Gourmet

Eduardo Lanza

Colonia sumó un nuevo emprendimiento vitícola; esta vez cerca de Tarariras. Con Viñas del Quintón, se creó un proyecto boutique que apunta a la gran calidad y donde apenas hay plantadas 7,5 hectáreas de Malbec y unas pocas filas de Syrah.

El proyecto, propiedad del médico Marcelo Álvarez y la licenciada Virginia Chivetti, comenzó en 2011. Ese año, la exitosa pareja bonaerense en el área de servicios de internación domiciliaria, adquirió un predio cercano a las nacientes del arroyo Quintón con miras a plantar un olivar que hoy ya cuenta con unas 60.000 plantas y, por supuesto, la almazara para procesar las aceitunas.

Algo más tarde, apareció con fuerza el sueño del viñedo y los vinos de su propia bodega. Pusieron manos a la obra e importaron plantas directamente de Francia. Carlos Álvarez, en su calidad de Ingeniero Agrónomo, tuvo a su cargo elegir el clon más apropiado de Malbec, aquel que se ajustara mejor a las condiciones de clima y el suelo del lugar.

El currículum de Rolando Lazarotti impresiona por la diversidad de cargos que desempeñó en Argentina y por sus alcances. No sólo acumula experiencia en vinos, también incursionó en la elaboración de sidras, aceto balsámico y aceites de oliva.

Cuando Marcelo y Virginia encararon la construcción de la bodega y la elección de un técnico que la ideara, Rolando figuraba en primer lugar por su larga experiencia con el Malbec. Venía de diseñar una planta en Catamarca, en la cual y siguiendo la tendencia actual, el vino se mueve por gravedad, evitando el uso de las bombas que lo tensionan.

Ese esquema venía como anillo al dedo, se acompasaba a la perfección con el proyecto del Quintón y Lazarotti fue contratado. La primera cosecha se procesó en otra instalación, el resultado no fue el esperado y el profesional propuso modificar el sistema de conducción de las vides, para obtener una producción más controlada y de mejor calidad. A partir de esa modificación, la perspectiva cambió radicalmente para mejor y los resultados ya son palpables.

Otro profesional llegó a Quintón con la contratación de Martín Chivetti, ingeniero agrónomo argentino, oriundo de Concepción del Uruguay. Al egresar de la Universidad, el técnico de 32 años, comenzó su vida profesional en una empresa avícola de Entre Ríos.

Gracias a un vínculo familiar, Marcelo y Virginia conocían su capacidad, determinación y ansias de progresar. Lo invitaron a sumarse al proyecto y en Uruguay Martín tuvo la oportunidad de conocer las producciones de dos mundos nuevos: el de la viña y el de los olivos. Con entusiasmo desbordante se abocó a descubrirlos y al ganar su actual experiencia, hoy puede explicar en detalle no sólo el quehacer agrícola, sino también los secretos de cada proceso. En la visita y con él, degustamos primero los aceites extra virgen y luego en la cava, las distintas elaboraciones del Malbec. Algunos de barricas nuevas recién estrenadas y otros de las de segundo uso, con una crianza más atenuada.

En Uruguay y hasta ahora, el Malbec nacional ha sido empleado más bien para tintos de corte, lo que lama la atención porque en esta plaza sus varietales argentinos cuentan con gran favoritismo de los consumidores.

"Por las condiciones que tenemos en Uruguay, la Malbec es una variedad que se diluye mucho. Da un grano muy grande y en años lluviosos es de muy poco color e incluso, le cuesta llegar a un grado alcohólico adecuado. Tanto así, que por su tamaño, a esta uva se la puede confundir con una de mesa. Por eso no resulta fácil lograr un vino tinto de gran concentración. Le reconozco en cambio, que puede dar un aporte de fruta muy remarcable y se justifica su utilización en combinación con Tannat o Marselan”, explicó Néstor Merino, ingeniero agrónomo, asesor de gran experiencia en el campo de la viticultura y consultor del Grupo CREA Viticultores:

Está demostrado que el experimentar es la clave para conocer mejor a las distintas variedades de uva. Un suelo diferente, un clon adecuado al mismo y una conducción del viñedo apropiada, son factores que determinarán el vino resultante. Sin olvidar la elaboración más conveniente y una crianza ídem. En Viñas del Quintón ya están encaminados y Bruna Malbec 2018 es un tinto respetable, de color oscuro y muy aromático, en el que el roble aparece en buena armonía con la fruta. Sabroso en boca, no tiene aristas pero sí buen cuerpo. Un final más largo le aparecerá con el tiempo, porque es un tinto que bien vale la pena guardar. Augura un buen futuro, para el Malbec uruguayo.
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Conocé a nuestro columnista

Eduardo Lanza

Es Ingeniero químico y experto en vinos. Su pasión lo ha llevado a visitar terruños, descubrir cepas y probar las más variadas etiquetas.

Es fundador de la Sociedad de Catadores. Escribe y enseña con el mismo placer que degusta un vino desde hace más de 20 años.