Con los hijos

la prensa gráfica / gda

La manera en la que los padres tratan con los hijos y a la propia relación de hermandad, es la más determinante de la relación entre hermanos. De hecho, solo los padres son los que pueden facilitar que el vínculo sea ideal o que los lazos no terminen de unirse.

"Los hermanos pueden llegar a tener una complicidad incomparable a ninguna otra.Compartir un mismo tipo de crianza, compartir padres, hace que haya cosas que solo se entiendan entre ellos", comparte Morena Rivera, psicóloga infantil.

Para que la puedan desarrollar, es importante que un padre brinde un acompañamiento emocional saludable y tratar a cada hijo desde su propia individualidad porque son elementos imprescindibles en la vida familiar. "Cuando los padres no acompañan óptimamente esta relación, aparecen problemas que pueden durar toda la vida", menciona Rivera.

Hacer comparaciones entre hermanos o tomar posición a favor de alguno de ellos, son algunas de las cosas que desencadenan desequilibrios en la relación ya que este tipo de actuaciones despiertan en los pequeños emociones como la envidia, la rivalidad o los celos.

"Si para comunicarte con tus hijos utilizas críticas constantes, pones de ejemplo a tu otro hijo, fomentas su distanciamiento y que su relación no se base en el amor, sino en la competición por la atención de los padres", señala Rivera.

Para llevar a la práctica el acompañamiento, la escucha y la atención individual sigue estos consejos:

1- Prestar la misma atención a todos los hermanos
Desde el mayor y sus necesidades, hasta el más bebé y sus necesidades. Cada uno de forma individual demanda la atención de sus padres porque nunca estarán tan grandes como para prescindir de su acompañamiento.

2- Prepara juntos la llegada del nuevo hermano
"Tenemos que explicarles la llegada de un hermano con mucha amabilidad, respeto y atendiendo todas sus dudas y sus miedos", añade Rivera. Hacer partícipe a los hijos mayores en la elección del nombre del pequeño puede marcar un inicio positivo en la relación.

3- Preparar el primer encuentro
Que el bebé esté en brazos de la madre cuando los hermanos se conozcan puede ser un conmoción para el primer hijo. "Debemos preparar la llegada del pequeño con orden, y garantizando la máxima atención para el mayor, ya que puede sentirse dolido o desplazado", aconseja la psicóloga infantil.

4- Evitar poner etiquetas
Esto es un problema que se produce incluso antes de que el segundo hijo llegue a la familia. Deja de etiquetar como que es el "hermano mayor" y que su comportamiento tiene que ser más maduro.

5- Tratar a todos por igual
En una familia no deben existir preferencias. Los padres deben comprender a todos los hijos, empatizar con todos y entender que no todos son iguales.

6- Ser un árbitro ante los conflictos
Los conflictos son naturales y normales en la convivencia y deben ser los propios implicados los que los resuelvan por sí mismos. En el caso de los más pequeños, en ocasiones, pueden carecer de las herramientas necesarias para solventarlos, entonces como padres deben ayudar a que resuelvan su problema sin tomar favoritismo por nadie. Solo ser un árbitro.