Publicidad

Volver a dormir: ¿Qué pasa cuando el dormitorio es compartido con hermanos?

Compartir esta noticia
gemelos durmiendo

Con los hijos

Si tomar la decisión de pasar al bebé a su propio cuarto es difícil, tener que pasarlo a uno compartido es aún más complicado porque puede afectar el sueño de todos.

Los padres suelen temer (y con un poco de razón) al momento de hacer que sus hijos empiecen a dormir juntos. Esto suele suceder por elección (nada más lindo que el tiempo compartido con los hermanos) o por disponibilidad de dormitorios.

Si tomar la decisión de pasar al bebé a su propio cuarto era difícil, tener que pasarlo a uno compartido es aún más complicado porque puede afectar el sueño de todos, y ya sabemos que cuando un hijo duerme bien no podemos hacer nada que ponga en riesgo esta situación. 

De todas maneras si alguno de los dos se despierta muchas veces en la noche sugiero solucionar esto antes de ponerlos juntos: si el que se despierta es alguno de los que ya estaba en el cuarto hay que enseñarle a dormir bien antes de traer al chiquito. Si es el bebé el que se despierta mucho, sugiero llevarse a el/los grande(s) al cuarto de los padres unos días mientras se le enseña a dormir al pequeño. De lo contario puede llegar a ser un problema.

Acá van algunos consejos para hacer el cambio lo más exitoso posible.

1.Crear espacios individuales. Especialmente al que ya estaba primero en el cuarto le puede molestar que invadan su espacio. Por eso, separar un área para cada uno donde puedan tener sus propias cosas ayuda mucho

2. Respetar las rutinas de sueño de cada uno. No podemos pretender que porque comparten cuarto se tienen que acostar y despertar a la misma hora, probablemente en algún momento converjan a esto pero mientras tanto hay que mantener todo como antes. Esto a veces implica que la rutina se tiene que hacer en otro cuarto para no molestar al que está dormido. Flexibilidad y adaptación al cambio son clave aquí.

3. Ser creativo con las siestas. Si son de los que les gusta coordinar las siestas (¿a quién no?) pero tienes miedo que uno despierte al otro o que le cueste más trabajo dormirlo, para esto sugiero dormir primero al que le cuesta más trabajo conciliar el sueño y luego ir con el otro o directamente acostarlos en cuartos separados, de nuevo ver cuál es el más sensible a los cambios y dejarlo en su ambiente, cambiando al otro de lugar. Puede ser cualquier lugar de la casa donde logre oscuridad total y tranquilidad.

4. Comprar una buena máquina de ruido blanco. Si no consiguen usar las apps o videos de YouTube o Spotify, pero esto les puede hacer la diferencia una vez más en enmascarar los ruidos del hermano.

5. Ser firme y consistente. Sí, otra vez. Fijar reglas y explicárselas a los dos (obviamente el mayor las va a entender mejor), acerca de qué se puede y que no se puede hacer. Por ejemplo si el hermano está cansado no podemos gritar ni escuchar música; o después de que se apaga la luz no se puede hablar más.

6. El timing es clave. Si sienten que el hermano grande todavía es muy chiquito para compartir cuarto, tal vez haya que esperar un poco más para cambiar al bebé, especialmente por el tema de la confianza de dejar solo a un bebé chiquito con un niño de tal vez 1 o 2 años que no es muy consciente de los peligros y las consecuencias de determinadas acciones. Distinto es por supuesto cuando son múltiples (mellizos, gemelos, trillizos, etc.), en ese caso se aconseja cambiarlos al mismo tiempo.

7. Paciencia, y mucha. Esto también es un proceso, y también lleva tiempo. Es posible que el sueño de ambos se vea modificado por unos días pero mientras los padres sean claros y se mantengan firmes, esto, como todo, también va a pasar.

8. Transmitirles mucha alegría y emoción por esta nueva etapa que está comenzando
. No muestren culpa ni miedo porque ellos lo van a sentir, díganles que están felices y cómo se van a divertir juntos cuando el chiquito crezca, que es lo máximo compartir el cuarto y que el grande le va a poder enseñar tantas cosas.

¡Ojo! No le saques la cuna al hermano mayor solo porque la necesitas para el bebé. Si el hermano grande no tiene 3 años y sentís que no está preparado para tener una cama pedí prestada una practicuna o algo así hasta que el grande sienta que ya está pronto para dejarle su cuna.

Esta transición puede llevar entre 2 días y unas 4 semanas dependiendo cómo se haga, si el bebé ya está durmiendo toda la noche, etc. Si precisas ayuda, ¡no dudes en consultarme!

conocé a nuestra columnista
Luciana Jinchuk
Luciana Jinchuk

Consultora de Sueño Infantil por el Family Sleep Institute. Mamá de Eva y Felix.
A través de su emprendimiento, Volver a Dormir, ha trabajado con más de mil familias en Latinoamérica.

Podés seguirla en Instagramy ver sus novedades en la páginaweb de Volver a dormir.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad