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Mamá estimula: Duelo en pandemia, consejos de Unicef para ayudar a nuestros hijos

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niño llorando, duelo

Con los hijos

Claudia Guimaré nos acerca una guía elaborada por la psicóloga Lisa Damour para que los más pequeños transiten momentos de pérdida de la mejor forma posible.

Como contamos hace tiempo atrás en nuestra nota sobre el duelo en la infancia, explicar la muerte de un ser querido a los niños es un tema difícil de abordar. Sobre él circulan muchos mitos y prácticas (como mentirle a los niños o evitar hablar del tema o de mostrarnos tristes frente a ellos, etc) que lejos de ayudar, generan más dolor e incluso hasta problemas de salud como ansiedad o incapacidad de afrontar situaciones adversas más adelante.

Lamentablemente en los tiempos que corren, muchas familias están experimentando la pérdida de un ser querido y dado que el primer duelo es un aprendizaje fundamental para toda la vida y marca la forma en que procesamos los demás duelos que vendrán en nuestra adultez (no sólo de seres queridos sino también duelos de todo tipo como la pérdida de un amigo, de una pareja, de un trabajo etc), se vuelve imperioso estar preparados e informados para, de tener que encarar este duro momento, hacerlo de la forma más sana para los chicos y que verdaderamente los ayude a procesarlo de manera correcta.

Con este objetivo hace unos meses ya, Unicef lanzó un artículo en su página web a partir de los consejos de la reconocida psicóloga Lisa Damour, columnista habitual del New York Times. En él establece una pequeña guía sobre cómo los progenitores pueden ayudar a sus hijos a sobrellevar las pérdidas, grandes o pequeñas, durante este tiempo tan difícil.

Damour explica que la privación, la aflicción y el duelo son emociones difíciles y complicadas para cualquiera, pero en especial para los niños, que quizás las estén experimentando por primera vez en su vida.

Hablamos de privación cuando nos referimos a cosas que se pueden recuperar, como las dinámicas familiares y los hábitos de vida que teníamos antes de la pandemia; mientras que la aflicción, refiere a algo más definitivo, como la muerte de un ser querido, donde además de tener que aceptar que la persona se ha ido, nos queda la inmensa tarea de aceptar que no va a regresar y ambas, afectan a los niños de distinta forma, dependiendo de su edad.

Con menos de 5 años quizás no entiendan por qué no van a la escuela o por qué sus padres están en casa. Ante la pérdida de un ser querido, puede que no entiendan realmente qué es la muerte o que se trata de algo permanente. En cambio, entre 6 y 11 años, “suelen estar muy ansiosos por obtener explicaciones", y nosotros, dice Damour, “a veces podemos darles la respuesta que buscan, y otras veces simplemente no la tenemos; y para ellos, eso puede ser durísimo”.

¿Cómo ayudar a los niños a sobrellevar estas emociones de la mejor forma posible?

1. Sé claro. No des vueltas ni uses eufemismos.
Frases como “se fue al cielo”, “se fue de viaje”, “está dormido”, no ayudan. “No podemos decirle a un niño que ‘hemos perdido’ a alguien, porque no entenderá realmente lo que queremos decir”, dice Damour. “Lo mejor es que el adulto le diga con cariño y ternura: ‘Tengo una noticia muy triste que darte. Tu abuelo ha muerto. Eso significa que su cuerpo dejó de funcionar y que ya no le veremos más’. Aunque una comunicación tan directa puede ser un trago muy duro para los progenitores, es importante ser honesto y transparente. Aceptar la muerte de alguien es ya de por sí difícil, pero es aún mucho peor si nos sentimos confusos acerca de lo que realmente ha sucedido”

2. No ocultes tu propio dolor o tristeza. Eso no ayuda.
“Cuando nos sentimos tristes porque alguien a quien amamos ha muerto, estamos reaccionando del modo correcto en el momento adecuado. Y es importante que enseñemos a los niños cómo sobrellevar un sentimiento difícil, incluso si es una emoción muy dolorosa”. Pero si vemos que el dolor nos desborda y corremos el riesgo de asustar al niño, puedes apartarte de ellos mientras tratas de recomponerte o buscar ayuda profesional.

3. No te asustes si se “olvida” del hecho o parece no reaccionar.
Los niños pueden a veces reaccionar con incredulidad o hasta incluso por momentos olvidar que esa muerte ha ocurrido, lo cual es un mecanismo de defensa normal para que la mente descanse de noticias que son muy dolorosas, “pero esas defensas no son constantes, así que pueden ir seguidas de oleadas de intensa emoción”. También es normal que puedan mostrarse más retraídos o dependientes, o manifestar retrocesos en el control de esfínteres, o volver a querer dormir con los papás si ya lo hacían solos y por ello necesitan mucha paciencia y contención y como señala Damour, “cuanto más hagamos por mantener la estabilidad, más les ayudaremos a centrarse en la importante tarea de entender lo que ha ocurrido y aceptarlo con el tiempo”.

4. ¿Cuándo pedir ayuda profesional?
Tristeza no es sinónimo de depresión, e incluso en el caso del duelo, cabe esperar que la tristeza no sea constante; es decir, puede ser intensa en algunos momentos y luego remitir. Por ende, si el niño se muestra decaído o irritable todo el tiempo, debemos pensar en la posibilidad de que sufra depresión y acudir al pediatra para buscar ayuda profesional, así como si recurren a mecanismos negativos para afrontar los sentimientos dolorosos, algunos de los cuales son para Damour por ejemplo, el retraimiento emocional prolongado, la negligencia en el cuidado personal o alteraciones drásticas en el comportamiento que alteran profundamente la convivencia en el hogar.

Pero sobre todo, lo importante es recordar que además, no sólo “los niños tienen todo el derecho a enfadarse por la manera en que el coronavirus ha trastornado el ritmo normal de sus vidas”, dice la Dra. Damour, sino que a ellos “las privaciones les parecen más trágicas que a nosotros porque el trastorno del coronavirus abarca un porcentaje mayor del tiempo que han vivido hasta ahora; debemos mirarlo desde esa perspectiva”.

Nosotros los adultos podemos ayudarles permitiéndoles expresar su enojo y compadeciéndoles porque muchas de esas actividades que se han cancelado eran cosas que solo suceden una vez en la vida; y aunque a los adultos nos pueda parecer que no es tan grave, los niños llevaban meses, e incluso años, esperándolas. Además de brindarles nuestra comprensión, podemos ayudarles a aceptar la situación. Pero lo primero es que sientan que les comprendemos”.

Para más información sobre cómo manejar el duelo en la infancia,haz click en este linky accederás a decenas de artículos del tema.

conocé a nuestra columnista
Claudia Guimaré
Claudia Guimaré

La socióloga uruguaya y especialista en marketing y comunicación es la fundadora de Mamá estimula. En el grupo que administra desde Argentina, comparte materiales educativos y soluciones para padres.

Conocé cómo Mamá Estimula puede auxiliarte en la crianza de tus hijos.

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