la oficina o esos los chicles que compras en el último momento en el supermercado.

Se trata de gastos pequeños y que no toman importancia hasta que se suman. Es ahí cuando te das cuenta que puedes llegar a gastar más de mil pesos al mes en cosas que no necesitas. 

Reducir los gastos hormiga es una forma de generar un ahorro cada mes y el complemento ideal a los grandes ahorros. Normalmente tendemos a fijarnos en grandes gastos como el alquiler o el seguro del auto, pero cuando pensamos en ahorrar dinero y dejamos pasar estos gastos pequeños, estos se acumulan y hacen el desbalance.

1- Identificalos.
El primer paso para reducir los gastos hormiga es conocerlos. Saber cuáles son esos gastos y cuándo incurres en ellos. Hacé un listado.

2- Decidí con cuáles empezar
Uno de los errores es querer hacerlo todo de golpe y al mismo tiempo. Es necesario ir eliminando de a poco cada gasto hormiga, porque de lo contrario es muy fácil que no cumplas con todos los puntos, tu moral se resienta y termines por tener más gastos de este tipo.

3- Ponete en marcha
Ahora que ya sabes cuáles son tus gastos hormiga y cuáles vas a eliminar primero, solo te queda ponerte en marcha con el primero de la lista, así de fácil.

Para ponértelo más fácil, hemos identificado los gastos hormigas más comunes:

Alimentación. El mayor gasto hormiga en alimentación tiene que ver con las comidas fuera de casa; hacerlo puede ser hasta un 50% más caro que cocinar. Empezar a cocinar te ayudará a ahorrar dinero y también a llevar una alimentación más sana. El mejor truco es planificar tu menú semanal y cocinar siempre que puedas de antemano.

Caprichos. Si se trata del supermercado, el truco más efectivo para evitar los caprichos es la clásica lista de la compra. Así evitarás comprar algo extra. Esta es también una buena forma de ahorrar en rebajas y asegurarte que no caer en los trucos de las tiendas para que compres más.

Comisiones bancarias (y no bancarias). Es un dinero que pagas por algo que ni te aporta valor añadido ni te hace más feliz. Estas comisiones pueden ser de mantenimiento de la cuenta corriente, las comisiones de las tarjetas de crédito y débito, etc.